Bahía Bar
Foto: Erika Miranda
Foto: Erika Miranda

Antros y bares en la Cuauhtémoc

Opciones de vida nocturna en el área

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De reven en la Cuauhtémoc

  • Coctelerías
  • Condesa
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La música es importante para todos, pero hay quienes simplemente aspiran a hacer de ella el centro de su existencia. Gracias a gente con ese nivel de obsesión es que existen espacios como éste, que es un tres en uno: tienda de vinilos (99 Records), un bar y el listening room. De todos, éste último es el más especial, pues es un espacio donde todo está completamente acondicionado para disfrutar la música con un sistema de sonido poco común, que va de pared a pared, y donde, según me explican, logran una claridad superior al dividir el sonido en cuatro vías, bajos, medios bajos, medios altos y altos.  El listening room es un gran lugar para ir solo o en grupos pequeños, de hecho no aceptan mesas de más de 6 personas y, al abrir la carta, en la primera hoja verás que te recomiendan hablar en voz baja. La idea es que los visitantes guarden silencio para disfrutar la cartelera de discos del día (tienen alrededor de 10 mil vinilos en la tienda). También lee: 7 bares para melómanos Esta selección siemore tiene algún hilo conductor, ya sea geográfico, de género musical o histórico, con lo cual buscan rescatar algo que se ha perdido con las apps de música: escuchar discos completos. Durante mi estadía descubrimos y disfrutamos como nunca antes las sutilezas de Nubya Garcia y Milton Nascimento.  Hay cocteles clásicos y signature, los cuales llevan el sello de Ismael Martínez (Hanky Panky), y todos están inspirados en canciones. Por ahí está Ha Ha I’m Drowning de The Teardrop...
  • Antros
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
U.T.A. Bar
U.T.A. Bar
Hace no mucho, el bar de la Unión de Trabajo Autogestivo era uno de esos espacios “supergóticos” de la ciudad, como otrora fueron el Dada X y el Mercado del Chopo. Hoy es otra cosa —una casi inexplicable—, lo cual no está mal, sino al contrario: antes predominantemente oscuro, este bar es ahora una sopa de tribus urbanas que resulta fascinante. Aún es el espacio perfecto para decir “hola, soy darks”, pero también abundan los punks, los roqueros, los medio hippies, algún godín colado, uno que otro fresa perdido y extranjeros que quién sabe cómo llegan, pero que todo el tiempo parecen tener cara de estar haciendo el estudio antropológico de sus vidas mientras recorren la magnífica casona de tres pisos que aloja a la UTA desde hace más de 13 años. Laberíntica, la gran mansión de escaleras de madera crujiente está llena de fiesta porque hay gente por doquier, desde la entrada hasta la terraza, pasando por los balcones. Cada salón tiene un dj distinto y aunque eso resulta un poco caótico (en espacios de intersección donde el audio que sale de sus bocinas claramente reventadas se mezcla), se agradecen las sorpresas: en una minisala se escucha “Just Like Heaven” de The Cure, en la de al lado “Fake Plastic Trees” de Radiohead, algo trans irreconocible en el espacio siguiente y finalmente, en la planta alta un baile demencial al ritmo de “Lust for Life” de Iggy Pop seguido de “One Way or Another” de Blondie. La verdad es que la selección musical se merece un premio Es importante ir...
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  • Coctelerías
  • Cuauhtémoc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Tokyo Music Bar
Tokyo Music Bar
High-Fi Analog Cocktail Bar, o lo que es lo mismo: un bar de coctelería con viniles. Tokyo Music Bar es un elemento sumado a la carta de Edo Kobayashi, ubicado cara a cara con Emília, el restaurante del chef Lucho Martínez; un manifiesto en cocteles de autor a base de ingredientes naturales y destilados variados. Predomina el minimalismo entre la muy ordenada barra y la simetría del mobiliario: sillas y sillones rosa claro, redondas y rectangulares, entre mesas negras y detalles cobrizos. La tenue iluminación que le rodea otorga un curioso tono retro, sumado con que a primera vista están los tocadiscos. Digamos, entras con la sensación de una canción de Mac DeMarco, y de repente saltas hacia las vibraciones de “Verdis Quo” de Daft Punk. Está cool. Edo y DJ Matsu recopilaron los viniles— hay discos japoneses y americanos—, piezas que ellos compraron o les regalaron. Esta travesía musical se coordina con el show en barra: los bartenders arman el playlist durante las primeras horas de la noche, más adelante llega el dj de casa. Te dan el corto y conciso menú, donde todos los tragos clásicos y de autor se sirven en cristalería japonesa tallada a mano, y cuestan $250.  Unsaid, como la canción de The Fray, es un juego astringente y sutilmente burbujeante: lleva whisky, fresa quemada (la traen de su propio huerto, pasa por un soplete y otorga toques ácidos) y té de oolong gasificado. Un asegurado consentido de la casa que da gusto a todos los paladares, versátil y de encantador...
  • Gastropubs
  • Roma
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Jazzatlán Capital lleva más de 10 años en México. El espacio bohemio nació en Cholula, Puebla, para que cualquier visitante deleitara el gusto y oído. A finales de 2018 se extendieron más allá de las tierras poblanas y el proyecto fundado por Rodrigo Moctezuma aterrizó en la Roma. Con restaurante y tap room, ya tienes un nuevo lugar para escuchar jazz en la CDMX. En el lugar se toma chela artesanal y se ofrecen principalmente antojitos mexicanos, pero lo más importante es el jazz. La cartelera cambia cada mes. En el segundo nivel de esta casona se encuentra el pequeño escenario para escuchar bandas en vivo, como Champetos del Jujú,  con música africana y caribeña con ritmos de jazz, y JAB/Jenny Beaujean.  Si el antojo poblano acecha antes de las horas fiesteras, hay menú completo con sándwiches a la parrilla, hamburguesas y tacos, como el de quintoniles y tlalitos: esos crujientes trozos de chicharrón que agarran sabor del picante rico. Para beber, el espadín de la casa es la compañía ideal; si puedes, tómalo derecho. De la selección de cocteles, probé el ella fitzgerald por el simple antojo del gin (aunque como consejo: dedícale las noches de jazz al mezcal). El coctel lleva guanábana, limón, jarabe y aroma de cardamomo y albahaca; fresco y de presentación coqueta, grande de tamaño y cumplidor para relajarse.  Espera a que caiga la noche para adentrarte en el universo jazzero. Yo llegué a las 11pm de un viernes y la energía se desvaneció poco tiempo despúes (¿mala...
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  • Coctelerías
  • Roma
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Departamento
Departamento
La comunidad fiestera de la CDMX a veces prefiere quedarse en casa, aunque eso no quiere decir que el desmadre se encuentre temporalmente suspendido; la próxima vez que pregunten dónde es la fiesta, la respuesta que tienes que dar es Departamento. El nombre de este bar te explica lo que te espera, un interiorismo que te recordará al depa de un amigo listo para agarrar la fiesta, con todo y tornamesa en la sala y luces tenues que te incitan a quedarte durante horas discutiendo sobre los artistas en los discos de vinil; cada elemento de Departamento está pensado para despertar tu calor hogareño e íntimo. Ya que te sientes como en casa decides si bailas o platicas. La propuesta musical embona con el concepto y con la colonia; suena en su mayoría beats relajados de música electrónica con dj en vivo, hasta un poco de rock en inglés y en español. Además, cada miércoles tienen sus famosas sesiones Improvisión. Sin falta, en cada ombligo de semana, se presentan musicos de la escena nacional e internacional, sin ensayos previos. Acá la espontaneidad es lo más importante. El evento semanal por excelencia. Departamento es el lugar ideal para beber una cerveza y quitarte la sed, unos whiskys cuando quieres enfriar los pensamientos y relajarte, o unos mezcales para brindar por la noche y por tus anfitriones que pusieron la casa; sólo recuerda avisarles antes de llegar, contáctalos por Facebook y haz reservación.
  • Antros
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Patrick Miller
Patrick Miller
Por más de dos décadas, su piso ha atestiguado los mejores pasos de la urbe dentro de sus círculos de dance-offs. Ahí, todo tipo de personajes de la ciudad –bailarines, hipsters, fresas, rucos y taxistas– se unen por el amor al desgaste de suelas. Lo mejor es ir en las noches de los ochenta, noventa y dos miles, que son mucho más amigables que las intensas de high energy, que podrían parecen muy sanas para los inocentes: todo mundo tiene una botella de agua en la mano. (Para saber qué toca hay que checar el calendario en la página). Vale la pena asomarse un rato al círculo de competencia de baile y ver los asombrosos pasos de quienes van cada viernes. Ellos, los héroes del lugar, se toman el baile en serio y van de pants, aunque nunca faltan las que no supieron y fueron de vestido y tacones. Lo más recomendable es ir cómodo. Todo esto da un feeling de esas películas taquilleras adolescentes de concursos de baile. Tras la adictiva primera visita podrás llegar a pensar que los viernes fueron exclusivamente creados para celebrar en esta bodega de paredes pintadas de colores neones, que bien podría haber sido un lugar de laser tag. Una bola disco y vigorosas luces estrambóticas son más elementos del encanto propio del lugar. Entre tanto baile, y a falta de aire acondicionado, el sudor fluye sin pudor alguno. Para saciar la sed en este magno-sauna hay dos opciones: agua y cerveza. Comprarlas implica hacer una fila (kilométrica, a veces), conseguir una ficha y cambiarla en la...
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  • Coctelerías
  • Cuauhtémoc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
En la esquina de Aguascalientes y Manzanillo por varias décadas funcionó un taller mecánico cuyo nombre estaba escrito en la fachada: “Servicio Becerra”. Aunque el letrero se conserva, hoy ya no llegan autos sino comensales hambrientos de probar la última gastrocantina de la Roma.  El diseño tiene detalles que aluden al histórico local que lo precedió. Cortinas de metal con una ventana en medio, paredes raspadas que no esconden el paso del tiempo y, cerca de la barra, mobiliario de acero donde puedes tomar un trago de pie. Lo que más confianza me dio fue la cocina abierta, pues puedes ver en todo momento a los maestros trabajando entre la parrilla, hornos y estufas.  También lee: Top 10 cantinas de la CDMX El chef Emiliano Padilla (conocido también en la escena músical como N4NO) tenía en mente el concepto desde hace años, aunque con la pandemia tuvo que enfocarse en Pollo Bruto hasta ahora, que por fin Voraz es una realidad. La carta se basa en su interpretación de platillos mexicanos, muchos para pedir al centro, emparejados de la mejor manera con una coctelería sui géneris, vinos ricos y mezcales de la barra.  Lo primero que debo recomendar es el churro salado. Imagínate un churro enrollado con una textura ideal pero en lugar de canela, está aromatizado con chaya, y se come con una salsa de queso cotija añejo que no es demasiado fuerte. La combinación de este snack con la Margarita Santa fue la mejor decisión de la noche. Un coctel algo extraño por su cremosidad pero...
  • Coctelerías
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Los hermanos Ricardo y Yayo Nava, con su vasto conocimiento en el mundo coctelero, se embarcan ahora en un espacio propio donde rinden homenaje a su abuelo Mauro, quien se muestra con una actitud interesante detrás de sus gafas oscuras en varias de las fotos que adornan los rincones de este bar.  Antes de la comida, en Orizaba, su abuelo se daba un tiempo para relajarse con un aperitivo a la manera italiana. Un vermut, un amaro o un negroni que nos abstraiga de las tensiones laborales y nos prepare para lo que sea que venga después, sea una comida en familia o un gran banquete. Ricardo nos cuenta que la inspiración tras el concepto fue justamente la época en que su abuelo rondaba los cuarenta años. El diseño interior hace referencia al Milán de los años 70, muy ad hoc con el impulso que quieren darle a los licores clásicos para tomarse a media tarde.  No es novedad que con poco tiempo abierto ya es difícil conseguir mesa si no es por reservación. De los cocteles bajo el nombre de “Sabores Legendarios”, el icono es el Maurito, un trago claro y burbujeante con mezcal, Lillet Blanc, jerez y un toque de guayaba. Otro que nos recomienda Ricardo es el Negroni 1929 (Gin, vermut rosso, campari, nibs de cacao y fresa); si quieres algo más mexa, prueba el Mango Salad, con tequila, tomate y mango en un coctel transparente, ligero y un poco peligroso.  Para acompañar, hay botanas también muy italianas. Mi favorito fue el plato de quesos maduros que despiertan las notas umami de los...
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  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Musak
Musak
Una nueva casa para jazz, soul, disco, funk y electrónica: Musak, el hi-fi listening bar del restaurante Tres Tonalá, cuya mixología fue curada por Mica Rousseau (Fifty Mils) y supervisada por el italiano jefe de barra Raffaele Chinea. Bajo el mismo formato de un speakeasy, hay que preguntar al llegar, pues la magia de la entrada ocurre tras una pared que se mueve. En cuanto ingresas la música penetra de manera diferente: el espacio parece un ecualizador gigante que da total libertad a la música sin perturbar el volumen de tus conversaciones. Elegante y Gatsby-neano, toma asiento en los aterciopelados sillones y rodéate por los tonos dorados y azul marino. Deja que Billy Preston (la figura del soul) sonando al fondo te guíe sorbo por sorbo al frank sinatra, un trago seco con tequila, tonos de clavo, nuez y pimienta con una crusta de chocolate que se derrite entre mordidas. BB King no apareció con su guitarra, pero sí en una muy agradable mezcla de bourbon con coco y vainilla para aquello de lo tropical, sumado con piña tatemada, amaro y limón amarillo. Serge gainsbourg conserva la misma actitud de este versátil compositor parisino, es un trago de mezcal con licor de chile ancho y rebajado sutilmente con té roiboos. A la sensualidad de Musak se le añaden sesiones en vivo de djs y grupos invitados, ofertas frescas que complacen a melómanos y sibaritas por igual. Total, del buen trago y la buena música nadie te quita lo bailado. 
  • Gastropubs
  • Cuauhtémoc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Te pasa que valoras más las series que sacan un capítulo a la semana porque tienes que esperar para ver el siguiente? Algo así pasa con Travieso. Este bar escondido (debes llegar a la casa de Oveareal café y subir hasta el último piso) solo abre los jueves, así que planea con tiempo tu visita, ya que aquí cada semana ocurre un pachangón.  En su instagram (travieso.travieso.travieso) puedes saber quién estará como DJ invitado, además de las colabs con marcas locales de licores y destilados, o bartenders de la escena que le caerán a batear.  Vale mucho la pena conocer los dos moods de Travieso, llegar temprano a cenar y disfrutar del lugar en sus sillones de terciopelo, que dan una vibra setentera con detalles que ya son un sello de la casa, como el cuadro de una virgen detrás de la tornamesa.  También lee: 7 fiestas para bailar en CDMX Sin duda la comida es de lo mejor que tiene esta propuesta, y es que siempre habrá algo nuevo, ya que el menú cambia cada semana. A cargo está el chef Ramsés Manneck. Con un estilo muy fresco, sus platos no solo son bonitos a la vista, sino que también muy ricos. Para muestra, me tocó probar un muy elogiado tartar de res con ajo frito servido en alga nori y un maravilloso taco dorado de chicharrón con ceviche rojo de camarón, jitomate cherry y hierbas frescas por encima. También te podría tocar algún chef amigo, por su cocina han pasado, por ejemplo, Klaus Mayr (Anónimo), Armando Acosta (Cerrajería) o Noé Viviès.  Mientras vayas cambiando...
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