En los años treinta, cuando David Alfaro Siqueiros revolucionaba el mundo del arte en un contexto político que lo hacía víctima de la censura, los museos apenas le daban una experiencia personal a los usuarios, con lo cual fue necesario un impulso siqueriano para cambiar ese contexto. Finalmente, el legado del muralista, además de sus ideales políticos, lo verás reflejado en la Sala de Arte Público Siqueiros con una exposición en la que cuatro artistas retoman el propósito ideológico y artístico del artista.
Ana Bidart y Primal, Iván Krassoievitch, Antonio Bravo y Lucía Vidales son los responsables de presentarte una experiencia inmersiva a través de sus obras, las cuales abren un diálogo directo con los murales de Siqueiros, ya sea por el concepto ideológico, el propósito de la instalación o ambas. Por ejemplo, Lucía Vidales presenta ocho paneles en el cubo que exponen una perspectiva de la crucifixión de Cristo, un tema recurrente en diferentes obras del muralista durante su etapa de encarcelamiento en Lecumberri; estas son metáforas del preso político y, al mismo tiempo, crea una atmósfera controvertida en el lugar.
De lo anterior el nombre de la muestra Murales para un cubo blanco que alude al espacio expositivo sin expresión conocido como cubo blanco en contraposición al muralismo, movimiento en el que el entorno y la arquitectura es parte expresivo de la obra de arte.
Esta es la oportunidad perfecta para reflexionar sobre la importancia de la obra en un recinto, cómo te incluyes en ella, y claro, la situación política actual.