Cuando en los dos miles el empresario y CEO, Riccardo Giraudi, trajo el concepto restaurantero de Beefbar lo concibió como una ruptura de los códigos tradicionales. El objetivo: darle a los comensales un lugar para comer carne de altísima calidad sin necesidad de traer corbata ajustada. Desde Honk Kong, hasta París, Tulum y Monte Carlo, el Beefbar de México lo encuentras dentro del Camino Real Polanco, en un espacio donde predominan los detalles en vidrio, los espejos y toques de madera, además es de los Beefbar con cava de vinos más grande. ¿Lo más importante? el certificado oficial de carne Kobe, misma que se negocia con el gobierno de Japón para obtener permiso de ofrecerla bajo los mejores estándares. El menú se reduce a tres bases: street food (pequeñas porciones para compartir con prductos hechos con Kobe); carnes (cortes elegidos por el mismo Giraudi, desde wagyu de Australia, hasta Kobe de Japón); y platillos para todos los gustos, entre pasta, risotto y pollo orgánico. En cocina está el chef Alfredo Reyeros, quien estuvo en Sud 777 y encontró en Beefbar un reto personal y profesional al trabajar con tanta carne. De la street food exclusiva en México hay lechón y brisket con mermelada de la casa, pero no te pierdas las tres kobe & angus mini burgers con crema de trufa, la carne deliciosamente suave se fusiona con tonos ahumados. En el raw bar elaboran los platillos al momento en que los pides, como un fresco y acitroso tiradito de hamachi que sabe playero y sofisticad
A pesar de su cercanía y similitud con Polanco, esta zona tiene sus propias propuestas para comer y beber con toda la variedad que ofrece la CDMX.