Hay una verdad absoluta: el mundo del vino está lleno de tecnicismos, procesos —aparentemente— complejos de cata y, ¿por qué no decirlo?, esnobismos. Pero nosotros pensamos que hay que perderle el miedo al vino; se vale echarse una copa con unos tacos al pastor o una tarde de maratones de Netflix (aquí los estrenos de este mes), incluso mientras haces tu quehacer.
No todas las ocasiones de consumo deben de ser ceremoniosas ni en mesas de manteles largos. Y qué mejor momento para romper el hielo con este fermentado que el Buen Fin.
Cómo entrarle al vino
Platicamos con Alfredo, sommelier de la vinícola potosina Pozo de Luna, para que nos contara cómo le podemos hacer para acercarnos a una copa de vino y no morir en el intento. Esto nos sugirió:
“Lo primero que hay que decir es que el proceso de catar un vino es el mismo tanto para alguien que nunca ha catado como para un profesional”, introduce el especialista. “La cata tiene tres etapas: primero hay que ver el vino, después olerlo y después probarlo. A veces nos saltamos los primeros dos pasos: no lo vemos y no lo olemos, y con eso nos perdemos parte de la experiencia”, argumentlfredo afirma que la parte más importante de la cata es apreciar los aromas. “Hay que poner la nariz en la copa, incluso meter la nariz, sin pena, y tratar de identificar a qué te recuerdan esos aromas, a lo mejor un postre de fresa, especias, cítricos, en fin. Pero identificar esos aromas depende de las experiencias olfativas individuales, ahí no hay percepciones correctas e incorrectas”, cuenta.
El sommelier explica que esto es gracias a que el sentido del olfato es el más evocador que tenemos, “de él dependen todos los sabores. Entonces sí hay que dedicarle unos segundos a oler el vino”.
Y aunque este fermentado es para toda ocasión, recuerda que no estamos tomando agua. “Al final hay que probarlo, mantener el líquido unos segundos en la boca para apreciarlo bien”, detalla.
Así que afina tu sentido del olfato, aprovechando que acá te decimos cuáles son los vinos mexicanos con descuento por el Buen Fin. Pásale sin miedo.