Chiquito, pero cumplidor. Este espacio perfectamente arbolado, con juegos infantiles y un centro cultural no tiene nada que envidiarle a los glamorosos parques México o España. Hasta cierto punto tiene aun más riqueza, porque refleja en cada espacio la personalidad de una colonia diversa, un barrio de verdad y no pretensiones. Es mi parque favorito de la ciudad, metro por metro, sauce por sauce y persona por persona. En su plataforma para skaters nunca falta un grupo de adolescentes azotando la tabla, mientras a unos metros señoras jubiladas hacen aerobics (sí, como en los noventa) o manualidades. También hay perros; una especie de club de dueños de razas boxer y bulldogs se reúne por las noches para presumir las últimas hazañas de sus rudas mascotas. El Faro del Saber en el centro del parque tiene un acervo pequeño, pero solo ojear una revista ahí da una sensación de bienestar. También está el arenero para niños, aunque admitámoslo, escucharlos reír y corretearse es agradable cinco minutos, poco más puede ser un suplicio si no eres su familiar.
Al salir de la estación del Metro Patriotismo tienes dos opciones: caminar por la Escandón o dirigirte la Condesa. Te recomendamos un parque, una cafetería y demás sorpresas para descubrir en esta zona de la CDMX