El término ciberpunk se acuñó en los ochenta. Es un subgénero de la ciencia ficción que se refiere a un mundo cargado de tecnología en el que el lado humano es casi inexistente. Este mes se estrena Altered Carbon, una de las series más esperadas de 2018. Es un ambicioso proyecto de Netflix basado en la novela homónima de Richard K. Morgan, uno de los autores de ciberpunk más sólidos de la última década. La primera entrega literaria (es una trilogía) se publicó en 2002 y fue tanto su éxito que Joe Silver (productor de Matrix) de inmediato compró los derechos —por un millón de dólares— para adaptarla al cine, pero el proyecto quedó parado por 15 años, ya que a todas las productoras les parecía muy arriesgado.
En 2016 la guionista y productora Laeta Kalogridis (Shutter Island) obtiene los derechos y se los ofrece a la plataforma de streaming (la cual ha rescatado proyectos rechazados por el cine, como 13 Reasons Why), que los compra y lo convierte en showrunner.
Foto: Cortesía Netflix
El piloto de Altered Carbon es dirigido por Miguel Sapochnik (el mismísimo que dirigió el épico episodio “Battle of the Bastards” de Game of Thrones) y nos muestra un planeta Tierra 300 años en el futuro, donde la mente humana puede ser digitalizada y colocada en un nuevo cuerpo. O sea, inmortalidad. Los cuerpos donde se pueden descargar las conciencias digitales se llaman stacks, pero su costo es tan elevado que sólo los millonarios tienen acceso a este tipo de tecnología.
Es cuando conocemos al soldado y mercenario Envoy Takeshi Kovacs (interpretado en el pasado por Will Yun Lee y en el presente por Joel Kinnaman), quien se despierta en un nuevo cuerpo años después de que le quitaran la conciencia. Desconcertado descubre que Laurens Bancroft (James Purefoy), el hombre más rico de la Tierra, fue quien pagó para que su mente fuera puesta en un stack. Laurens ofrece a Kovacs borrar su expediente, sólo si puede investigar el crimen por el que mataron a su anterior implante digital.
Para todos los que estén preocupados por este show policial noir futurista, sólo les puedo decir que se deben tranquilizar, ya que cada episodio —de los 10 que componen la primera temporada— tuvo un presupuesto de entre 6 a 7 millones de dólares, por lo que su diseño te dejará sin aliento y su estilo visual recuerda a Blade Runner.
Foto: Cortesía Netflix
El problema es el ritmo del programa, ya que para plantear el universo y la trama se toman mucho tiempo; casi no ves acción y cuando empiezan a ocurrir las cosas ya estás dudoso de continuar. La actriz mexicana Martha Higareda es protagonista del show y aunque da gusto verla haciendo algo totalmente diferente y arriesgado como Kristin Ortega, la construcción de este personaje no le permite alejarse del cliché mexicano que tanto les gusta a los gringos.
Por ejemplo, estamos hablando de un mundo donde las razas y nacionalidades ya no existen, pero tenemos una escena en la que la mamá del personaje la regaña por no ir a misa y le pide que vaya a confesarse (todo en español). Obviamente este momento te saca del contexto futurista, y si a esto le juntamos las constantes mentadas de madre en español que hace Kristin, pues no ayuda mucho.
Altered Carbon es la respuesta que Netflix hace a Westworld de HBO, la cual no fue un éxito inmediato, pero conforme fue pasando el tiempo se convirtió en una serie de culto que ha provocado que su segunda temporada sea de las más esperadas este año, y como la famosa plataforma canceló Sense8, no tiene un producto de ciencia ficción original. Al final, este show encontrará un mercado bastante limitado, ya que por su tono, crudeza y trama, no es fácil de digerir.
Foto: Cortesía Netflix