La Faena
Ariette Armella

Ruta ecléctica (Centro)

Charla, comida y buena música en el centro de la Ciudad de México.

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Empieza el recorrido desde la tarde con unos mezcales y una plática en lo que llegó a ser uno de los lugares favoritos de Carlos Monsiváis: La Faena. Para cenar y seguirla vete por unos tragos y una torta de bistec y chistorra ahogada en salsa verde a la Hostería La Bota. De ahí, un Mezcalini de Tamarindo o whiskey en las rocas mientras ves a una banda de jazz en vivo en el Zinco Jazz Club es la opción para acabar la noche relajadito y listo para la cama.

  • Cantinas
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La Faena
La Faena

Es un museo taurino pero no tiene nada que ver con la matanza de toros. “Faena” del latín “facienda” que significa “cosas que hay que hacer” nos deja en claro que una cosa que hay que hacer es visitar esta cantina-museo taurino que junto con El Bar Mancera -a sólo una puerta de distancia- son consideradas dos de las cantinas más antiguas y tradicionales del Centro Histórico de la Ciudad de México. 

  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Hostería La Bota
Hostería La Bota

Platica, bebe y come junto al Hombre Araña, un toro y la Mona Lisa La monotonía no entra a este “cultubar”. Frases de personajes como Octavio Paz, José Martí y John Cage, dan motivo para andar mirando para todos lados. Concurrido principalmente por estudiantes e intelectuales, transmite una vibra de originalidad con un ambiente confortable que te hará sentir como si estuvieras en casa de un amigo.

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  • Cuauhtémoc
  • precio 3 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Zinco Jazz Club
Zinco Jazz Club

Un anfitrión elegantemente vestido de negro será lo primero que verás al entrar a este relajado espacio con decoración color negro y rojo. Él te conducirá a las bóvedas subterráneas de lo que hace algunos años era el Banco de México, que desde hace ya varios años emulan al Zinc, el legendario club de jazz de Nueva York. Callado a momentos, los silencios se interrumpen con las armonías complejas y la polirritmia de cualquiera de los muchos géneros del jazz.

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