Frente al histórico reloj chino de Bucareli hay una nueva esquina dedicada a la buena pasta. Los chicos de Pastificio, quienes primero nos antojaban desde su tienda en Polanco y nos enseñaban todos los trucos en sus talleres de pasta fresca, están detrás de esta pequeña trattoria en la Juárez. En este spot tranquilo, con joyitas inspiradas en la cocina casual romana, los corazones se ponen felices entre pastas, amigos y vinos italianos.