Tres playas para visitar en La Paz

De acuerdo con el conteo Traveller's Choice, la playa Balandra, en Baja California Sura, es la segunda más bonita de México y con justa razón. Al verla, es imposible no querer caminar dentro de sus aguas; aunque para sumergirte por completo tendrás que avanzar cientos de metros. Es como una alberca gigante, donde apenas pasa el oleaje debido a que se encuentra dentro de una cuenca.

Además de ser una opción para bañistas, es perfecta para armar tu picnic; obviamente con la responsabilidad de no dejar tu basura, para mantenerla tan limpia y cuidada como la han conservado hasta ahora los locales.

El Área de protección de flora y fauna Balandra se encuentra a 50 minutos en auto de la paz y también es conocida por sus senderos, dunas y zona de manglares. Seguro has escuchado hablar de ella por su “hongo”, una formación rocosa que se encuentra en uno de los extremos de la playa y que tiene forma de champiñón.

A unos metros de Balandra se encuentra Tecolote, una playa prácticamente virgen. Apenas hay unos restaurantes que ofrecen alimentos a base de mariscos y palapas para protegerse de la sombra. ¿Lo mejor?, es 100 por ciento libre de hoteles y de señal de Internet.

Tecolote comparte características con su playa vecina: agua cristalina, con colores azules y turquesa conforme incrementa la profundidad y arena blanca; la mayor diferencia sería que ésta es más extensa, tiene un oleaje ligeramente mayor y cuenta con menos visitantes, al menos eso observé durante mi recorrido.

Algunos locales ofrecen sus lanchas para visitar la Isla Espíritu Santo, la cual alcanza a distinguirse desde la orilla de Tecolote. Aunque si prefieres quedarte, no hay desperdicio.

Cuando creía que ningún otro paisaje de La Paz podía sorprenderme más, llegué a la Isla Espíritu Santo. Ésta es un Área Natural Protegida que en 1995 fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad, y ofrece un escenario como pocos: formaciones rocosas, zonas desérticas y mar en el mismo lugar.

El área protegida cuenta con 32 especies de reptiles, 98 de aves, 16 endémicas y distintas de mamíferos marinos; además de albergar vestigios que se atribuyen a los pericúes. Se cuenta que Hernán Cortés dio con esta isla en 1534, cuando emprendió una expedición por la península, y que halló un gran número de ostras, por lo que la llamó Isla de las Perlas. Algunos años después, en 1631, Francisco de Ortega y Juan de Iturbide le cambiaron el nombre a Ilsa Espíritu Santo.

Entre las actividades que se pueden realizar están snorkel o buceo con lobos marinos, recorrido por los senderos autorizados y camping sobre la playa. Las tranquilas bahías de esta isla también son ideales para practicar kayak, paddle board o simplemente nadar. Considera que al visitarla requerirás invertir un buen tiempo de tu día, pero cada minuto viendo esos paisajes lo vale.