Restaurantes de comida norteña

Los sabores del estado de Nuevo León son replicados en la cocina de este restaurante bar. El concepto de La Buena Barra es traído desde Monterrey y como buenos norteños, aquí brillan los cortes de carne, los tacos, los asados y los tragos. Prueba el chicharrón de rib eye,  servido en un molcajete con guacamole recién hecho.

La carta consiste en cuatro tiempos de gastronomía bajacaliforniana con un toque urbano. Platillos elaborados creativamente por uno de los mejores chefs de México, Jair Téllez. Su selecta cava favorece a los vinos de Baja California. También se ofrecen cervezas artesanales. En todos los platillos el chef procura ser lo más fiel a los ingredientes que compra al día, escogidos con altos estándares y utilizados generosamente.

Los sabores de Monterrey son igualados en su cocina con cortes de carne, carne seca, cabrito y de sus múltiples avatares. Esa cocina remite a lo que esta región norteña fue por siglos: una región de clima extremo semidesértico, agreste, montañosa y rural.

Este es un híbrido entre taquería y marisquería. Día con día han ampliado su menú de tacos de pescado y ahora encuentras ceviches, aguachiles, sopes y chips de pescado sin dejar al protagonista del lugar: el sirenito, taco de camarón, chicharrón, longaniza y chile morita. Sus productos llegan directamente de Sinaloa. No te pierdas los sopes playeros y el marlin con queso.

Doña Mari, la propietaria, es una orgullosa y sonriente sonorense que recrea el sabor de su tierra de forma impecable. Su fuerte son los caldos. Un poderoso pozole de trigo cargado de verduras, tiernos elotes y el sabor inigualable que da el trigo inflado, se intercambia en una de las tres hornillas con el reconfortante caldo de gallina pinta, que no es de gallina, sino de cola de res, maíz y frijoles.

Qué bueno que el chef Diego Hernández (Corazón de Tierra, Ensenada) haya decidido traer sus productos a la capital. Aunque Conchita hace obvia alusión al menú, éste no es monótono; como el suculento lechón de carne jugosa y piel tostada; los tacos de rib eye y short rib con puré de papa, acelga, rábano y pedacitos de chicharrón (el preferido). En cuanto a delicias marinas, su aguachile de camarón con pepino persa y chiltepín está picoso, pero como nos gusta.

Un restaurante de pescados y mariscos al estilo Sinaloa con un concepto acapulqueño. Para empezar no te debes de perder el chicharrón de queso con marlin, que viene muy bien servido. Otro gran acierto son los toritos (chile güero relleno de camarones o marlin en salsa de soya) y los aguachiles. En cuanto a platos fuertes, confía en tu antojo, pide una gruesa arrachera.