El Museo Experimental El Eco abrió sus puertas en 1953 con una lectura del Manifiesto de la arquitectura emocional, de Mathias Goeritz para oponerse al funcionalismo, a la lógica y a la utilidad imperante en la arquitectura de esos tiempos y pronunciarse, en cambio, como un espacio que tuviera la posibilidad de generar emociones verdaderas y sirviera de inspiración para las artes vivas. Ahora, Luis Felipe Ortega presenta en A propósito del borde de las cosas una nueva lectura de los espacios del museo como una escultura habitable.
Mediante un continuo diálogo con la poesía y la filosofía y con un interés fenomenológico del quehacer artístico de su tiempo, el artista mexicano se preocupa en esta exposición por los bordes entre la arquitectura y la escultura; el entorno y el cuerpo. Un muro negro, esculturas, un muro-escultura blanco, paredes y cuatro dibujos de carboncillo son algunos de los elementos que componen el montaje para contemplar el emplazamiento escultórico que interviene al recinto ubicado en la San Rafael.
Como parte del proyecto habrá cuatro participaciones de otros artistas en el perfomance-lectura de Company, del escritor Samuel Beckett en donde por medio de intervenciones de arte sonoro (Esteban Aldrete y Patricio Calatayud), danza (Tania Solomonoff y Anais Bouts) y poesía (José Luis Sánchez Rull) se ampliarán las posibilidades de reflexión del asistente y así volverlo cómplice en este suceso poético.