Blindness

  • Teatro
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Blindness
Foto: Cortesía de la producción
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Una instalación teatral inmersiva con la voz de Marina de Tavira

El Ensayo sobre la ceguera de José Saramago no es precisamente un ensayo literario o una colección de ensayos alrededor de este tema. Es, más bien, una novela que ensaya de manera muy directa cómo sería la vida si todas las personas en el mundo nos quedáramos ciegas a partir de un caso sospechoso que contagia a otro, y luego a otro. Hasta que se desata una epidemia de ceguera. ¿Les suena familiar?

Es esta premisa, la de la novela del escritor portugués publicada en 1995, que sirve de relato principal para Blindness, la nueva experiencia diseñada directamente por la Donmar Warehouse de Londres, con el fin de reabrir los recintos culturales y escénicos con las limitantes a las que esta nueva normalidad nos somete. En México, la sede en cuestión es el Teatro Insurgentes, pero esta será la experiencia que también reabra los teatros en el mismo Londres, Washington y Nueva York.

Con una adaptación de Simon Stephens (El curioso incidente del perro a medianoche), esta hazaña lumínica y sonora fue creada por el director londinense Michael Grandage a lado de los diseñadores de sonido Ben y Max Ringham, quienes a través de un sistema de grabación binaural nos sumergen en este viaje de una manera alternativa a la representación escénica.

Aquí, todas las limitantes para llevar a cabo el teatro como lo conocemos, quedan solucionados de manera muy inteligente. Una gran vuelta de tuerca en sí. Sin actores presenciales, pero con un artilugio que da la sensación de tener la narración ahí, cerca de ti, este relato, al igual que su material original, nos hace ensayar sobre aquello que podría suceder en caso perder la vista, o de tener que fingir tu ceguera para poder sobrevivir en medio de un mundo ciego.

Blindness se convierte así en una experiencia lo suficientemente sensorial e inteligente como para darle la vuelta a la convención teatral en estos tiempos: si bien no hay actores en escena, enmedio de la oscuridad total, te sientes parte de la puesta en escena y cómplice de Marina de Tavira. A ella no la ves, pero la sientes próxima; incluso habrá momentos en los que jurarías que pasó corriendo a un costado tuyo. 

Esta forma de habitar un espacio escénico nos invita a mirar con los oídos y navegar con la intuición desde las entrañas de uno de los más grandes recintos de nuestra ciudad. El escenario del Teatro de los Insurgentes es tomado como pódium por sus productores, quienes, en la elección de exhibir este espectáculo, toman una postura muy clara respecto a la reapertura de los espacios. Y esa, es la gran valía de Blindness.

Esta experiencia inmersiva narrada por la voz de Marina de Tavira cuenta con protocolos de seguridad para la protección de los asistentes como la reducción del aforo y toma de temperatura. Cada isla de butacas, compuesta por dos asientos, están a una distancia de 1.5 metros y las entradas se venden en pares. Asimismo, el programa de mano se traslada completamente a lo digital. Todo bien hasta ahí.

Quizá habría que sumarle la erradicación de boletos y de unas tarjetas que te dan al salir. Así también, habría que agregar mayor aplicación de gel sanitizante en todo momento, y un protocolo de salida para evitar que los asistentes lo hagan todos al mismo tiempo y provoquen alguna aglomeración. 

Recomendado: Arte inmersivo, realidad virtual y otras experiencias en la CDMX

Ro Banda
Escrito por
Ro Banda

Detalles

Dirección
Precio
$1,068
Horas de apertura
Vie-sáb 6 y 8pm, dom 4 y 6pm
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