¡Ojo! Trabajamos arduamente para ser precisos, pero estamos en tiempos inusuales. Por favor, siempre verifica antes de salir.

Lugares gay en la Juárez
La vida nocturna gay se expande hasta esta colonia que actualmente tiene nuevos bríos de modernidad
El ambiente gay está para descubrirse y la Juárez lo sabe. A lo largo de sus calles te encontrarás con los mejores lugares para divertirte como nunca. Una vez que entres notarás que no le piden nada a la Zona Rosa. Acá te dejamos un listado para comiences tu avenura.
Lugares LGBTTTI
Salud Diversa
Seguro que muchos hemos sentido ese pánico de hacernos la prueba de VIH, pues a pesar de la lucha diaria para eliminar estigmas acerca de dicha condición, el miedo al diagnóstico allí sigue. Sumado a esto, tenemos que enfrentarnos a recibir el resultado —sea cual sea— completamente solos o solas, con atención un tanto fría, poco empática y en ocasiones hasta juzgante. Con el objetivo de brindarte una atención especializada y empática nace Salud Diversa, una clínica de salud integral que se dedica especialmente a la comunidad LGBTTTI y que es atendida por personal que pertenece a la mismo colectivo. Esto genera que haya una mayor empatía con los pacientes, pues los especialistas han pasado por situaciones similares a las tuyas. Salud Diversa se encuentra en el séptimo piso de un edificio de la Juárez, a unos minutos de Zona Rosa. Al llegar te darás cuenta que el lugar no grita “clínica de salud sexual o LGBT+” en cada esquina, por aquello de la privacidad y discreción de quienes acuden. En palabras de sus fundadores: “podrías venir a ver a un contador en el piso dos y pasar a hacerte la prueba rápida en el piso siete”. La clínica es pequeña; cuenta con dos consultorios y una sala de espera con plantitas, banderas de arcoíris y una hermosa vista de la ciudad que ayudan a sentirte más cómodo. Dependiendo el servicio que necesites es el consultorio al que pasarás, hay uno especial para las consultas de nutrición y psicología y otro para consultas médicas. Sus servicios son variad
Buuts’
Hace más de siete años, las drags Candela y Amondi Blunt se unieron cuando prendieron un porro, después buscaron materializar su hermandad pacheca y el resultado fue Buuts’, la primera smoke shop LGBTTTI de la Ciudad de México. En este espacio ubicado en la Juárez, encuentras gran variedad de artículos para hacer tus fumes más placenteros, todo en un ambiente cómodo y amigable en el que desaparece cualquier estigma alrededor del consumo del cannabis y las expresiones queer. Para llegar, tienes que subir hasta el tercer piso del edificio Havre 64. Lo primero que verás será un pizarrón intervenido por La mala del cuento, con una sexy ilustración de Candela y Amondi en drag. El lugar, un tanto estrecho, está lleno de arreglos florares que aromatizan el espacio y se combinan con los artículos para fumar. Los estantes están llenos con productos de marcas internacionales de renombre, además de otros artículos nacionales e independientes de alta calidad. En maya, Buuts’ significa humo, una palabra que define la amistad entre Candela y Amondi, según nos cuentan. Su logotipo son dos manos unidas de las que surge fuego, y resalta en la pared del mostrador con su luz roja para reafirmar el concepto. Cada pieza de la tienda está seleccionada por ellas, así que puedes encontrar una gran variedad de artículos que se están cambiando constantemente, desde pipas de pyrex con glitter, piezas de cristal intervenidas con arte huichol, charolas con diseños queer, papeles para liar, bongs con acab
Serenna
¿Quién dijo que Gossip Girl terminó? Ella no sea ha ido. Vive en nuestros corazones. Y en la esquina de Manzanillo y Tlaxcala de la Roma. Serenna es un pequeño pero coquetísimo bistró inspirado en la bloggera Serena van der Woodsen que tantas emociones nos brindó a lo largo de seis temporadas en la TV. En sus paredes, adornadas con flores y los representativos colores tórridos del Upper East Side de Manhattan, cuelgan fotos de Serena; sus amigos, romances, sus regios outfits y un menú que ofrece chilaquiles, una variedad agradable de omelettes y huevos, baguetes, crepas, sándwiches y pastas. Además de una irresistible selección de postres. Para los desayunos también se pueden ordenar waffles o hot cakes, que se complementan con una tabla de quesos y carnes frías más una clásica mimosa y así, tener la experiencia neoyorquina completa. De hecho, los desayunos fueron el pretexto para que el staff detrás del Serenna se armara los domingos de bruch gay, pero heteroflexible. Como la idea ha sido un éxito, la mayoría de los comensales parecen como los amigos de Eric van der Woodsen en terapia de grupo para superar las crisis de los treinta años. Debo decir que la propuesta funciona. Sobre todo, si te das una vuelta apenas saliendo de una orgía gay, como fue mi caso. Al estar todas las mesas fuera, sobre la banqueta, no hay mucha presión social para andar oliendo bien y en tiempos de COVID-19, tranquiliza. La comida sabe bien y majestuosa si vas en vivo. Te pega la cruda ahí mismo. U
Crown
Cuando el hombre de seguridad me dijo “anímate, en poco tiempo se pondrá bueno”, no entendí a qué se refería exactamente. Me regaló un poco de gel antibacterial. Aunque el caminar agitado de un par de drags daban la sensación de que algo espectacular estaba por venir, para ser sábado por la noche, el Crown en Zona Rosa se sentía más bien vacío. No hay cover y por las medidas de higiene de la pandemia no se puede beber en la barra. Para pasar el rato se debe agarrar obligadamente una mesa, ya sea las periqueras que se encuentran en la entrada, o las mesas tipo cantina en el desnivel que corre como un pasillo largo hasta topar con la consola del dj, que pone pop cien por ciento noventero y de ahí al reguetón de moda y de regreso. Cuando escogí una de las últimas periqueras próximas a la sección de mesas de madera, sonaba “Informer” de Snow. Los muros de Crown sobreviven de la pasada administración, cuando aquí era el Baby, aunque más oscuros y lisos. Las mesas son ocupadas por grupos de amigos, hombres y mujeres casi todos alrededor de los 25 años que departen con alegría. Excepto por un gringo sentado casi enfrente del dj, regordete y alegre, con el que intercambiamos un par de miradas. También había otro galán con pinta de extranjero que bebía y hacía figuras con el humo de su cigarro en el área de fumar. Por lo visto, es un sitio para medio ligar tranquilos en un sábado de pandemia. Los meseros de Crown, con su debido cubrebocas, te enseñan la carta y te comentan del menú; c
El Sirenito
Todos extrañamos la fiesta, y aunque por el momento no se nos permite bailar en los antros y bares LGBTTTI que operan como restaurantes, un nuevo concepto ha comenzado a acaparar la atención en la Roma, se trata de El Sirenito, un espacio que revive lo que hace años se conocía como cena-show, pero con transformistas y una drag queen de planta que canta en vivo. Lo primero que debes saber para vivir una tarde en El Sirenito es que solamente opera los sábados, eso sí, con reservaciones previas, mismas que se agotan incluso con días de anticipación. Una vez que llegas a Oaxaca 137, solo tienes que subir al primer piso del local, pagar tu cóver ($250) y ya estás dentro, obvio, con todos los protocolos de seguridad que demanda la emergencia sanitaria. El menú es idéntico al que tienen el resto de la semana —comparte espacio con La Pescadería—; es decir, comida de mar. Hagamos aquí una pausa para decir que los precios son elevados, debido a la naturaleza de la carta, pero que la cuenta es más que justa por las delicias que vas a degustar. Probamos las tostadas de pulpo que son una verdadera gloria, así como el espectacular ceviche de pescado. Su carta es extensa, por lo que podrás disfrutar de almejas, ostiones, aguachile, calamares fritos, mojarras y camarones. También te recomendamos las hamburguesas de atún. Si vas con amigos, no les caería mal pedir una fuente de mariscos. En cuanto a las bebidas, pedimos los tragos de la casa. El primero se llama Vero, es a base de frutos rojo
Sugar
Fue una suerte de erótico déja vu. Hace algunos años, en el mismo lugar dónde ahora se levanta Sugar, se encontraba uno de los más históricos sex clubs para gais que han surgido en la Ciudad de México. No estoy seguro si era exactamente en el último local o el penúltimo de esa vecindad, de retoques franceses propios de la belle epoque. Pero es de agradecerse que el edificio mantenga su espacio para poblaciones de diversidad sexual.Sugar ha surgido como un espacio de incidencia drag en medio de la pandemia. Sabes que cualquier día no es un día cualquiera cuando, desde la calle y en el muro amarillo con el letrero en neón del mismo color, te toman la temperatura y anotan en una lista que lleva el control de los asistentes para no rebasar la capacidad permitida, de acuerdo a las reglas de la nueva normalidad. Por lo mismo, lo más conveniente es reservar con anticipación, sobre todo si se planea ir en grupo de amigos.El concepto de Sugar podría entenderse como una terraza algo estrecha partida a la mitad por un muro que soporta la consola del dj. La primera parte, con vista a los árboles, funciona como área de fumar. La segunda, desnivelada a modo de pequeño teatro, es donde se montó el escenario en el que Aurora Wonders, Liza Zan Zuzzi y Tiresias ofrecen su espectáculo musical que arranca oficialmente a eso de las siete de la noche, moderado por Malandro, un hombre de sombrero de copa, plumas púrpuras y ojos alterados por sombras darkis. El ambiente intenta resucitar un cabaret
Nicho Resto Bar
La cita era a las cinco, pero empezaron como a las seis, aunque la espera se compensó por la amabilidad del personal de Nichos. Es que ya estamos ansiosos por contacto humano, ver personas y salir a tomar un poco de aire… y muchas chelas. El lugar es el de siempre, Nicho Bears & Bar en Londres 182 de la Zona Rosa, y así como hay que acostumbrarse a respirar bajo el cubrebocas, también hay que habituarnos a las otras medidas de seguridad para entrar al local: tomar la temperatura y usar gel antibacterial. Después hay que pagar un cover de 50 pesitos y ya entras al ambiente. Está la música de siempre que pone en modo fiesta. Las mesas están separadas —ya saben por qué—. Para leer el menú sobre las mesas está un poco difícil, porque la luz es de antro; aunque también está la opción de descargarlo por un código QR. La carta es corta, y se aprecia que sea así, es más sencillo elegir lo que se va a comer. Hay burritos, sándwiches, baguettes y nachos, todo anda alrededor de los $50 a los $80. Sorprendentemente la comida es buena, mi favorito fue la baguette de pechuga de pavo horneada BBQ y el sándwich de cuatro quesos. El personal, siempre atento, usa caretas y cubrebocas todo el tiempo y rondan por tu mesa, para saber si se nos ofrece algo. El cover incluye un shot de tequila y pues me lo di. Ya entrado en calor revisé la lista de bebidas y hay de todo: vodka, wisky y cocteles con precios accesibles. Pero lo mío es la cerveza de 35 pesos. Hay que gritar mucho para poder platicar,
Terraza Kinky Pop - Up Snack
Parece que fue hace mucho cuando todo el mundo bailaba en los dos niveles de Kinky Bar. Ante la demanda de espacios LGBTTTI abiertos en la Nueva Normalidad, el bar de Zona Rosa ha innovado al crear el concepto “tardeadas para adultos” —no es porno, pero no acceden menores de edad—, que se llevan a cabo de jueves a domingo en la terraza más famosa de Amberes esquina con Reforma. Lo primero que debes saber es que no necesitas reservación, pues las mesas son asignadas conforme llegues y, como ya es costumbre en este sitio, en la puerta te recibe un anfitrión elegantemente trajeado, quien tomará tu temperatura, proporciona gel antibacterial y te explica las nuevas reglas del lugar. ¡Son fáciles!: se debe consumir un platillo por persona, el uso de cubrebocas es obligatorio excepto en la mesa asignada y a cada persona se le cobra $10 por concepto de espectáculo, es decir, el stripper o gogo dancer. Una vez dentro, deberás subir directamente a la terraza del bar gay, cuya decoración es exactamente igual que antes del encierro, solo que ahora tiene mesas estratégicamente distribuidas para conservar los protocolos de seguridad y sana distancia. El menú, al que se accede mediante un código QR, se compone de snacks como tacos y tortas, que puedes pedir de cochinita o chilorio; también hay platos de carnes frías, papas a la francesa, alitas, nachos o banderillas. Las porciones generosas y los precios oscilan entre los $50 y los $85, este último es el caso de la hamburguesa con queso —de
El Marrakech Lonchería Bar
Con la finalidad de revivir los bares y antros LGBTTTI+ en el Centro Histórico de la CDMX, El Marra abrió sus puertas bajo el renovado concepto de lonchería y bar, para ofrecer antojitos mexicanos y sus ya conocidos tragos mezclados. Para eso, decidieron aprovechar el espacio que alguna vez ocupó el extinto Marra 2.0 en la calle de Filomeno Mata. En la entrada, y siguiendo los protocolos de seguridad, una draga te da la bienvenida, se encarga de tomar la temperatura y proporcionarte gel antibacterial, la misma te conduce a la mesa que elijas (previa reservación, por supuesto) y te pide que uses tu lector de código QR para acceder al menú, aunque también está disponible en su perfil de Instagram. Como ya es costumbre en los espacios del Marra, un mesero chacalón, vestido de cuero o con atuendo transparente, llega hasta tu mesa para ofrecerte la variedad de sus tragos y platillos, lo mejor es que puede hacerte una recomendación si no estás familiarizado con el menú. Aunque se sabe que la cerveza es la reina de los espacios gay, no dudes en pedirte un vodkarita o un whiskyrita, ambos son frappe, o su ya famoso mojito en $25; del mismo precio son sus shots pride o spicy. Por $50 también tienen mezcal, tequila o Jägermesiter. Asimismo puedes pedir cocteles o un gintonic, aunque no están en la carta, te preparan con gusto. Lo único que extrañamos son los litros, que de momento no están disponibles. Respecto a los antojitos mexicanos, puedes elegir entre tortitas de cochinita pibil,
Rico Restaurante
En la ola de antros que se convirtieron en restaurantes o cafés, después de la cuarentena, Rico Club no se quedó atrás. Mientras las noches de sudor y perreo esperan un poco más para retomarse, este antro especializado en la escena LGBT+ en la CDMX aprovechó un espacio en Londres 106 y lo convirtió en Rico Restaurante, y ahora tienen servicio para comer ahí o en modo delivery: es menú de antojitos americanos, tortas, taquitos y alitas con buenas promociones de bebida. Una drag te conducirá a la entrada, donde te tomarán temperatura y darán gel antibacterial para ingresar a una mesa que se sanitiza frente a ti antes de que tomes asiento. A tu alrededor hay letreros neón y buena vibra al estilo lounge de lo que prometen las buenas fiestas, solamente para echar los bocadillos. Hay micheladas de sabores por $100, mojitos hasta de un litro a $130 (probamos pepino y frutos rojos, ambos muy bien servidos) y coctelería con mezcal, ginebra y hasta carajillo; pregunta por la cerveza y sus descuentos. Para antojitos, los nachos con queso y chilli son buena propuesta picosita y de sabrosa carne picada; al igual que las papas envueltas en tocino, aunque el queso pudo tener más sabor. La mini hamburguesa de res con gouda te deja satisfecho por un rato y la torta de cochinita pibil, aunque muy chiquita, tiene un gran sabor con sus respectivas cebollitas moradas. La terraza permite que tengas más luz natural, por si quieres comer tranquilamente y sin prisas; mientras que el interior y sus pa