Cuando un profesional juega billar y uno lo observa se nota la estrategia, la paciencia, la técnica y la decisión. Es un pasatiempo que muchos toman muy en serio: “no es atinarle a un punto en especial de la bola blanca, como muchos piensan, hay muchísimas cosas que están pasando en la mesa y cualquier descuido te puede costar el juego”, me dijo Alberto Fragoso de 22 años, con una expresión grave y después de platicarme que en sus vacaciones puede pasar hasta 80 horas a la semana jugando al billar. Como él, llegan a Billar Inn muchos deportistas con el espíritu hambriento, sediento y competitivo. Conocí a Alberto en este billar de San Ángel, uno de los más clásicos y en donde acuden desde los más “pros”, de varias generaciones, hasta simples mortales. A fin de cuentas es un deporte divertido y que parece fomentar la integración de los grupos y el trabajo en equipo. Billar Inn es un espacio grande, parecido a una bodega con el techo laminado y elevado. Tiene 12 mesas para jugar billar (pool y carambola) y otras en donde puedes sentarte a comer, beber o echar una partida de ajedrez. La iluminación es tenue, pero lo suficientemente gentil con el ojo del billarista. Si vas un viernes, cuando organizan sus noches de pool y carambola, el ambiente se siente muy profesional, pero también estamos los que sólo queremos una cerveza con clamato y una hamburguesa con papas. Después terminarás tomando algunas lecciones de billar en el área de mesas. Haz equipo con tus amigos y ven un sábad
Los bares deportivos son una manera distinta de aprovechar las noches. Compite, juega y disfruta de las propuestas de bebidas de estos billares en la CDMX. Conoce también los antros para ligar y los bares de vino.