Proyectos de música LGBTTTI de la CDMX que debes conocer

Nace entre rituales y tradiciones mexicanas, es amante de la transfeminidad y cree en la magia que transmite la música. No solo es un proyecto musical, sino también de performance; los trajes típicos, el maquillaje y los sonidos que da cada instrumento forman un concepto totalmente único (y necesario).

El personaje de la bruja surge de una experiencia surreal en la que un brujo le hizo una lectura de magia y feminidad en un rincón de Texcoco a la cantante. “México es un país muy machista, muy misógino y la cultura también lo es. A pesar de eso puedes trascender a otra lectura y decir tú eres mujer porque veo que tienes un elemento mágico con un elemento muy mexicano”.

QUÉ ESCUCHAR…
“Suite Aquelarre”, de su disco De brujas peteneras y chachalacas. Sus presentaciones son experiencias llenas de magia, huipiles, máscaras y lentejuelas que enaltecen la feminidad y el folklore mexicano, en palabras de la mismísima bruja.

Esta chica trans nacida en la CDMX es multifacética. Además de ser activista y cantante, en ASCO es “La virgen del sexo” y cuenta con un podcast separatista que brinda un espacio seguro para la comunidad trans y sus historias. Su diagnóstico de trastorno límite de la personalidad y su vivir como mujer trans le han servido para cantar sus experiencias en dos álbumes: Miljillo y Mataronomatar.

Su proyecto musical es una combinación peculiar de pop suave con ritmos latinos al compás de cumbias lentas y bailables.

QUÉ ESCUCHAR…
“Mataronomatar surge de una ansiedad sobre el mundo a partir de una visión muy paranoica y extremadamente crítica que recaía en la decisión de matar o no matar”, declara Luisa sobre este último disco. “Básica” y “Hacernos así” son las dos canciones imperdibles.

Este proyecto conceptual toma como línea la historia sobre una ciudad imaginaria formada en el lomo de un pájaro gigante. El lugar es llamado La Nueva Tenochtitlan y comparte muchas de nuestras creencias y costumbres diarias. Sin embargo, la vestimenta y los espacios son totalmente distintos y los conocemos a través de cada nuevo EP que EMSLO presenta. La vida nocturna y los espacios LGBTTTI también son retratados en este lugar, claro que al ser una ciudad utópica las dificultades no son tantas como aquí, pero los antros y las drags no dejan de existir.

En su último EP colaboran con dos talentos en “Moderna música bailable”: Luisa Almaguer y El Coro Gay de la Ciudad de México. Aquí cantan sobre el antro gay más famoso de esta ciudad, Dragatitlán —inspirada en la obra de cabaret de Roberto Cabral—,y sobre los tacones y los excesos que se viven de noche.  

QUÉ ESCUCHAR…
“Moderna música bailable” y “Sobre la reencarnación en Gardenia” de su más reciente EP La gardenia de los 400 nombres.

Andru, David, Ale y Rodrigo son cuatro chicos que comenzaron esta banda en 2015. Su primer álbum de estudio Altamar es una ir y venir de emociones; representa la calma del mar y el subir de la marea, lo que es muy similar al amor. Son canciones escritas por una chica para otra chica, en las que a través de su voz comprendemos la intensidad de los sentimientos que van del cariño puro a la nostalgia. La sensualidad también es parte de ellos, la voz entonada y los acordes que la acompañan no faltan en sus sencillos.

Su indie pop mezclado con tropipop le da un sonido muy fresco y bien logrado. Eso aunado a su energía da como resultado presentaciones en vivo muy divertidas.

QUÉ ESCUCHAR…
Su último sencillo, “Manhattan”, revela el nuevo sonido de la banda: “Es una canción un tanto más psicodélica con el sintetizador del final. La letra fue dirigida a una persona que me seducía, pero yo sabía que la situación era difícil para que se diera algo. Se llama Manhattan porque a esa persona le gustaba mucho el personaje de Wacthmen y es por eso que dice la letra 'ella es azul”, para mi ella era él'”, cuenta Andru. 

Sonido Clúster nació a mediados de 2016 en la CDMX. En sus propias palabras, son música no binaria creada con base en su transitar en el mundo, tomando los elementos más mágicos de cada experiencia y transformándolo en música disruptiva, latente y sobre todo tropical y totalmente bailable.

Ruvaak, el compositor y la voz de Clúster, confiesa que son una amalgama de sonidos pues cada quien pone su folklor propio en el proyecto: "mezclamos sin purismo alguno, merengue con punk, joropo con metal, cumbia con hip hop, bossanova con son jarocho. La fusión de sonidos representa a nuestra juventud, esta generación que tiene de todo en sus playlist y que no discrimina ningún género abrazando siempre las canciones que se escuchan en fiestas, radio y hasta en la calle". En vivo son de las bandas que ofrecen un performance escénico inigualable a lo que ellos denominan "rituales" e incluso aseguran que permiten cierto "éxtasis religioso".

Que escuchar...
“Niño santo” y “Tlazolteotl” son dos de sus sencillos que dejan ver por completo su esencia. Sus inspiraciones vienen de Latinoamérica y México, en lugar de ver hacia países angloparlantes, hacen una introspección de sus raíces y sonidos logrando toques muy frescos en el ritmo de cada canción. El baile va incluido en cada pieza, la cumbia y lo tropical nunca falta.