Torreblanca
Foto: Cortesía Torreblanca

Juan Manuel Torreblanca

Platicamos con el líder de Torreblanca sobre su más reciente disco 'El polvo en la luz'. No te pierdas su presentación el 15 de mayo en el Auditorio Blackberry

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¿Cuál es tu principal fuente de inspiración? Tus canciones aparecen como himnos desesperados y a la vez como melodías llenas de alegría.
Mi principal fuente de inspiración es más bien la confusión ante la vida. También hay semillas de dolor y de alegría, pero se cuelan al trabajo musical o letrístico cuando hago un diálogo conmigo mismo.

El polvo en la luz
podría haber sido un disco fastidiosamente triste, si la música hubiera buscado un camino paralelo al de las letras. Lo intuimos desde el principio y se tomó la decisión de buscar el contraste en la música. El ejemplo más claro es "Hubo valor", que en una explosiva festividad invita al baile, pero las letras tienen bastante de enojo y otro tanto de lucha por seguir adelante.

"1000 fantasmas", el primer track de El polvo en la luz, surgió como una canción para musicalizar una película muda. ¿Qué tan difícil fue adaptarle una letra? ¿Te inspiraste en el argumento de la cinta?

"1000 fantasmas" surgió cuando la Cineteca Nacional nos invitó a musicalizar la película Diferente a los demás de Richard Oswald (1919). Para la musicalización invité a Natalie Reyes, quien ahora nos acompaña en Torreblanca como tecladista y corista. Juntos hicimos la musicalización y al final ni siquiera grabamos las funciones. Pero había dos temas instrumentales que yo seguí tocando en casa. Cuando llegó el momento de componer nuevas canciones, las dos levantaron la mano y se transformaron en "1000 fantasmas" e "Indestructibles". En cuanto a letras se refiere, no hay mucha referencia en ellas a la película. Más bien son -como casi todas las canciones para mí- reflexiones psicológico-autobiográficas y exorcismos de problemas de la vida que prefiero no contar a detalle para no contaminar la relación que alguien más pudiera establecer con las canciones.

La presencia femenina en tus discos es un elemento importante. Ya sea en las letras o en las voces. ¿Qué representa en tus composiciones?
Me da equilibrio, paz y balance. Vengo de una familia matriarcal donde ha habido hombres sobresalientes en su trabajo, pero los pilares se mantienen en pie por las mujeres. Necesito esa fuerza a mi alrededor. Por otro lado, la presencia de lo femenino en la música (de la voz de la mujer, de sus ideas, de su manera de tocar) me ayuda a sentir mucho más rica y completa la música.

Eres uno de los artistas independientes más exitosos de México, pero seguramente no todo ha sido tan fácil como pensamos al exterior. ¿Alguna vez has pensado en abandonarlo todo? ¿Qué es lo que te mantiene creando canciones?
Cuando tu música llega a un público, la hace suya y va a tus conciertos, piensas que no hay lugar para quejas. Pero sí he pasado por momentos de enorme duda, en los que he pensado que quizás debería abandonar esta persecución de la carrera de "artista". Llevamos ocho años picando piedra y aprendiendo a ser "profesionales". Pero, ¿qué me mantiene aquí? La posibilidad de tocar y ser ese yo más valiente y más conectado con el todo, eso le da razón de ser no sólo a la chamba, sino a mi vida.

Se me hace una frase un poco cursi pero creo que tengo más cosas que decir. Ser cantautor no es un puesto en el que realmente pueda crear cambios sociales, pero igual siento una responsabilidad y una urgencia por hablar. Me duele mucho mi país, me duele que nos separen en "sectores", la violencia, la corrupción y la frivolidad en que a veces uno tiene que sumergirse al buscar fondos para sobrevivir como artista. Siento que la ambición y el hambre pueden contaminar las razones por las que uno hace música, y no quiero que eso me pase, porque si llegara a suceder, quisiera darme cuenta a tiempo para dejarlo y buscar otro camino.

Revisa aquí nuestro especial de estilo con Torreblanca.

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