Asesoría legal, atención médica y psicológica, y más apoyos encuentran aquí los migrantes que llegan a la CDMX
Moverse de la tierra de origen puede tener muchas causas: desde experimentar vivir en una ciudad distinta, hasta la necesidad de sobrevivir y buscar nuevas oportunidades. Para este último caso, en particular, el panorama no es sencillo; a veces la migración sucede con urgencia y obliga a dejarlo todo, otras más implica procesos legales que más vale resolver a la brevedad.
Para ayudar a los migrantes que llegan a la CDMX, las organizaciones de la sociedad civil que te presentamos ofrecen diversas y accesibles opciones. En estos lugares, las personas que llegan a vivir a nuestra ciudad pueden encontrar desde un techo y alimento, hasta asesoría jurídica y atención médica.
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es un refugio que cuenta con atención médica, psicológica y asesorías para los migrantes que transitan por México y que son solicitantes de refugio. Hacen énfasis en las personas que fueron víctimas de violaciones de derechos Humanos. en el albergue pueden descansar y dormir hasta que su situación se regule.
55 5341 2597
Es una ong que apoya a mujeres migrantes de todas partes del mundo. Fue fundada hace nueve años, para cubrir las necesidades básicas de hospedaje, alimentación y servicio médico, y acoge a las migrantes durante dos o tres meses.
Constantino 251, Vallejo.
Se trata de una organización civil que fue fundada por activistas en 1995 con el objetivo de atender a personas migrantes. La ong trabaja para contribuir al cambio de las políticas migratorias, teniendo como eje rector los derechos humanos. además, ofrecen servicios legales para quienes busquen regularizar su situación en el país.
Carlos Dolci 96, Alfonso XIII. 55 5514 1519.
Para acceder a Casa Tochán uno debe de subir calles empinadas, caminos que parecen laberinto. Allí habitan centroamericanos, quienes están en espera de una Visa Humanitaria. Desde hace nueve años la coordinación del lugar está a cargo de Gabriela Hernández, mujer citadina, pero que dice es “parte de una migración interna”; su papá era de Tlaxcala y su madre vivió en Veracruz.
“Fuimos parte de un proyecto colectivo. Surgimos cuando había muchos secuestros a migrantes y durante la administración de Felipe Calderón se creó la Visa Humanitaria, pero el entonces presidente no previó un lugar para darles, en tanto se resolvía su situación en el país. Aquí no había un lugar adecuado donde tener a estos migrantes, que eran víctimas de algún delito”, detalla Gabriela.
La activista, quien ha dado refugio a migrantes en la CDMX desde la revolución salvadoreña, explica que “la gente ya no sale por el sueño americano”. Si bien Estados Unidos tiene una mejor economía y más fuentes de empleo, las personas dejan su tierra natal “porque las condiciones de vida de sus países son terribles. En Honduras desde hace años, la situación se agrava, ya no solo son las pandillas y las maras que tienen aterradas a los jóvenes y a la gente trabajadora. A esto se suma los desastres climáticos”, reflexiona Gabriela.
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