Las lluvias nos tienen con pensamientos panaderos fuertes. Nada como contraatacar estos días nublados con un pancito y una bebida caliente, así que aquí hay opciones de panaderías prometedoras que tal vez no conoces.
Y por si requieres, no te quedes sin probar las mejores chocolaterías, y algunos de los postres icónicos de la CDMX.
El hot spot en cuanto a pan se refiere es esta panadería speakeasy del chef Lalo García. Toca el timbre y dejate conducir hasta la cocina donde puedes ver cómo los mestros elaboran el pan del día frente a ti con una técnica superior. Ojo, hay que llegar temprano porque todo se va -literalmente- como pan caliente.
Tonalá 143, Roma. Metrobús Sonora. Mar-dom 8am-3pm.
Poco a poco se ha vuelto una de las panaderías consentidas de la Condesa, tienen una gran variedad de pan dulce y salado con una muy buena relación calidad-precio para esta zona.
Campeche 280, Condesa. Lun - Sáb 8 am-8pm, dom 8:30am-7 pm.
La dedicación del chef Iván Ortíz por el pan, o como él le llama, pan en serio, no en serie, es inaudita. El Rústico es una de los poquísimas panaderías que se preocupan por tener prácticas sustentables desde la siembra del trigo. Aquí puedes ver el molino de donde sale la harina orgánica que usan para las piezas de pan que no solo saben bien, también nutren.
Medellín 265, Roma. Lun-dom 9am-6pm.
Lo más vistoso de la fachada de esta cafetería japonesa son las perfectas barras de pan de molde (shokupan) y pan dulce que está dispuesto para picar tu curiosidad. Su creadora del pan es Terumi Kameoka y desde mi visita no me canso de alabar su trabajo.
Los hotcakes son prácticamente perfectos, suaves, súper aireados y nada empalagosos para que los puedas terminar. Una joya en esos días en que quieres un desayuno apapachador.
¿Vulevú un pancito avec moi? En diciembre pasado, Vulevú abrió al fin las puertas de su panadería física en la esquina de Córdoba y Coahuila. Este proyecto, creado como un delivery de panadería y pastelería francesa en 2020, dio el paso a lo presencial. Sin perder su esencia viajera, Vulevú, como lo sugiere su nombre, te invita seductoramente a descansar del paseo vespertino o dominical en su terraza verde, fresca y sorprendentemente silenciosa. El lugar cuenta con una amplia barra de café, diversas bebidas y vitrinas llenas de opciones clásicas y de temporada (hacen galette des rois, rosca de reyes o pan de muerto), lo difícil es elegir.
“Venimos porque aquí hacen muy buen pan”, escuché decir a una señora mayor mientras se asomaba por la vitrina de Saint. Esto, claramente, se confirma probando, pero primero lo primero, que de la vista nace el amor. Y si ver el pan transformado en diferentes formas, texturas y sabores te llena de gozo antes de dar un bocado, llegaste al lugar indicado.
Prueba el pain au chocolat, los roles de ricotta y las delirantes berenjenas a la parmesana. El antojo es la mejor brújula aquí, pues no hay nada que sea malo. Además de la barra, también hay una terraza de piso de piedritas con mesas metálicas y un segundo piso más íntimo.
Sé que suena a gula, pero honestamente la visita a Croasan Panadería no estará completa si te vas sin probar el pan hecho en casa, o al menos pídetelo para el camino. Prueba las barras de pan con mezcla de chiles quebrados, las garras de tigre, el croissant, en chocolatín y el pan individual de jengibre que merece un aplauso: crujiente por arriba y suave por dentro. Una delicia.
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