Café Mandrake

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  • Zona Metropolitana
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Café Mandrake
    Foto: Alejandra Carbajal
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  14. Café Mandrake
    Foto: Alejandra Carbajal
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Café Mandrake: café de especialidad que te puedes tomar como más te guste.

¿Conocen a Mandrake el mago? Probablemente no, porque este personaje era el héroe de un cómic del mismo nombre que comenzó a editarse en 1934. Y de alguna manera la jerga de los médicos se apoderó de este superhéroe, y lo convirtió en la figura del doctor cuando no está en el hospital: “¿En dónde está la doctora Ramírez?, se fue de mandrake”. Y la doctora Ramírez está echándose un café, en Mandrake.

La historia de Café Mandrake comenzó en la zona de hospitales, en Tlalpan, con sus fundadores Jimena Jiménez y Alfonso Moreno. Ahí pusieron la primera sucursal que fue acogida con cariño por las y los médicos que se iban de mandrakes a Mandrake. Hoy, esa sucursal sirve como tostadora y centro de producción para las otras dos sucursales que tienen. La novedad es el café que está en Insurgentes Sur, y que seguro se va a convertir en uno de los consentidos en la Del Valle.

El lugar está en una cuchilla, atributo que el arquitecto Carlos Ramírez aprovechó muy bien, pues dispuso la barra del lugar en la parte más ancha y, en la parte angosta, un sillón con una mesita en donde te puedes sentar a trabajar o a echar chisme. Afuera hay solo dos mesas, por si prefieres tu café al aire libre. Pero lo principal en Mandrake es el grab and go.

La onda aquí es un gran, pero gran grano, ejecutado perfectamente, y sí, de especialidad, pero sin llegar a ser de esos que tienen miles de métodos de extracción o cientos de granos distintos. Aquí quieren hacer café bueno, pero que te lo puedas echar en tu cómodo y cotidiano capuchino, americano o flat white.

Los café vienen de Chiapas, de la cooperativa Yomol A’Tel, un grupo de productores tsetsales que venden el grano directamente a Mandrake. El resultado son tazas aromáticas y balanceadas. Si te gusta el café negro, tienes que probar el long black, que es un americano pero un poco más corto, por lo tanto, más intenso y con aromas a flores, cítricos y vainilla. Y, si prefieres las bebidas con leche, prueba el flat white, que además de ser guapísimo con su esponjosa espuma, es delicioso y bien equilibrado entre la cantidad de leche y la intensidad del café.

La columna vertebral aquí es el café, pero también hacen muy buen pan. Lo producen en la sucursal de Tlalpan y lo llevan congelado a las otras sucursales para terminarlo de cocer ahí. Y qué dicha el aroma a café y pan recién horneado. Tienen croissants, centros de dona, brownies, galletas o, para el antojo salado, paninis rellenos de jamón.

Me da la impresión de que Mandrake quiere convertirse en el momento ritual de auto apapacho cotidiano que todos tenemos. Por la pandemia ese momento de pasar por tu café en las mañanas se ha perdido, pero cuando volvamos a salir, Mandrake ahí estará, esperándonos con una taza de café calientito y listo para que nos acompañe a las diligencias del día. Se convertirá en tu punto de encuentro, tu lugar para echar chisme, para escapar de casa o para reiniciar el día.

De hecho, una de las sucursales de Mandrake se convirtió en mi refugio minutos después de que pasó el terremoto de 2017. Ahí, el personal que ya había logrado comunicarse con sus familias y que había decidido quedarse me hizo sentir segura: me dijeron que estarían ahí para todos, clientes o no, aun antes de que los capitalinos abriéramos nuestras casas, nuestro wifi y nuestros corazones a todos los que en ese momento lo necesitaron.

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Andrea Vázquez
Escrito por
Andrea Vázquez

Detalles

Dirección
insurgentes sur 608
Del Valle Norte
Ciudad de México
03103
Transporte
Metrobús La Piedad
Precio
Consumo promedio por persona $100
Horas de apertura
Lun-vie 7-10pm, sáb y dom 8-7pm
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