Ilustración del cómic Conan la guerra de la serpiente
Ilustración: Cortesía Panini Comics

Rockstar Comic: La guerra de la serpiente, Conan y Moon Knight

En medio de pesadillezcas batallas se desarrolla el crossover entre Conan y Moon Knight: La guerra de la serpiente.

Escrito por
Jesús Chavarría
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Hubo un tiempo en que el término crossover representaba una forma segura de sorprender al lector e ilusionarle con un evento único y que muy esporádicamente llegaba a repetirse. Una sensación que para aquellos no iniciados en el mundo de las viñetas, pero que son asiduos al cine, sería algo similar a lo que —independientemente de lo decepcionante que resultó— sucedió al momento de presenciar el encuentro en la pantalla grande entre Batman y Superman.

Pero más allá de que estos célebres personajes pertenecientes a la misma compañía se reunieran —algo que se volvió costumbre en los cómics—, lo que más emocionaba era el cruce con los universos de otros sellos, dígase Marvel. Fue así como llegaron encuentros clásicos sin precedentes, como aquel entre Spiderman y el Hombre de Acero, o Hulk con el vigilante de Ciudad Gótica; ambos con sustentos poco elaborados y conclusiones que igual alcanzaban el absurdo, pero que funcionaban bajo la visión un tanto ingenua de su momento, eran otros tiempos.

Por supuesto, aunque los sujetos con capas, mallas y la ropa interior por fuera suelen ser los que acaparan los reflectores, la participación de personajes de otro estilo en este tipo de propuestas suele redundar en pasajes tan insólitos que reaviven esa capacidad casi perdida de sorprenderse con ellos.

Como ejemplo podemos mencionar Alien vs Depredador, unión en papel de dos franquicias del cine de ciencia ficción que luego sería replicada por el mismo; o aquella vez en que Punisher se dio una vuelta por Riverdale para verse las caras con Archie, dentro de una casualidad tan ridícula como divertida; incluso cuando se dio un evento similar entre los títulos mexicanos Karmatrón y Destrúctor.

A esa misma línea pertenece Conan la Guerra de la Serpiente, una saga que plantea el cruce entre el concepto del superhéroe y el subgénero de la fantasía denominado como de espada y brujería. Se define así porque la magia, además de ser un atractivo revestimiento, va siempre acompañada de connotaciones oscuras y sirve como detonador del lado retorcido de la naturaleza humana, y en este caso no es la excepción. 

Aquí nos encontramos con un recorrido febril por los sueños de vidas pasadas de un hombre moribundo, quien consciente de sus encarnaciones recurre a ellas para enfrentar la terrible amenaza de un Dios maldito. El punto de partida es ideal para un desfile de personajes provenientes del universo Marvel —específicamente Marc Spector, conocido como Moon Knight— y otros pertenecientes a los relatos de Robert E. Howard. Estos últimos han pisado con firmeza en el medio de los cómics —amén de que algunos han tenido llamativos traslados a la pantalla grande—, empezando por el bárbaro cimmerio Conan, seguido del atormentado puritano Salomon Kane, y de Agnes la Oscura, cuyas andanzas aunque vieron la luz hasta los años setenta, fueron escritas entre 1932 y 1934, convirtiéndose en una figura precursora de la mujer liberada y guerrera.

Entre lo más destacado está la forma en que la naturaleza literaria de estos últimos, en el guion escrito por Jim Zub, se ve reflejada con diálogos sofisticados que aluden a pequeñas metáforas, acompañando secuencias en donde logran equilibrar la espectacularidad propia de los superhéroes, con el tono de la épica tradicional y algunos tintes de terror en atmósferas recargadas, otorgándole una identidad propia a cada una de las apariciones de los protagonistas.

Todo esto se desarrolla en medio de pesadillezcas batallas con cultos insanos, que encuentran su principal virtud en el dinamismo del armario y sus mejores momentos en las ilustraciones a páginas completas tipo mosaico, saltando entre tiempos y apoyándose en la fuerza narrativa heredada del estilo del ya mencionado Howard.

Conan la Guerra de la Serpiente, publicado en México por Panini Cómics, se trata de una propuesta que vaya qué sabe aprovechar las posibilidades de las alianzas imposibles, recuperando el espíritu de los crossovers, y que resulta una buena opción tanto para los fans de los cómics, como para aquellos que gustan de la  fantasía en general.

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  • Qué hacer

A partir de la investigación encabezada por James Gordon, sobre el asesinato cometido aparentemente sin sentido por el Acertijo, la cual da pie a inquietantes interrogatorios, violentas pesquisas y sangrientos escapes, entregando de paso cruentas declaraciones que hacen referencia a joyas del mundo de las viñetas como Batman: Killing Joke, las cuales van más allá del simple fanservice, adquiriendo un fatídico peso dramático dentro de la trama; se desarrolla otro más de los acostumbrados y siempre interesantes acercamientos de Tom King a los rasgos patológicos latentes en la mitología de los superhéroes, en este caso la generada alrededor del vigilante de Ciudad Gótica, quien esta vez luce más despiadado, asqueado y enfermo que nunca.

Yendo y viniendo entre su pasado escolar y de violencia familiar que detonó su obsesión por los enigmas que de ser su peor pesadilla pasan a ser su estilo de vida, y su presente de retorcidas y despiadadas manipulaciones que hacen de la coacción un sangriento mecanismo que cobra víctima tras víctima y empuja a sus oponentes a un callejón del que solo hallarán la salida si trastocan de forma irremediable sus principios y abandonan sus escrúpulos, es que aquí son expuestos los orígenes de quien es conocido como el Acertijo.

Los trazos delgados que recorren como grietas las pinceladas granosas de color, sobre viñetas que se desdibujan como los límites entre la razón y la demencia, en secuencias recargadas que se pasman en ilustraciones a página completa para enfatizar el panorama desolado e infeccioso de una urbe sin salvación; son el reflejo ideal creado por el artista Mitch Gerards, para redondear la justa y enfermiza reivindicación de un villano clásico como uno de los enemigos más interesantes, infames y peligrosos del legendario Batman.

Batman One Bad Day: The Riddler es un pasaje relativamente corto pero no por ello menos brutal. Lo publica Panini Comics en elegante edición de pasta dura con un sutil toque de quinta tinta para el título, e incluye una galería de sugestivas portadas alternativas realizadas por gente como Brian Bolland, Jim Lee y Jorge Fornés que terminan por convertirle en un verdadero objeto de colección. 

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