Festival de escritura digital
Foto: Cortesía Time Out New York

Poetas LGBTTTI en la CDMX

Conoce a los escritores que se han inspirado en la Ciudad de México para crear crónicas, poemas y novelas

Escrito por
Time Out México colaboradores
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No sólo con sus lugares turísticos o sus periferias inexploradas, sino también con su vida nocturna y sus ligues de una noche han inspirado a poetas. Por ejemplo, en “Ciudad”, el poeta gay griego, Constantino Cavafis, escribió que uno nunca puede escaparse de su ciudad pues ella irá contigo a cualquier lugar que vayas, te perseguirá en los recuerdos, te seguirá como tu sombra.

Y la Ciudad de México no ha sido la excepción, ya que se ha grabado para la posteridad gracias a la pluma de muchos poetas defeños, tanto los nacidos aquí como en quienes la han hecho su casa.

A continuación te enlistamos a poetas queer que con su trabajo han resaltado la vida LGBTTTI de la Ciudad de México así como los artistas y novelistas.

Escritores queer

José Joaquín Blanco
Foto: Cortesía INBA

José Joaquín Blanco

 “Once de la noche”

Abrigados caminantes de labios vegetales.
Frías las estatuas y las fuentes.
Tiritan en los charcos las luces de neón.
Un ladrón vigila al policía que lo vigila.
Hay pájaros dormidos en follajes de piedra.
Putas entumidas, retrasados presurosos.
Un travesti te mira fijo.

José Joaquín Blanco es reconocido como uno de los máximos cronistas de la Ciudad de México. Sus textos están reunidos en los libros Función de medianoche (ERA, 1981), Un muchacho bien helado (ERA, 1990) y Álbum de pesadillas mexicanas (ERA, 2002), los cuales ya son un referente para conocer la reciente historia de nuestra amada y odiada ciudad.

“Ojos que da pánico soñar” es una de sus crónicas más recordadas, ya que fue uno de los primeros poetas en reconocer su homosexualidad públicamente. Este trabajo apareció en 1979, mismo año en que se publicó otra emblemática novela citadina que cuenta las aventuras gays de aquellos años, El vampiro de la colonia Roma (Grijalbo, 1979), de Luis Zapata, así que en más de un sentido están hermanadas.

Si la ciudad es el centro de las crónicas de José Joaquín Blanco, el tema gay en la ciudad forzosamente debía estar en su poesía, particularmente en dos libros: La siesta en el parque (UNAM, 1982) y Garañón de la luna (Molinos de Viento, 1983), que pueden leerse en Poemas y elegías (Cal y Arena, 2000).

Odette Alonso
Foto: Cortesía Odette Alonso

Odette Alonso

Bailando a oscuras

“La ciudad que se coló por la ventana y tapizó su vientre de flores y enredaderas, guirnaldas de piel y aliento fresco, frutillas dulces, elíxires y espasmos. La ciudad que sonreía, si sonreía yo sobre su cuerpo".

Cubana de nacimiento, concretamente de Santiago de Cuba, Odette Alonso vive en México desde 1992. En entrevista confiesa: “Alguna vez me pregunté si éste era en realidad el lugar adonde debía vivir; lo pensé poco: la respuesta fue un rotundo sí”. De esa manera ha hecho de la Ciudad de México su casa y su lugar de batallas, amores, odios y aventuras.

Ama la ciudad por su monstruosidad y tu ternura, su sensación de anonimato, de indiferencia, por sentirse una hormiga más entre el gentío. Pero la muchedumbre le da miedo: “prefiero verla desde una esquina. Así practico mi bipolaridad y hago de mi casa un refugio”, comenta. También odia la temporada de lluvias con frenesí, las agujas heladas, el frío en pleno verano, pero también ha encontrado el amor y la pasión en esta ciudad.

Y, por supuesto, ese amor-odio la ha inspirado pues confiesa que la Ciudad de México “es el escenario de mi poesía más reciente. Las calles, los trayectos diarios en el Metro, la vida citadina, las mujeres a las que amo”.

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Sergio Loo
Foto: Cortesía Wikipedia/Sergio Loo

Sergio Loo

“Eduardo”

Tenía 15 o 16 y se llama o se llamaba Carlos
Carlos Eduardo pero no recuerdo los apellidos
Pero recuerdo las señales de sus ojos
No quise acostarme con él    
No acostumbro acostarme con los simpáticos, le dije
El último vagón del metro estratégicamente habitado
por deseosos rasguñando la última hora de servicio
frotándose la bragueta engullendo.

 Sergio Loo murió joven, a los 32 años, pero dejó una sólida obra en libros de poesía como Claveles automáticos (2006), Sus labios brazos en mi boca rodando (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2007), Guía roji (IVEC,2013), una novela, House. Retratos desarmables (Zeta Bolsillom, 2013) y el póstumo Operación al cuerpo enfermo (Ediciones Acapulco, 2016).

Loo era noctámbulo, le gustaba caminar la ciudad de noche, encontrarse con esos personajes pintorescos que parecen salir quién sabe de dónde y sólo en las madrugadas. La poesía de Loo a veces es candorosa casi inocente, pero otras veces también tiene un afilado humor negro. En su libro Guía roji los poemas tienen nombre de lugares de la CDMX como: “Alameda Central”, “Eje Central”, “Reforma esquina Periférico”.

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