Más allá de la música clásica, los diferentes géneros musicales han luchado para que se les considere arte. Solo basta recordar el trabajo de John Cage, compositor que llevó a la música a terrenos desconocidos, logrando que su obra llegara al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) o al Museo Jumex con piezas que experimentaron con el silencio como 4’33’’ (1952), o sus sets de noise, consolidándose como uno de los compositores más influyentes del siglo XX.
Quizá como una forma de obviar la cualidad artística de la música, algunos proyectos musicales han recurrido a las artes plásticas para crear portadas de discos icónicas, como la clásica banana de Andy Warhol en el álbum debut de The Velvet Underground, en 1967. Y no ha sido la única. Por eso buscamos aquellas que resultan de la colaboración de dos artes distintas e igual de importantes.
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