El futuro ya nos alcanzó. La tecnología domina el mundo, rige nuestra vida cotidiana estemos en éste o cualquier otro país. Y frente a ella, el ser humano tantea en sus distintos entornos para saber si su calidad sigue siendo humana o ha pasado a ser parte de lo artificial. Alberto Villarreal plantea estas y otras premisas y está a cargo de este proyecto en el que resume nuevas inquietudes sobre el presente y el devenir del género humano, como ya lo ha hecho en propuestas como El lado B de la materia y La consagración del invierno.
Los algoritmos frente a la fé, la familia ante las máquinas y conceptos como persona, identidad, género, poder y tragedia son puestos sobre la escena por este creador escénico que vuelve a habitar el Teatro Juan Ruiz de Alarcón de la UNAM, uno de los principales recintos para el teatro de vanguardia y de calidad en la ciudad.
Villarreal construye un universo entre el realismo y la ciencia ficción, apoyado por un elenco de primer orden: Mauricio Davison, Mario Balandra, Esmirna Barrios, Beatriz Luna y Alberto Santiago. La propia Esmirna en el diseño artístico, junto con el constructor escenográfico Iván Cervantes y el diseñador sonoro Miguel Hernández son los encargados de complementar las ideas del conocido dramaturgo y director mexicano.
Teatro que cuestiona quiénes somos o, más bien, qué somos hoy en día, frente a la ya nada lejana idea de que cualquier día podremos ser reemplazados por una máquina.
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