Prismatic Shape, la nueva banda de post punk de la CDMX
Foto: Cortesía Prismatic Shape

Prismatic Shapes: La modernidad líquida del post punk en la CDMX

Los hijos de la oscuridad de la Ciudad de México presentan Deadbeat, su nuevo disco

Escrito por
Christopher Sandoval
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La CDMX sufre de un fenómeno intenso de post punk revival ya desde hace tiempo, gracias a centros nocturnos como The Real Under, Centro de Salud o Bizarro Café, ya que estos lugares abrieron sus puertas para que varias bandas oscuras tocaran. Hoy en día, el género se ha plagado de memes e incluso existe un track de post punk buchón que se burla del sonido repetitivo, que muchas bandas se han dedicado a reproducir una y otra vez.

Dentro de este mar de bandas, una de las que está haciéndose de un renombre es Prismatic Shapes. El grupo se colocó en la radio de la ciudad con su primer EP, llegando a musicalizar series como La casa de las flores y la película de Humberto Hinojosa Ozcáriz, Un papá pirata, que si bien son buenos temas, aún no salían del icónico sonido de Joy Division.

Durante la pandemia, la banda presenta Deadbeat un disco en en el que Pedro Gopar se sumerge en el concepto de modernidad líquida, para hacer un reflexión acerca de la realidad sólida en la que creían (y vivían) nuestros abuelos y que poco a poco se ha desvanecido. Resulta carente de todo significado ante la mirada crítica contemporánea, lo que nos hunde en un mundo precario, provisional y ansioso de novedades y con frecuencia agotador.

Repleto de pasajes sonoros que nos remontan al shoegaze, el disco completo se convierte en un lienzo en el que podremos reflexionar acerca de los principales tópicos que nos vienen a la mente durante la pandemia, desde la soledad causada por la inanición de estar encerrado con tracks como “Dark Days”, hasta extrañar aquellos paseos por los parques y reuniones con amigos a los que te transportará “Lebanese Garden”, además de añorar aquellas causas perdidas que se esfumaron como “Fateful Wish”.

El toque oscuro de esta producción no es de extrañarse. Erk Aicrag de Hocico/Rabia Sorda es el ingeniero de masterización y Fernando Barragán, de CETERA Estudios, el ingeniero de mezcla. Estos son elementos claves para reinventar el proyecto, que en su primer EP nos mostró un sonido más new wave y ahora se enfoca en abrazar por completo la noción de un sonido preponderantemente atmosférico, melancólico y texturizado, al límite con capas de sintetizadores detuning que transportan al oyente a un estado de nostalgia permanente.

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