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[title]Nahuel Berger es un fotógrafo nacido en Argentina con más de 20 años de experiencia en la fotografía publicitaria y artística. Hace dos años creó el anuario de Los niños invisibles 2015, en conjunto con una agencia de publicidad y una organización no gubernamental. El trabajo documental reúne fotos y perfiles psicológicos de los menores que nacen y viven en Santa Marta Acatitla; su labor le mereció el Premio en Contenido Editorial en El Ojo de Iberoamérica 2016. Sin embargo, uno de los mayores efectos de estas fotografías fue modificar la Ley Nacional de Ejecución Penal en beneficio de los niños de las cárceles en México.
Este año prepara un libro de fotografías de 10 bailarines de tango, quienes representan a la antigua generación del baile argentino, su propósito es documentar el patrimonio cultural de su país para resguardar su legado. Este trabajo fue realizado en conjunto con la bailarina Florencia Argento y el curador Ignacio Vázquez. Platicamos sobre ambos portafolios con el artista.
¿Qué te apasiona de la fotografía?
Mi gusto proviene desde que comencé en la industria hace 20 años, lo descubrí por distintas circunstancias de la vida. Lo que más me fascina es la posibilidad de congelar un instante y que esa fotografía represente un momento de la vida.
¿Cómo intercalas tu trabajo fotográfico que va desde la fotografía publicitaria, pasando por la documental como el almanaque, hasta la artístico con fotos de danza?
La verdad es que hago tiempo para todo, el trabajo es lo principal para vivir, y sobre los proyectos personales o colaboraciones hago espacio para realizarlos. Lo importante es retratar a la gente y su vida.Q
La elección del tango está relacionada con tu país de origen, pero cuéntame sobre este proyecto. La decisión de fotografiar bailarines de esta danza.
Lo realicé con mi hermano y una amiga bailarina, es un libro y un documental de los bailarines de tango. La idea principal es retratar a estos artistas con muchos años de experiencia, para que no se pierda su legado y quede documentado este patrimonio argentino.
Me gustaría saber un poco sobre Los niños invisibles, ¿cuál fue tu reacción al saber que tu trabajo contribuyó a modificar la ley que ampara a los menores que nacen y viven dentro de las cárceles en México?
La organización Reinserta un Mexicano, A.C. me invitó a participar en este proyecto. Cuando me contó la idea y la causa me pareció increíble retratar a los niños. Cuando me enteré de que el trabajo que hicimos cambió la situación de una realidad que no se veía, fue muy conmovedor. Desde algo tan simple como tomar una foto, contribuir a la situación de esos menores que antes no eran vistos.
Fue muy gratificante colaborar para que los niños en esta situación tengan una vida mejor, porque ellos son parte de los futuros hombres y mujeres que cambiarán la realidad del mundo.
Sé que resides entre México y Argentina, ¿qué te atrae de la Ciudad de México?
Lo que me gusta de México es lo diferente que es de Argentina, principalmente esta metrópoli de Buenos Aires. Ambas son grandes ciudades, pero cada una tiene sus particularidades para aprovechar. En la CDMX disfrutO mucho la vida al aire libre, los cafés, restaurantes, su comida, su gente, la cultura, su historia; es impresionante tener un lugar tan imponente como Teotihuacán a una hora de mi casa. Sin duda sus paisajes y lugares son únicos.
Además del trabajo, los amigos que hice en México son otra razón para estar en México.