Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte

  • Arte, Obra maestra
Publicidad

Time Out dice

Hoy en día agradecemos las características genéticas de la cochinilla mexicana, pues con ellas se obtuvo un singular pigmento rojo. Si esta tonalidad se te hace conocida, no es mera coincidencia: es el mismísimo tono rojizo empleado en El dormitorio en Arlés de Van Gogh, en Buenos días, señor Gaugin de Gaugin y La deposición de Cristo de Tintoretto, obras expuestas en el Museo del Palacio de Bellas Artes en el marco de Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte.

Así como Yves Klein pudo jactarse de tener su propio azul, el México antiguo también merece créditos por el llamado rojo mexicano. Después de La Conquista, la cochinilla era cultivada en nopales de Oaxaca y Tlaxcala (así es, la cochinilla era explotada); finalmente llegó a ser el segundo producto de exportación más importante. Esto se sabe gracias a que instituciones como el MET de Nueva York, la UNAM y el Museo Nacional del Prado estudiaron la identidad de los pigmentos utilizados en afamadas obras.

Las 49 piezas que conforman Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte datan del siglo XVI hasta fines del XIX, traídas desde prestigiosos recintos como el Musée d’Orsay, la Galería Nacional de Londres y el Instituto de Arte de Chicago.

Este recorrido histórico y pictórico se divide en distintas secciones: Textil y artes plásticas; La cochinilla, el color del poder; La cochinilla, color del poder civil y La cochinilla en el siglo XIX. Para enriquecer la visita, ponte atento a las sesiones infantiles, charlas y recorridos virtuales comandados por la exhibición.

Recomendado: Las 10 exposiciones que debes ver en febrero en la CDMX

Escrito por
Regina Barberena

Detalles

Dirección
Precio
$60
Horas de apertura
Mar-dom 10am- 6pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar