AM Local
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Antros y bares en la Condesa

Te presentamos las mejores opciones para salir de noche en esta zona de la Ciudad de México y que la fiesta nunca termine

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Si andas buscando plan nocturno en la zona centro de la Ciudad de México, además de los antros y bares en la Roma, del Centro o de la Cuauhtémoc, te recomendamos estos lugares en la Condesa.

Disfruta la vida nocturna en la Condesa

  • Antro
  • Condesa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Leonor
Leonor

Después de una remodelación, el Leonor está de vuelta y con todo. Cada fin de semana, este pequeño lugar, alberga noches épicas de baile, excesos y diversión. La música cambia con el dj en turno, pero los set lists más exitosos son los que van desde los clásicos de Michael Jackson y Madonna hasta los beats más hot del momento. El único problema es que por ahí de las tres de la mañana, ir de la pista de baile a la barra (una distancia de aproximadamente cuatro metros) significa ser pisado y empujado por las decenas de personas presentes. Si finalmente llegas a la barra, deberás esperar otro rato para que te atiendan y te cobren. Sin embargo, a pesar de estos contratiempos, que más bien hablan del éxito del lugar, Leonor se ha posicionado como uno de los mejores centros nocturnos de la zona, donde te encontrarás sudando en la pista de baile hasta el amanecer.

  • Antros
  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Studio 73
Studio 73

En la Condesa nunca faltan lugares para aliviar la sed de la mala mientras bailas al ritmo del último hit musical, pero estos factores no impiden que cada cierto tiempo un nuevo integrante se ha sume a la lista de opciones antreras. Ejemplo claro de ello, Studio 73. Este pequeño lugar pasaría desapercibido si no fuera por el número 73 en la entrada que servirá de guía durante la noche. Si quieres sortear a los cadeneros tendrás que asegurar tu consumo al interior; para tu fortuna casi siempre cuentan con alguna promo para que le saques partido a la quincena. ¿Alguien dijo todo a $99 y sin cover? Ponte listo y checa lo que anuncien en redes. Una vez dentro no habrá marcha atrás, ¡no te asustes! aquí no hay nada de aburrido. Siempre hay un dj que se asegura de mantener tu atención en la pista de baile. Nos tocó con el productor mexicano Elías Valdez, quien con una mezcla de canciones nuevas y alguna que otra clásica de los dosmiles con un toque neo perreo (o electro reguetón) cumplió con la energía del lugar. La música y decoración te hacen sentir en una especie de rave o en un pequeño Patrick Miller del reguetón, en el que las luces neón y la máquina de humo suman puntos para conseguir este efecto. Punto clave de Studio 73: el arte en graffiti, trabajo del diseñador gráfico e ilustrador Jesús Cruz. Figuras loquísimas de distintos temas que aluden a la diversión nocturna en la ciudad; además la barra presume coquetos letreros brillantes imposibles de perder a la lejanía. No ser

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  • Antros
  • Condesa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
AM LOCAL
AM LOCAL

Te aseguramos que el AM es mucho más que un sitio donde podrás echar fiesta hasta muy entrada la madrugada, porque cuando todo termine, estarás convencido de que valió la pena tu elección. Es un club de tres pisos. En el segundo, después de subir unas escaleras de caracol (el elevador es decorativo), es donde sucede toda la magia: hay mesas translúcidas que cambian de color y te guían hacia el dj booth al fondo. El techo y las paredes de la pista de baile están cargadas con efectos de luces LED multicolor, a esto se le suma la precisa capacidad y ecualización del equipo de sonido (de los mejores de la ciudad). No le pide nada a los clubes concepto de otros países.  La barra es un oasis cuando el lugar está repleto de noctámbulos, tienen un sonriente servicio, son rápidos y los tragos son servidos por manos generosas a precios razonables.Al subir al tercer piso encuentras la terraza para fumadores, y si la casa está llena, ten cuidado, porque encontrarás abierta la barra de shots. Este club ha dejado huella en los corazones de los fiesteros electrónicos capitalinos. A lo largo de más de diez años, ha sido un punto de reunión, socialización y experimentación musical. Luego, con la explosión demográfica de amantes del audiovisual electrónico, aquí les abrieron las puertas para recibirlos como en casa. Justo así, como en casa, en AM no tendrás problemas en la cadena, a menos que lo merezcas (si llegas en shorts o en estados inconvenientes). Si registraste tu nombre y el de tus am

  • Mezcalería
  • Condesa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La máquina del tiempo sufrió un desvío y el año 1521 aterrizó sobre Álvaro Obregón. Cuando creímos que la nueva década se trataría de minimalismos y espacios en blanco, llegan proyectos como Tlecán, que nos hace retomar nuestras raíces sin siquiera saber que lo necesitábamos. Y bueno, a nadie le cae mal una nueva mezcalería en plena hipsterosa delegación. Tlecán significa lugar del fuego en náhuatl; vaya, la matriz del concepto radica en esta connotación a la cultura prehispánica. Tras pasar la angosta entrada, te topas con una iluminación interior juguetona, entre sombras y tenues focos en rincones estratégicos —trabajo del estudio mexicano Lum Lum Iluminación—, el olor a incienso recorre la nariz y la vista se pierde en el color chedron de las paredes desnudas. La Gran Tenochtitlán sigue presente en una réplica de la escultura conocida como el disco de la muerte —obras de Tezontle Studio—. ¿Y qué sería de la historia mexicana sin sus destilados? Tienen mezcales de Oaxaca, Michoacán, Durango y Sonora. El tobalá se suma a la gama de los aromáticos que se sienten suaves al primer sorbo, mientras en el cuishe destaca el sentido ahumado. Los cocteles son tan particulares como su audiencia (o sea, hay diversidad), donde el old fashioned 175 es un trago corto de mucha personalidad con amaro y espadín, rematador con azúcar mascabado macerado. Hay un vampiro 165 con espadín, cuyo jarabe de pimiento se siente más como un caldo tomatoso, aunque bien bajado en frescura gracias a los cí

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  • Coctelerías
  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El Felina es uno de esos bares que he visto crecer. Me acuerdo de él, por allá de 2009, y recuerdo que sentí orgullo de mí misma por haber encontrado un rincón de la Condesa que carecía de pretensiones y precios absurdos. Desde entonces, la selección melódica de ese localito -como boogaloo y soul- ha sido impecable. Tras una remodelación a principios de 2015 (en la que cambiaron la entrada a Baja California e hicieron los baños y la barra más cómodos), Felina regresa. Su menú de coctelería, que ya era una referencia en la ciudad, se ha sofisticado bajo el cargo de su nueva bartender, Jane. Además de los clásicos, hay que probar el double roses gimlet, un trago refrescante con ginebra, limón amarillo, Lillet Blanc, agua de rosas y una rama de romero; y el hanky panky 24, fuerte por el fernet que se acompaña con ginebra, vermut rojo y Mandarine Napoleon. Para qué engañarse: esos tragos a media luz, son invitación al romance (aunque sea al de una sola noche). La clientela ya no es la que busca fiestón loco, sino el disfrute de un buen trago al terminar el día. Los años han pasado sobre Felina y sobre quienes nos hemos ido y vuelto a él. Casi todo ha cambiado desde que abrió (yo creo que para bien). Afortunadamente, la música sigue igual.

  • Coctelerías
  • Condesa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Deleted Souls Cocktailtheque
Deleted Souls Cocktailtheque

La coctelería de autor dejó de ser una moda y se ha ganado poco a poco un lugar no solo en nuestros corazones, sino en los diversos bares que han abierto en la CDMX. Deleted Souls está sobre la calle de Tamaulipas en la Condesa, y si no sabes qué hay ahí, el recinto podría pasar desapercibido. En cuanto entras te remontas a aquella época de prohibición con su luz tenue, ambiente, y una enorme barra hasta el final del local. Detrás de este proyecto están Nur Farah y Lwan Medina, mientras los mixólogos Christian Salinas, José Ramón y Antonio Rodríguez toman batuta para cocteles de autor. Con más de 20 tragos exclusivos, encontrarás el que sea perfecto para ti: el de la casa, deleted souls, con ginebra, carbón activo, limón, jarabe de canela y naranja que culmina en un poderoso color negro de ligero dulzor y un extraño pero cumplidor sabor ahumado; zombie bastard, además de atraparte con el nombre, se convierte en toda una experiencia servido en vasos tikis y con maridaje: primero deberás apagar el shot, tomarlo y luego probar tu bebida, el sabor de maracuyá inunda tu paladar y logra complementarse con el ron. Si quieres algo con mezcal, prueba marca lenguas con mezcal, limón, pepino y hierbabuena en un vaso escarchado con sal de gusano, el clásico refrescante. Y para curar el hambre puedes acudir a unas crujientes papas a la francesa con aceite de trufa (que bien podría tener más sabor). Otra opción son los camarones roca o matilda’s burguer elaborada con la receta secreta de l

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  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El whisky tiene un templo en el DF y nosotros acudimos a rezarle. Constatamos que hay whisky de origen japonés. Y que es tan respetable como el de Escocia. Todo esto en Wallace, bar dedicado al elixir de la cebada con más de 150 etiquetas diferentes. Lo complicado llega al momento de elegir entre un bourbon, un scotch o un single malt, pero Marcos, el jefe de barra, imparte cátedra whiskera. Aquí sugerimos la especialidad de la casa: el wallace, mezcla de whisky, jengibre y pepino. Si el alcohol fuerte te amilana, hay una larga lista de cervezas importadas. De comer, pide fish and chips, el maridaje ancestral de estas bebidas, o la desbordante hamburguesa wallace, con champiñones y queso provolone. Quizá sea el grado de alcohol, pero las bebidas desaparecen de los vasos a ritmo de jazz, blues, funk y soul mientras la conversación se pone interesante. En el segundo piso, si aún puedes sostener el taco, hay una mesa de billar, salitas privadas y una terraza decorada con butacas de cine antiguo, que sirve como área para fumar. Una de estas salas, por cierto, tiene planes de ser convertida en un club de whisky con degustaciones y cata.

  • Bares de vino
  • Condesa
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El boom de los wine bars en la Ciudad de México es innegable, por suerte. Atrás quedaron los tiempos donde lo único que se tomaba en la mesa eran destilados y cerveza. Hoy encontramos opciones que valoran y promueven el vino mexicano y otras latitudes históricamente vinícolas. Natas Wines nació como una distribuidora de vinos durante la pandemia. David, su creador, se dedicaba a la música, pero con la llegada del Covid-19, se fue a vivir a Ensenada. Como buen francés, es amante del vino, y al llegar a la Baja, no dudó en alzar la copita. Poco a poco fue conociendo a los productores de la zona, aunque lo que más le atrajo fue el vino natural, una “tendencia” cada vez más aceptada, a pesar de los prejuicios. También lee: Wine bars en la CDMX Ahora, radicado en CDMX, Natas es el espacio donde exhibe esos tesoritos. Solamente encontrarás vinos naturales, una buena oferta de etiquetas nacionales, como La Casa Vieja, Figura, Pijoan, Altos Norte, Radicante, Bichi, entre otros. Sobre todo vinos de la Baja, aunque también de otras latitudes mexas. Del otro lado de la tienda/bar están los franceses como Bobinet, Olivier Cohen, Domaine Padié o Domaine Rivaton. Siempre hay cuatro opciones por copeo: blanco, rosado, naranja y tinto. El lugar tiene apenas cuatro mesas, es informal, perfecto para ir a echar la copita con tu bestie o llevar a tu date. La iluminación es tenue, íntima. La música es ecléctica y tienen un programa mensual con varios selectores y DJs invitados. Lo único que echam

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  • Coctelerías
  • Condesa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Baltra
Baltra

De los creadores de Licorería Limantour, llega a las calles un nuevo bar coctelero: Baltra. Contrario a sus antecesores, el lugar es pequeño, de menú corto y, digamos, “informal” ya que, por su concepto, no tienen meseros ni hostess. Lo anterior no quiere decir que no sean superformales con la atención o el servicio, sino que se quitaron de poses para que las personas detrás y delante de la barra convivieran de manera más cercana, lo cual sin duda se logra. Además de los cocteles de la carta, tienen algunos menús de temporada que suelen cambiar con frecuencia y que aparecen anotados en un pequeño pizarrón a la izquierda de la barra. Si tienes suerte, el día que vayas vas a encontrarte con su versión del clásico sazerac, que aquí se sirve con mezcal. Si no, para estos días en los que el sol ya comienza a calentar demasiado nuestros asfaltos, hay un trago esplendorosamente fresco: el lavandula, que lleva bourbon, Cynar, lavanda y un toque de cítricos. Es el ying-yang de los tragos. Fuerte gracias al bourbon, pero delicado por la lavanda. Herbal por el cynar —licor de 13 hierbas— y frutal por los cítricos. Oh, sí. El día y la noche. Lo masculino y lo femenino. Lo podría pedir tres veces seguidas, pero la cosa es que hay que ir probando recetas nuevas. Las botanas tienen la magia de lo sencillo: variedad de aceitunas acompañadas con salsa de la casa —presiento que contiene salsa Maggi, lo cual es pecado, pero la verdad es que el resultado es bueno— y huevitos de codorniz (sumergi

  • Billares
  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Uno de los bares-billares clásicos de la zona. Su multidisciplinaria propuesta incluye una minigalería de arte. Su carta es el cumplidor catálogo de cualquier bar: chelas, cocteles con tequila y mezcal y mojitos por sólo 60 pesos.  A diferencia del bar de snacks, aquí puedes pedirte una lasaña a la boloñesa o bien, para tener al lado de la mesa de billar, unas papas a la francesa. Su crujiente consistencia hace salivar a muchos. La música está a cargo de las bandas de rock que se presentan en este bodegón, arreglado para que las mesas de billar tengan cierta estética que te hace sentir como todo un profesional en una sala de juegos. La hora de billar está en 100 pesos y si la cuenta se te pasa, cuentan con un cajero automático adentro. Sólo aceptan efectivo.

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