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[title]En México surgen los festivales de arte universitario como un impulso y promoción hacia los jóvenes artistas que buscan una oportunidad de dar a conocer su talento. En conmemoración de los 80 años de la fundación del Tec de Monterrey, en su campus principal se llevó a cabo la tercera edición de VIBRART y reunió las principales expresiones artísticas en un solo lugar. Similar a lo que ocurre en la UNAM con el Festival Aleph, Feria Internacional del Libro Universitario y Festival Internacional de Cine de la UNAM, por mencionar algunos. VIBRART nos llevó a varias reflexiones y nos hizo pensar ¿por qué son importante celebrar festivales de arte universitarios?
¿Qué es VIBRART?
Es un festival donde los estudiantes de Tec de Monterrey pueden compartir su potencial en las diferentes disciplinas artísticas como la danza, el cine, el teatro, la música y la literatura. Además, se realizan conferencias magistrales con distintas ponencias del sector, quienes dan a conocer parte de su trabajo, carrera y cómo este conocimiento los puede ayudar a mejorar sus proyectos.
Cine, danza, música y más
Del 17 al 20 de mayo contó con la presencia de Rita Basulto, directora de fotografía de cine, compartió parte de su trabajo artístico para la película de Pinocchio del director mexicano Guillermo del Toro y su experiencia con el stop motion, en palabras de la fotógrafa dijo que esta película logró darle posición al país dentro del cine de animación para las futuras generaciones de artistas visuales.
En el panorama fílmico, se proyectaron 27 cortometrajes los cuales participaron en las categorías documental, animación, ficción y experimental. El espacio colaboró con la Secretaría de Cultura e Imcine para archivar las cintas, y darles un espacio de reporudcción en la plataforma Filminlatino, la cual puedes visualizar de manera gratuita.
La magia participó en la categoría ficción y obtuvo mención especial por visibilizar a la comunidad drag queen de LGBTIQ, dirigido por Julio César Vázquez y con la producción de Lizeth Camacho. Relatan cómo fue la vida de María Feliz (personificada como María Félix), en los años ochenta, donde la represión y lucha contra el VIH formaba parte de la comunidad.
En la categoría de documental se coronó como ganador el corto Entre la masa y la tierra, basado en la historia real de Jorge de la Rosa, un panadero que busca generar nuevos espacios verdes en Querétaro para ayudar al medio ambiente, dirigido por Jorge Ricardo Riquelme.
La parte de danza, literatura y arte se realizaron actividades en comunidad, estuvieron presentas estrellas de la industria como Derek Mitchell, coreógrafo residente del musical de Broadway Hamilton, dio una lección práctica de danza y Cheryl Porter, coach vocal que ha trabajado en proyectos de Disney como El Rey León y con más 20 años de trayectoria artística.
Cierre con broche de oro…
Lo que le puso la cereza al pastel fue la convocatoria de canto, los estudiantes del Tec interpretaron una canción original llamada “Yo soy Tec” y dio la nota para iniciar el Festival de Canto.
En un dueto acústico, la canción original llamada “Hiero” del campus Santa Fe ganó el primer puesto. Mientras que los jóvenes del campus Tampico, Tamaulipas representaron un número original “Mi Sangre Huapanguera”, con instrumentos tradicionales de su cultura y fueron ganadores del segundo lugar. Estos videos fueron transmitiendo live stream desde la plataforma del Tec de Monterrey.
En el evento se dieron a conocer los nuevos temas, problemáticas e incertidumbres que circulan en las nuevas generaciones. Este espacio al igual que otros que existen en la Ciudad de México son de relevancia y vital permanencia, para abrir el panorama a nuevas realidades, ideas y formas de expresar el arte en la sociedad.
¿Y por qué asistir se vuelve tan relevante?
También vale la pena decir que las expresiones artísticas disidentes suelen ser incómodas, muy poco mercantiles, dificiles de vender y de hacer que los públicos se acerquen. Por eso reunirlas en espacios así, y dar la oportunidad de que jovenes las difruten, se vuelve tan importante. Un festival de arte universitario es la ventana para conocer más allá de lo comercial, de acerca a algo verdaderamente nuevo y retador. Si tienes la oportunidad de asistir a festivales como VIBRART o El Aleph, no la desaproveches.
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