Las 10 mejores obras de teatro de 2019 en la CDMX

La conjunción perfecta: un texto de David Hare —el más importante dramaturgo británico de nuestros tiempos—, la dirección de Luis de Tavira y las interpretaciones de Marina de Tavira y Rafael Sánchez Navarro, en personajes para los que parecen haber nacido.

Tragaluz es una historia de amor y prejuicios sociales en la Inglaterra de los años ochenta enmarcada por una escenografía realista en un espacio, más que íntimo, bañado por una exquisita iluminación (ambas por Alejandro Luna) que inunda el sabroso olor de una pasta pomodoro.

Un musical perfecto sobre lo imperfecta que puede llegar a ser la vida, escrito por Brian Yorkey con la música de Tom Kitt, ganadora del premio Pulitzer.

El director Diego del Rio no solo abordó poéticamente la depresión, los apegos y el desequilibrio emocional, sino que nos trajo un elenco cargado de emociones, demostrando no solamente el talento de grandes actores, además probó que no solo los grandes productores pueden hacer musicales de gran formato y calidad.

La dirección y texto de Sabina Berman hicieron que Fernando Pessoa —uno de los grandes poetas del siglo— nos mostrara lo complejo y diversificado que puede ser nuestro Yo.

Estrenada el año pasado en Buenos Aires con Gael García Bernal, Ejercicios fantásticos del yo llegó a México con un elenco compuesto de grandes actores, quienes, entre risas, sueños y una que otra lagrima, nos hicieron conocer por completo a este poeta, narrador, dramaturgo, periodista y crítico portugués que, aunque murió en 1935, “es un contemporáneo nuestro”.

Si en Clausura del amor atestiguamos el enfrentamiento entre un matrimonio recién deshecho, en esta obra Pascal Rambert nos puso frente a un rompimiento aún más devastador: el de dos mujeres unidas por la misma sangre, los mismos genes, anécdotas y heridas de la infancia y adolescencia.

Hugo Arrevillaga fue el encargado de dirigir Hermanas para hacernos ver y tocar el fondo del amor —odio entre dos seres que nacieron de los mismos padres—. Arcelia Ramírez y Fernanda Castillo se encargaron de darle vida, patetismo y cierta luz a estas hermanas.

Esta pieza de David Lindsay Abaire, ganadora del premio Pulitzer y multinominada a los Tony, nos habla del dolor y la importancia de la empatía.

Volver a ver La madriguera en temporada con un nuevo elenco fue una oportunidad para quienes se perdieron el trabajo actoral comprometido y en muchos casos impecable. Además de una dirección precisa a lo que el texto requiere y una producción detallada haciendo que La Madriguera una de las mejores apuestas del año.

La ficción se desbordó de los teatros este 2019, pues las experiencias inmersivas llegaron con fuerza este año (como Despertar de primavera y Disco 54) impactándonos como nunca; desde una casa, un bar, una bodega, un estacionamiento o una camioneta.

Forcados —concepto del director Marco Vieyra e historias de Jimena Eme y David Gaitán— nos llevó del Centro Cultural del Bosque a tres diferentes destinos y entre personajes nos mimetizamos como cómplices partícipes de una exquisita ficción (realidad) en movimiento.

A los 13 años de un chico, en la ficción, sus padres se divorciaron, se mudó de una gran ciudad a un lugar que jamás pensó que llamaría hogar... Y a los 13, en la realidad, acompañado de otros jóvenes llenos de talento y energía protagonizaba un musical, contando una historia compleja no sólo en tema, sino en tonos y coreografías. 

La exitosa comedia musical estrenada en Los Ángeles en 2007 y protagonizada por Ariana Grande en Broadway un año después, llegó a la CDMX gracias a la producción de Teatro Fantástico y Jesús Ochoa, contagiando a todo el público de rebeldía e inocencia. A los 13 nos sumergió en las partituras pop-rock, contemporáneas y electrizantes del genial Jason Robert Brown (Los últimos cinco años).

Enamorarse como estúpido puede ser algo tan triste o tan divertido, según el espectador que lo mire. Afortunadamente esta obra de Carlos Talancón dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui mostró ambos polos y lo mismo divirtió que profundizó en una relación entre dos hombres con nada en común más que el deseo de liberarse de algo, tal vez de sí mismos.

José Ramón Berganza y Martín Saracho conjugaron talento y guapura en Estúpida historia de amor en Winnipeg, una obra de encuentro y desencuentro salpicada con el humor de la estupenda Milleth Gómez.

Una de las más fuertes raíces del teatro en lengua española volvió a escenarios mexicanos, La celestina. La tragicomedia de los infortunados amantes Calisto y Melibea se montó en un homenaje a la directora original de la propuesta, Rosenda Monteros.

Ruby Tagle asumió la dirección final y los resultados fueron por demás afortunados, sobre todo por la delicia que entrañan los parlamentos escritos por Fernando de Rojas hace más de 500 años. En el personaje de la célebre alcahueta, la actriz Laura Padilla pudo demostrar lo que han dejado en ella muchos años dedicada en cuerpo y alma al rigor del trabajo teatral.