Por qué debes ver las 7 películas del FICJM

Los cinéfilos de corazón seguro reconocen su trabajo, pero no por su nombre. Este documental narra la vida de Harold y Lilian Michleson, quienes han estado durante muchos años en la industria del cine; Harold es realizador de storyboards, mientras que Lilian es investigadora. Ambos han dejado una huella indeleble en filmes de grandes como: Hitchcock, Spielberg, Brooks, Kubrik y Polanski.

Por qué verla: Fue nominada al Golden Eye del Festival Internacional de Cine de Cannes en 2013. Además es una oda del cine al mismo cine, en una de las épocas más gloriosas de Hollywood.

Basado en la novela de The Traveling Salesmen, esta historia se centra en David y su pequeña pandilla, un grupo de desplazados que viven en un campamento de refugiados judíos. Ellos sobrevivieron al holocausto y después de la Segunda Guerra Mundial decidieron quedarse en una Alemania quebrada, a la que consideraban su hogar. 

Por qué verla: Esta tregicomedia accede a un rincón poco visitado de la posguerra, nos muestra con humor melancólico la realidad de aquellos judíos que, después de haber sobrevivido a los campos, decidieron quedarse y luchar por reasimilarse en su propia patria.

Uno de los más antiguos y famosos triángulos amorosos de la historia es el del génesis, que sin duda es la materia central de esta trama. Ori Sivan replantea esta historia en el Israel contemporáneo; Abraham es un director de la orquesta filarmónica nacional, su esposa Sara toca el arpa y Hagar, una joven árabe-israelí que toca el cuerno francés son quienes protagonizan este filme. Pronto las cosas se complican cuando Hagar ofrece darle a Sara un hijo de Abraham. 

Por qué verla: Aunque este drama israelí no está cargado de agresión y violencia (un acierto que agradecemos al director), sí es un caso que se involucra en la cotidianeidad y que cuenta cómo se relacionan los personajes como seres humanos.

Esta  comedia satírica, dirigida y escrita por Shady Srour, proyecta una alma solitaria, Adam, que apesar de amar profundamente a su esposa, aún no está listo para tener a su primogénito (que ya viene en camino). Además tendrá que lidiar con complicaciones financieras y la posible pérdida de su padre gravemente enfermo. La cinta, a través de ese personaje, busca un equilibrio entre la espiritualidad, la ideología y la supervivencia.

Por qué verla: Un perfecto humor combinado con una inseparable agudeza, más cada elemento interconectado, desde las actuaciones hasta el ritmo enérgico y melancólico hacen que pasemos un buen rato de diversión en la sala de cine.

Un palestino de Brooklyn tiene un acuerdo matrimonial a cambio de una tarjeta de residente permanente, sin saber que la susodicha es israelí. Este acuerdo desatará una guerra con sus padres, quienes no tendrán el menor decoro para impedir que el acuerdo llegue a su fin.

Por qué verla: Los chistes no siempre se integran de la manera adecuada al diálogo, pero el ritmo de la película mejora a medida que la caracterización entra en juego. Además entra en juego las supociones culturales enfrentadas.

La gastronomía es el eje vital de esta cinta, en la que Thomas, un repostero alemán, tienen una aventura con Oren, un israelí casado. Tras su muerte, Thomas emprende un viaje a la ciudad natal de su amorío secreto en busca de respuestas. Graizer, además de plantear el tema de sexualidad, coloca el miedo, el autosabotaje y la negación propia, que han llevado a muchos homosexuales a proclamarse bisexuales como mecanismo de defensa. 

Por qué verla: El acierto más grande de esta película está en colocar un foco incisivo en un asunto poco explorado, el racisma doctrinal de la religión judia.

En los noventa, los pueblos de Israelí y Palestina aún tenían la esperanza de llegar a un acuerdo de paz. 20 años después, ante los absurdos de un conflicto sin fin, se ha dado la solución aún más absurda, determinar la victoria con goles. En un partido de fútnol, en el que todos conocen las reglas y son aceptadas por ambos bandos. El ganador se queda, el perdedor se va para siempre, sin quejas.

Por qué verla: Entre el drama y la comedia, este filme le da la vuelta al conflicto de más de 100 años y propone una respuesta. De la politización del futbol, a la futbolización de la política.