Cocina mexicana
Foto: Mattza Tobón

Restaurantes de comida mexicana

La comida de todos los estados de la república es la que compone la gastronomía de la CDMX

Escrito por
Time Out México editores
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Descubre las loncherías, las mejores tortas ahogadas y chiles en nogada en la Ciudad de México.

Comida mexicana en la CDMX

Chilakillers Santa María la Ribera
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Santa María la Ribera
  • precio 1 de 4

La Guadalupana, veladoras para el marido cumplidor y manteles floreados, no puede haber algo más kitsch que eso. Te tomará lo largo de tu hora de comida para terminar de absorber todos los elementos visuales de la nueva sucursal de Chilakillers en Santa María la Ribera; ahora recargada con murales de artistas locales en paredes y techo, y con un comedor tres veces más amplio. Se acabaron las filas interminables de los fines de semana en los que harías cualquier cosa por uno de esos chilaquiles. Lánzate a la Santa María, a unas cuadras del Metrobús Buenavista, aquí seguro encuentras lugar de volada. El menú sigue en plan sencillo y poderoso en el que eliges el ingrediente principal y salsa para los chilaquiles. Me convencieron los de chorizo y los pedí en orden completa, así que pude combinar dos salsas: verde y aguacate. Imponentes ellos, si no supiera que los totopos son voluminosos, hubiera apostado a que se trataba de un plato de más de un kilo. Con nopalitos y cebolla, frijolitos refritos y bastante queso y crema, la neta es que estos chilaquiles sí desquitan los $110. Por lo mismo del gentío, ya tenía un par de años que no los comía, y por si no los conoces, también puedes elegir entre arrachera, huevo, pollo, bistec o cecina, o vegetarianos con nopales, espinacas, champiñones y flor de calabaza en salsas de mole, roja, frijol y superpicosa. Arma tu paquete de desayuno con café, pan dulce, jugo y fruta, o tus chilaquiles al gusto en torta. En cuanto a los otros elementos

Tr3s Tonalá
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Roma
  • precio 3 de 4

Una pincelada de cocina mexicana bajo la fórmula de nuevas técnicas y experimentaciones. Tr3s Tonalá se sube al ring de los restaurantes en la Roma con dos knockouts dispuestos a usar en cocina: los chefs Marco Cruz y Sofía Antillón (Nómada y B’ui Cocina de Campo, en San Miguel de Allende). Elementos vintage (pinturas con marcos cargados, libros viejos) repartidos en un vanguardista interior de madera con cobre y ladrillos, mezcolanza que se asemeja a las recetas.  Ejemplo, y entrada sublime, el risotto de huitlacoche abrazado por queso italiano grana padano y especiado con chile serrano que se derrite en cada bocado. La tostada de atún es fresca en proteína y untuosa con cacahuate, acompañada de una picosita mayonesa de chile ancho. En los tacos de salpicón de pato confitado la estrella es la salsa borracha, delirante técnica con el todopoderoso chile pasilla. Las especias acompañan hasta el último tiempo, y en el fondant de chocolate se siente energizante el jengibre con la acidez de frutos rojos. En suma, Tr3s Tonalá cree en la transfiguración de la cocina cotidiana merecedora de probarse.

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El Huarache Azteca
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

Pareciera que han estado entre nosotros durante siglos, pero la historia de los huaraches está muy bien documentada y no han cumplido ni los cien años. Resulta que son invención de la señora Carmen Gómez Medina, quien tomó un tlacoyo y lo llevó al límite, agrandándolo de tamaño y friéndolo en aceite o manteca. Como Pokémon, el tlacoyo evolucionado recibió el nombre de lo que más se le parecía: un huarache. Esto ocurrió cerca del mercado de Jamaica, donde sus hijos siguen sirviendo huaraches en decenas de variedades, y donde también hay más oferta de huaraches para que puedas escoger sin miedo. La casa del huarache primigenio no se queda atrás en las propuestas de huaraches. Desde 1935 en la calle de Torno, donde todavía quedan talleres con torno, este local sirve huaraches originales rellenos de frijoles espectaculares, como si fueran maneados.  Hay muchas opciones y para ir a la segura es algún huarache que lleve queso Oaxaca, que llega derretido y para comerlo hay que estirarlo y estirarlo. El huarache campestre, lleva champiñones y de las dos salsas que te ofrecen, no decepciona para nada.

Público Comedor
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Polanco

¿Qué pero le pones al restaurante Amaranta de Pablo Salas? Yo, nada más uno: la distancia que nos separa de aquí a Toluca. Bueno, y los precios, aunque la comida los vale pero no son para ir todos los días. Por eso me alegra tanto su nuevo proyecto, Público Comedor, en la planta baja del edificio de oficinas y de Molière 50. Diseñado por Cecilia León de la Barra, es un espacio fresco y acogedor, con mesas de madera y acentos en verde botella, que da una sensación de amplitud gracias al techo de doble altura con plantas colgantes. Es bueno que el lugar sea agradable, pero más bueno es que la comida sea sabrosa, de reconfortantes aires caseros, que tenga ecos de Amaranta —el ceviche de hongos, que aquí se transforma en tostada—, acentos mexiquenses como el chorizo, los coditos con trucha salmonada y el huarache de maíz azul martajado, y que se sirva sin oropeles, lo cual permite mantener precios accesibles: un plato fuerte está entre 65 y 110 pesos, con 35 más te dan una sopa chica del día o ensalada pequeña y quedas muy bien comido. Además hay desayunos, platos vegetarianos como el mixiote de verduras, servicio para llevar en porciones individuales y familiares, y tortas todo el día. Me cuentan que ya se fundó un culto para adorar la de pierna adobada con chipotle dulce y mayonesa de cilantro; seguramente cuando la pruebe me sumaré a sus filas. Lo que sí probé: las costillas de cerdo, que absorben la temperada acidez de la salsa verde y las verdolagas con cada fibra y cada hue

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La Casa de los Tacos
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

La cocina mexicana se la toman muy en serio en esta taquería de Coyoacán, el olor a parrilla y a tortillas comaleadas te llenan de inmediato la nariz. Puedes probar unas calabacitas rellenas de chile poblano en una salsa de pulque o unos tacos de chorizo verde de sabor artesanal. Pero, una de sus especialidades son los gusanos de maguey y los chapulines, aquí los saben preparar así que no puedes dejar de probarlos. Están los chinicuiles, que son los gusanos de maguey rojos, o los meocuiles, que son blancos. Los acompañan con un guacamole fresco, totopos y unas tortillas recién hechas. Pregunta si tienen jabalí o venado, pues también son otras de las especialidades de esta cocina típica mexicana. 

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Cuauhtémoc
  • precio 3 de 4

Quizá las porciones no sean enormes y su costo inhiba pedir entrada, sopa y plato fuerte, pero la vista es inigualable para cualquier hecatombe: el Templo Mayor, la Catedral y la Plaza de la Constitución a tus pies. Además, su chef, José Perea, ha logrado darle una vuelta de tuerca a platillos típicos mexicanos y puedes encontrar en su menú delicias como las tostadas de pato con mole. Además, interesantes opciones de carnes, aves y pescados, y antojitos como las minitortas de cochinita pibil. La sopa de hongos tampoco queda a deber. En fin, este lugar tiene tantas delicias que, aunque uno no quiera, comes como si fuera la última vez. Esta terraza es sobria y relajada, muy cómoda para una tarde cualquiera. Junto a este restaurante está otra terraza más relajada aún, donde puedes pedir una baguete o un café, y disfrutar de la panorámica mientras se despide la tarde. Quizá los únicos inconvenientes son la música de elevador y que cierra temprano

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Nativo Taller Gastronómico Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Polanco
  • precio 4 de 4

Experimentación, transformación y aplicación, métodos de Nativo Taller Gastronómico para reinventar la cocina mexicana, dando como resultado una composición de gastronomía tradicional con alternativa. Este restaurante originario de Guadalajara llegó al corazón de Polanco para satisfacer a los paladares intrépidos. Tonatiuh Anzures está detrás de la coctelería, elemento integrado a la experiencia sensorial culinaria; tienen tragos de corte clásico, exóticos y famosos de la casa. Con un sorbo de la reina roja se denota inmediatamente el toque ahumado del mezcal y la ligera acidez de la jamaica, mientras que el solero remite a tardes veraniegas con helado de vainilla, vodka, maracuyá, piña y pimienta rosa. El taco nativo al centro es una breve y satisfactoria introducción a la destreza con la que los chefs Alejandro Rojas y Ricardo Torres manejan la carne, lleva picaña y chistorra sobre tortilla azul y costra de queso con mousse de aguacate. Un tipo de bocadillo prometedor es el bao de brisket, un esponjoso pan servido con pecho de ternera braseado y puré de frijol. Entre las distintivas costillas están la de short rib o cerdo prensado, este último lleva salsa de tepache y un ingenioso puré de manzana con limón. Postres obligatorios: s’more con malvavisco de frambuesa, chocolate valrhona y galleta de almendra, y borrachito de elote inyectado con ron sobre crema de cajeta y mezcal. En este taller gastronómico se entremezclan los aromas, texturas e ideas de aquellos que le tienen

Zanaya
  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Juárez 

Hubo una época, no tan lejana, en la que comer en el restaurante de un hotel era el último recurso. Pero nuestro país ha crecido mucho gastronómicamente y esa efervescencia empuja hasta a las marcas mejor establecidas a renovarse: así sucedió con Zanaya, el nuevo restaurante del Four Seasons Ciudad de México, que sirve comida del Pacífico mexicano con vista a uno de los jardines más encantadores de la ciudad. De entrada, comer pescado zarandeado, tal como se sirve en la playa, pero en un hotel de lujo, suena literalmente fuera de lugar; sin embargo, el cuidado con el que se reproduce esa técnica de cocimiento tradicional en una zaranda construída ex profeso —aunque se usa leña de encino, en lugar de mangle, que es la que se acostumbra allá— y la frescura de la pesca que llega todos los días de Nayarit, además de la sazón y el entusiasmo de su joven chef, Tonatiuh Cuevas, convencen a cualquiera. El que probé era una pieza para dos personas, con adobo rojo (también lo sirven marinado con cerveza y limón): se sentía el picor moderado del guajillo y su sabor vivaz, que resaltaba con el sutil ahumado de las partes más doradas, y no estaba nada seco, pero el chef recomienda pedirlo entre cuatro personas, para que el pescado tenga el tamaño perfecto para soportar el fuego directo sin cocerse de más. Se acompaña con unos tacos de queso panela oreado y frijoles azufrados (canarios o amarillos) y un carrusel de magistrales salsas. También se puede pedir pulpo zarandeado, camarones o co

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Hogaza Panadería Gourmet Restaurante
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Panaderías
  • San José Insurgentes
  • precio 1 de 4

La expresión “huele a pan” toma un sentido completamente diferente cuando pasas por esta panadería, especialmente entre 1 y 3pm, pues es la hora de la comida de los oficinistas en la zona de Barranca del Muerto. La calle no sólo huele a pan, sino que huele a toda la gama de aromas que un horno puede expedir; como especias, levadura y alguna salsa. Esto se debe a la bipolaridad de la Hogaza, porque de ser una panadería en Plateros (a la vuelta), expandió sus horizontes para ofrecer más delicias que combinen perfectamente con un pan fresco y recién horneado en este restaurante. Ahora puedes disfrutar de ambas modalidades.  Todos los panes como cuernitos, baguettes, pasteles y tartas de la panadería, también los puedes adquirir aquí. Este restaurante tiene una terraza con un par de mesas y en el área interior unas cuantas más para que comas y bebas café chiapaneco recién hecho. El menú es como el de una fonda y los precios lo sustentan. Para desayunar hay chilaquiles con pollo o huevo, a 40 pesos. Tienen todas las posibilidades de revoltura con huevos: con chorizo, salchicha, tocino y hasta espinacas. Si tienes el estómago delicado pide un plato de frutas surtidas con queso cottage. En realidad, yo probaría los molletes porque el pan es excelente y en el menú los anuncian con “con pico de gallo y un toque de especias”. Para comer la cosa se pone aún mejor, hay ciabattas con jamón de pavo, serrano y de pechuga; probé la de salami artesanal con queso manchego y quedé mucho más que

Bartola
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • San Ángel
  • precio 2 de 4

El mismo grupo restaurantero responsable de Séptimo en Coyoacán, ahora inaugura este salón decorado con motivos mexicanos estilizados y una barra iluminada al fondo. El servicio es cordial, te hacen sentir a gusto desde que llegas; cuando fui todavía no contaban con carta de coctelería, pero el trago de mezcal con hoja santa que el mesero sugirió estaba muy bueno, refrescante y nada empalagoso. De su carta de alimentos, en la que destacan las albóndigas con tuétano, las enchiladas de pato con mole negro y el aguachile de callo y camarón, me decidí por dos entradas para compartir: una hoja santa con queso Oaxaca fundido, bañada en caldillo de jitomate, muy rica para taquear, y luego un chile de agua relleno de machaca guisada, que me pareció una lograda fusión de sabores del norte y el sur de México. Era jueves en la noche y el lugar estaba lleno; había mesas con pequeños grupos de amigos, parejas, y un grupo que tocaba clásicos de salsa, no con la intención de armar baile, sino para poner ambiente, con lo que se creaba una atmósfera animada sin llegar a ser un franco desmadre, que se agradece para después de trabajar. Por todo lo anterior, Bartola es una recién llegada muy bienvenida pues alegra los rumbos sureños de la CDMX. 

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