Desde la calle huele a parrillada y será inevitable asomarte a este coqueto local; para cuando lees margaritas y mojitos en sus paredes, te das cuenta que ya estás entrando a ver de qué se trata. Hamburguesas, alitas y cerveza, es la combinación de comida norteamericana que desata el furor del antojo. El local está decorado con un gusto amiguero, hay dibujos en algunas paredes, en blanco y negro, colores y tienen una atractiva barra de mosaicos rojos, azules y blancos, justo detrás de ella es donde están las parrillas a todo fuego. Puedes pedirte una hamburguesa doble con papas –de carne gruesa y muy dorada por la parrilla, completamente estilo norteamericano– y una dulce margarita frappé; también puedes pedir una hamburguesa de pollo a la parrilla. Las alitas son extraordinarias, probé las de mango picoso que me supieron ligeramente agridulces y en su punto de sal. El pollo sabe fresco y no lo sobrecocinan. Tienen más opciones de marinadas, está la spicy tabasco, parmesano, las clásicas buffalo o BBQ tradicional. Con opciones así, las alitas pasan de ser una botana a la atracción principal. Para beber puedes pedir una jarra “al punto” de un litro de cerveza. Si vas con los amigos pregunta por las promociones de cubetas de chelas y alitas. Con la simpática atención que te brindan y las opciones de comer, aquí nadie sale con sed y mucho menos con hambre.
Santa María la Ribera es de mediados del siglo XIX, data del año de 1861 así que caminar por sus calles es recorrer uno de los primeros fraccionamientos de la Ciudad de México. Hoy en día, esta colonia comienza a marcar tendencias y a explorar nuevas áreas de la gastronomía local. Entre mercados gastronómicos, comida rusa y japonesa, no rompas tu cartera y sigue esta guía para que pruebes de lo mejor sin gastar tanto.