Sombra de Sabrina de Rockstar Comics: Chilling Adventures Of Sabrina
Foto: Editorial Kamite

Rockstar Comic: Chilling Adventures Of Sabrina

De cómo El bebé de Rosemary inspiró a Roberto Aguirre-Secasa a una inusual versión de Sabrina, de Archie Comics

Escrito por
Jesús Chavarría
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Una de las películas emblemáticas del cine de terror a la que el paso del tiempo le ha sentado de maravilla, es El bebé de Rosemary, adaptación de la novela de Ira Levin, dirigida por Román Polanski en 1968. Esto se debe a que el miedo que proyecta, viene de combinar la sugestión con el estado de vulnerabilidad en el que las convenciones sociales podían llegar a colocar a una joven esposa, cuya personalidad dependiente y reprimida está marcada por la educación religiosa. Además, claro, de contar con una seductora propuesta visual que ofrece atmósferas de misteriosa belleza, utilizando como locación el tristemente célebre edificio Dakota en la Ciudad de Nueva York, vinculado con diversos hechos de oscura naturaleza y recordado porque frente a su puerta fue asesinado el legendario John Lenonn.  

Utilizar clásicos de este tipo es el principal acierto de Roberto Aguirre-Sacasa —también responsable de escribir el guion del remake de Carrie—, al reinventar la versión tradicional de Sabrina y dotarle de una identidad lejos del tono de comedia —concepto acertadamente aprovechado en la exitosa serie de los noventa— y también, irónicamente, una mayor complejidad: Chilling Adventures of Sabrina entrega la que quizás sea la saga mejor lograda de este personaje.

Al igual que sucede con la ya mencionada producción de Polanski —que por cierto es una de las películas de terror que puedes ver en Prime Video—, en Chilling Adventures of Sabrina encuentra el detonador a través del choque entre una impositiva formación dentro de un culto, con la ingenuidad propia de la protagonista y lo inquietante que puede llegar a ser la sexualidad vista desde el paso por la adolescencia.

Ilustración: Cortesía Editorial Kamite

Aquí queda de lado por completo la versión ligera de las brujas a la que nos tenía acostumbrada el personaje. De entrada porque ahora sus otrora simpáticas tías son parte de una doctrina satánica despiadada: ellas, pese al ser su sobrina una "mestiza" —o quizá debido a ello—, la han encaminado a ser una pieza importante de la secta, algo que será puesto en duda cuando su novio mortal irrumpa en ese lado sobrenatural de su vida, que había mantenido en secreto. 

Se trata de una historia de amor transgredida por otra que años antes sucumbió ante la perversión, lo que da pie a pasajes pesadillezcos que van de simples hechizos juveniles a violentos asesinatos, y en donde de la peor manera los protagonistas se encuentran con lo retorcido de lo irremediable. Todo dentro de un universo ubicado en 1964, que se alimenta de la literalidad de los viejos pulps con tramas sobrenaturales de los años cuarenta y va aderezado con tintes al subgénero de espada y brujería; es decir, en donde la magia, no importa para lo que sea usada, siempre tendrá connotaciones malignas.

Por otro lado, se dan el lujo de recuperar a un demoníaco y exuberante personaje que hiciera su primera aparición en el Pep Comics No. 16, (publicado en 1941), además de mostrar un a faceta poco conocida de Betty y Verónica; sí, las eternas enamoradas de Archie. Chilling Adventures of Sabrina, que sirvió como base la reciente serie de Netflix, es traído a México por Editorial Kamite, en tomos recopilatorios que incluyen portadas alternativas realizadas por diversos artistas para eventos especiales y reimpresiones.

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  • Qué hacer

Si bien para alcanzar el éxito, la serie Riverdale apostó por los lineamientos de fórmula correspondientes al drama juvenil y el suspenso con aire a telenovela, conservando únicamente los nombres del cómic que toma como base, al menos eso sirvió para que este terminara de consolidar una necesaria reinvención, la cual ya venía empujando desde unos años antes y que no terminaba de llevar hasta sus últimas consecuencias.

  • Qué hacer

Es más que sabido que la saga Star Wars se definió alimentándose del western, una de las formas clásicas del cine que tuvo su apogeo hace más de cinco décadas. Desde el Episodio IV, con sus visiones de parajes crepusculares que se extendían interminables en el planeta Tatooine, pasando por los tiroteos de cantina en Mos Eisley, hasta llegar a la naturaleza salvaje del entorno en que deambulaba el protagonista de la serie The Mandalorian, se han explotado los rasgos de dicho género en mayor o menor medida durante las diferentes entregas de la franquicia.

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