Con la magia de un baúl, un nostálgico payaso de cara blanca nos lleva a un viaje a través del tiempo para conocer las maravillas del Circo Olímpico de José Soledad Aycardo, considerado el primer payaso que existió en nuestro país. En este viaje por el siglo XIX, nuestro pintoresco personaje realiza acrobacias y maromas que te sacarán varias carcajadas, a la par que te sumerges por los inicios del arte circense en México.
Acompañado de un miembro del público, Don Chole toca el acordeón y decide entrar en su baúl mágico para traer a la actualidad un Circo Olímpico que enfrenta problemas, pues un funcionario de la ciudad decide aumentar la cuota, por lo que los miembros de la compañía tienen que ingeniárselas para seguir llevando las risas a todos sus visitantes.
La escenografía nos coloca en una pista circular, donde se ejecutan actos indispensables en los orígenes del circo como acrobacias, equilibrismo y hasta un caballo, una de las partes más atractivas del montaje. Además, la música es interpretada en vivo por el Ensamble Jofranka, lo que da un toque nostálgico con sonidos tradicionales de las carpas.
A lo largo de la puesta en escena, bajo la dirección de Raúl Zamora, verás las actuaciones de los miembros de la Compañía Los Estrouberry Clowns (Vagabundo circo, Cielo nube, Elementto y Cirko de bolsillo), conformados por Jorge A. Caballero Vega, Dettmar Yañez, María Cappelletti, Adriana Resendiz, Víctor Siáñez, Lobo Lavalle, Yesmin Curiel, Gustavo Franco, Donovan Reygadaz, Raúl Zamora, Erick Murias y Fernando Hondall.
El Pagliacho. El gracioso de la calle del Relox además de ser un homenaje a las raíces del clown en México, es una bella imagen que nos recuerda las diferencias y desigualdades de lo que se vive en la capital de país día con día.
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