Parque Nacional Desierto de los Leones
Foto: Time Out México
Foto: Time Out México

Parques Nacionales en la Ciudad de México

Disfruta de estas áreas resguardadas, las cuales albergan muchas variedades de flora y fauna

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Después de tantas semanas de permanecer en casa, seguro lo primero que quieres hacer es salir corriendo a respirar aire fresco —con sus respectivos cuidados, claro está—. Por fortuna, vivimos en una ciudad que tiene áreas resguardadas, con una enorme cantidad de flora y fauna, y que por su cualidad de ser espacios abiertos resultan en una gran alternativa para familiarizarte de nuevo con el entorno.

Además de los parques en la CDMX, nuestra ciudad posee áreas resguardadas, las cuales poseen una gran cantidad de flora y fauna que debe ser ciudada. Estas zonas son conocidas como parques nacionales. Para que conozcas más sobre la naturaleza te invitamos a conocerlos.

Si te quedaste con ganas de más áreas verdes visita las Alamedas y jardines que tiene la Ciudad de México para ti.

Áreas verdes resguardadas en la CDMX

  • Niños
  • Zona Metropolitana

Los parques y áreas verdes del DF son una opción para divertirse sin gastar mucho dinero, y uno de estos espacios es el Parque Nacional del Tepeyac.Considerado el pulmón del norte de la Ciudad de México, este parque ubicado en el famoso Cerro del Tepeyac ofrece a sus visitantes, además de una grandiosa vista del Valle de México, un espacio ideal para practicar senderismo, correr o andar en bicicleta.

  • Qué hacer
  • Caminatas y paseos
  • Ajusco
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Parque Nacional Cumbres del Ajusco
Parque Nacional Cumbres del Ajusco

El sur de la Ciudad de México resulta ser algo caótico y alejado de la oferta cultural del centro, pero vale la pena adentrarse por estos terrenos y seguir la ruta de Periférico hacia la carretera Picacho-Ajusco, porque encontrarás uno de los bosques más majestuosos que alberga esta gran urbe. 

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  • Qué hacer
  • Caminatas y paseos
  • Ajusco
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Este parque es uno de los pulmones verdes al sur de la Ciudad de México, el cual posee un bosque de pinos, oyameles, cedros y encinos, lugar para ejercitarse o visitar con la familia. Cuenta con una extensión de 304 hectáreas verdes rodeadas de flora y fauna que se encuentran resguardadas por su gran importancia biológica. 

  • Qué hacer
  • Zona Metropolitana

El Desierto de los Leones es un bosque ubicado al sur de la ciudad, que te espera con sus más de mil 500 hectáreas, con la promesa de ofrecerte una aventura ecológica, recreativa e histórica. Entre sus altísimos pinos encuentras espacios para ejercitarte, áreas que ofrecen actividades culturales y hasta un exconvento de los Carmelitas Descalzos, que data del siglo XVII.

Los senderos del Desierto de los Leones se prestan para el senderismo y hasta para sacarle provecho a tu bicicleta de montaña. Disfrutarás del ejercicio y de la visita gracias a su río y su diversidad de vegetación —como árboles de oyamel, fresno y encino— y de especies animales —desde tlacuaches, hasta venados resguardados en una zona especial—. No dejes pasar las quesadillas, el café de olla y la sopa de setas que ofrecen los locatarios de la zona. 

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  • Lugares de interés
  • Parques y jardines
  • La Carbonera
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Parque de los Dinamos
Parque de los Dinamos

Más allá del atrio de Magdalena y los locales con sopa de médula están La Cañada y Emilio Carranza, las dos vialidades que ascienden del pueblito de Atlitic a la zona intrincada de macizos montañosos y cañadas, donde el río corre más rápido y puro. Fue ahí donde Ángel Sánchez y empresarios franceses aprovecharon la fuerza del movimiento del agua para crear energía eléctrica en 1897, en plena ola de inversión extranjera en el país posibilitada por la “pax porfiriana”.

Las cuatro orgullosas máquinas que abastecieron de electricidad a la industria textil de la región –unas seis fábricas ubicadas en lo que hoy son las delegaciones Magdalena Contreras y Álvaro Obregón– actualmente son armatostes corroídos por el tiempo, que inspiran, a lo mucho, ternura comparadas con los prodigios de las hidroeléctricas actuales.

Ahora sus beneficios son más sociales. Son un punto de referencia en los turísticos bienes comunales de la Magdalena Contreras. Llegar al segundo dínamo y ver las válvulas y tuberías de fierro colado que maravillaron a los ingenieros del siglo XIX, a través de los ventanales herrados del viejo edificio de sillar y ladrillo que los resguarda, es entregarse de a poco a la nostalgia por el viejo valle de México.

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