Cocina mexicana
Foto: Mattza Tobón
Foto: Mattza Tobón

Restaurantes de comida mexicana

La comida de todos los estados de la república es la que compone la gastronomía de la CDMX

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Descubre las loncherías, las mejores tortas ahogadas y chiles en nogada en la Ciudad de México.

Comida mexicana en la CDMX

  • Mexicana
  • Condesa
  • precio 4 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Merotoro
Merotoro
Sencillo pero sofisticado. Un restaurante que no intenta demostrar nada, su comida habla por sí misma. La carta: cuatro tiempos de gastronomía bajacaliforniana con un toque urbano. Platillos elaborados creativamente por uno de los mejores chefs de México, Jair Téllez. El lugar cuenta con una atmósfera amistosa y decoración simple llena de toques de madera, como para que el comensal se enfoque sin muchas distracciones en la comida y la bebida. Su selecta cava favorece a los vinos de Baja California. También se ofrecen cervezas artesanales. En todos los platillos el chef procura ser lo más fiel a los ingredientes que compra al día, escogidos con altos estándares y utilizados generosamente. Orgánicos, libres de hormonas y, preferiblemente, locales. Por lo mismo, la carta es impresa a diario y puede que los platos cambien si un ingrediente no cuenta con la calidad deseada. Elige el platillo que se te antoje, aquí puedes confiar en que lo que pidas no te defraudará. Algunos de los favoritos son el risotto de tuétano y la quijada de cerdo. En el cuarto tiempo, el menú ofrece postres originales para ir al cielo y de regreso, como el pastelito de almendra con tapioca, plátano dulce y helado de plátano. En un día caluroso prueba el granizado de jamaica, con mezcal, sorbete de mandarina y sal de gusano.
  • Mexicana
  • Juárez 
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Zanaya
Zanaya
Hubo una época, no tan lejana, en la que comer en el restaurante de un hotel era el último recurso. Pero nuestro país ha crecido mucho gastronómicamente y esa efervescencia empuja hasta a las marcas mejor establecidas a renovarse: así sucedió con Zanaya, el nuevo restaurante del Four Seasons Ciudad de México, que sirve comida del Pacífico mexicano con vista a uno de los jardines más encantadores de la ciudad. De entrada, comer pescado zarandeado, tal como se sirve en la playa, pero en un hotel de lujo, suena literalmente fuera de lugar; sin embargo, el cuidado con el que se reproduce esa técnica de cocimiento tradicional en una zaranda construída ex profeso —aunque se usa leña de encino, en lugar de mangle, que es la que se acostumbra allá— y la frescura de la pesca que llega todos los días de Nayarit, además de la sazón y el entusiasmo de su joven chef, Tonatiuh Cuevas, convencen a cualquiera. El que probé era una pieza para dos personas, con adobo rojo (también lo sirven marinado con cerveza y limón): se sentía el picor moderado del guajillo y su sabor vivaz, que resaltaba con el sutil ahumado de las partes más doradas, y no estaba nada seco, pero el chef recomienda pedirlo entre cuatro personas, para que el pescado tenga el tamaño perfecto para soportar el fuego directo sin cocerse de más. Se acompaña con unos tacos de queso panela oreado y frijoles azufrados (canarios o amarillos) y un carrusel de magistrales salsas. También se puede pedir pulpo zarandeado, camarones o...
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  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 4 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cascabel
Cascabel
Lo encontré en el oculto centro comercial Park Plaza en Santa Fe. Hay que tomar un elevador hacia el segundo sótano y entre boutiques exclusivas y restaurantes de tono excesivamente ejecutivo, Cascabel aparece como un elegante respiro y un homenaje al chile cascabel, dado el nombre por su forma redonda y el sonido que emiten las semillas en su interior cuando está seco. El restaurante es una enajenación a primera vista, está dividido en dos áreas y conviene más tomar un lugar en la terraza techada, pues la vista a través de los cristales hacia los espacios verdes de la plaza y su decoración con mesas a manteles blancos es mejor remedio para relajarse que cualquier medicina. Del otro lado está la segunda parte del comedor, cuyo ambiente es menos luminoso y ofrece la posibilidad de sentirse al interior. En suma, me hizo sentir que había llegado ahí por ser una ocasión especial, cómodo y dispuesto a probar. La chef Lula Martín del Campo, reconocida cocinera de técnicas mexicanas es quien le dio forma al breve menú; un importante acierto cuando te facilitan encontrar tu camino. Para comenzar está el coctel de la casa, una combinación fresca de mezcal con jamaica, frutos rojos y chile cascabel. En las entradas hay tlacoyos, picaditas, sopecitos y dobladitas, pero me fui por la opción fría con una tártara de cecina. La sirven marinada en limón, jugo de carne y salsa inglesa, desde el montaje se observa la cebolla y el chile verde picados medianamente; en boca, la sal bastante...
  • Mexicana
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Tacos Orinoco
Tacos Orinoco
El menú es pequeño pero suficiente. Es una taquería de Monterrey que ya está haciendo ruido en la Roma. Al pastor se le llama trompo y es una de las tres proteínas con las que trabajan. Las otras dos son el bistec y el chicharrón. Comencemos con el último, la parte del cachete de cerdo sumergido en ajo y frito al punto para que quede crocante y suave al mismo tiempo. Por otro lado, confían tanto en la suavidad de su bistec que no lo pican, lo sirven completo en la tortilla hecha a mano. Sí, es casi una gaonera. El pastor, perdón, el trompo, es cumplidor a su manera, bien sazonado pero mejor servido. Se esmeran con la piña, la cebolla caramelizada y una sorpresa muy grata: papas aplastadas que quedan perfecto con salsa de yogur y pepino. El factor queso no se queda atrás. Hay tortillas de harina norteñas y grandes, con queso derretido a las que les puedes añadir la carne de tu preferencia. Mi recomendación es la campechana, con pastor y bistec. Las salsas, servidas en su propia charola, merecen su propio párrafo. Hay de cilantro, tomatillo, chile de árbol y chile piquín; como en el vino, la mejor es la que a ti te guste. El menú de postres es casi tan grande como el de tacos, hay buñuelos, paletas de guayabas, obleas con cajeta… bueno, no por nada el logo de la taquería es una vaca de cuerpo completo. Entre otras propuestas, Tacos Orinoco son una gran oportunidad para volver a la Roma, aunque en realidad sean un viaje al norte del país, y sus horarios nocturnos caen como...
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  • Mexicana
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Estos tacos yucatecos tienen potencial para convertirse en tus nuevos favoritos. Tacos Meteoro es el hermano menor del restaurante Las Polas, en la Del Valle. Si no lo conoces, este lugar es muy famoso desde hace casi dos décadas por su cochinita pibil. En este nuevo espacio se especializan en tacos del sureste con un toque capitalino. Primero que nada, para mí es imposible leer "sopa de lima" y no pedir una. Con suficiente sabor a cítrico, nos llevó a Yucatán, y más al acompañarla con un agua de chaya. Luego, fue tan difícil decidir entre los tacos de cochinita, lechón, castacán o porchetta, que tuvimos que probarlos todos.  Nuestro favorito: el de trompo, que combina el alma taquera de nuestra ciudad con la yuca, ya que lleva carne que preparan al estilo Poc Chuc, con recado negro hecho en casa; otros que no te debes perder si amas el puerco es el de castacán, que es barriga crujiente con pico de gallo y trozos de chicharrón; o el de porchetta en costra de queso, la carne es suave y no excesivamente grasosa. Tip: todos los tacos los puedes pedir en versión costra o panucho. Tip 2: aquí ofrecen cervezas de la región como Montejo o Carta Clara.  Si te falta algo más llenador, pide el frijol con puerco, solo toma en cuenta que es un plato contundente. Llega con un poco de arroz y salsita de jitomate y naranja agria para que lo prepares al gusto. A falta de postre (solo tienen paletas heladas y no encontramos), nos tomamos una horchata de almendra que remató la...
  • Mexicana
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La cocina mexicana está en boga quizá porque ahora forma parte del patrimonio inmaterial de la humanidad. Basta una lectura rápida de cualquier guía turística sobre el DF para saber que uno de los lugares que más recomiendan visitar para descubrir los sabores del país es el Café de Tacuba, que acaba de cumplir cien años de vida. La casona es del siglo XVII con techos altos sostenidos por vigas de madera, decorado con candelabros y mosaicos tipo talavera, cuadros de arcángeles y ambientación musical que corre a cargo de una estudiantina ambulante. El menú bilingüe proporciona diversión garantizada especialmente al llegar a los machitos fritos, traducidos como fried machitos. Lo realmente divertido es que la guajolota no tiene traducción ni vergüenza. Después de servirme un agua de sandía, la mesera con uniforme blanco e inmenso moño en la cabeza, me sugiere probar un poco de todo y ese platillo se llama cuatro cositas (four little things, baby). Frijoles refritos, guacamole, arroz con menudencias, un tamal en salsa verde o chile relleno (a escoger), un taquito dorado y una probadita de la estrella del menú, la enchilada tacuba: tortilla rellena de pollo tierno bañada con salsa poblana cremosa y queso derretido que causa adicción instantánea. Ovación de pie se lleva el guacamole pensado para paladares que no comen picante. En los postres aparecen los dulces típicos además del pastel de limón glaseado color verde radioactivo que se encuentra en el refrigerador de la entrada,...
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  • Guerrero
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
El Pozole de Moctezuma
El Pozole de Moctezuma
Es nuestro speakeasy de pozoles. Se trata de un restaurante ubicado al interior de un departamento. Para los fines de semana es recomendable hacer reservación pues la espera por una mesa puede llegar a más de dos horas. El lugar, abierto desde 1947, es una cálida y muy bien decorada hostería de ambiente familiar, en la que el olor a orégano, rábanos y cerveza te abrirán el apetito. La carta ofrece una amplia variedad de pozoles. Pide la guarnición de mezcal para echarle unas cucharaditas al pozole verde estilo Guerrero. Tendrás una explosión de sabor mexicano.
  • Mexicana
  • San Ángel
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
San Ángel Inn
San Ángel Inn
Quizá deberíamos advertir al lector: a este lugar acuden políticos y personajes que vieron su mejor vida en los años setenta. También vienen los turistas que buscan a Frida Kahlo. Y, muy probablemente, tú con tus papás. Este espacio es una atracción turística en sí misma: ex monasterio, ex hacienda colonial, ex hotel, ex espacio universitario (aquí estuvo parte de la primera Ibero) y finalmente, restaurante… un escenario por el que ha pasado todo aquel personaje que ha tenido algo de relevante en la historia mexicana del siglo XX, por lo menos. Además está en una de las zonas más hermosas de la ciudad y la comida que ofrece ha logrado respaldar una larga trayectoria y satisfacer durante décadas a una clientela que es de suyo muy exigente. Pero también representa ese México que se va quedando como reliquia de un tiempo que difícilmente volverá, como un retrato que año con año va perdiendo su colorido. Al mismo tiempo, como todo lo que acumula años, también va acumulando secretos. Aquí un consejo: cierra el menú y pide el Paillard Ranchero. Y te decimos que lo cierres porque no viene ahí: es una tradición del lugar. Lo piden los que saben. Este platillo viene a la plancha con adobo, es un corte de ternera muy suave que se recomienda término medio porque es muy jugoso. Viene acompañado de una chalupita de guacamole, esquites de la casa y un chile poblano relleno de queso, además de salsas y tortillas hechas en la cocina del San Ángel Inn. Recomendamos también la sopa de...
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  • Mexicana
  • Condesa
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Fonda Mayora
Fonda Mayora
Fonda Mayora es todo corazón: el servicio es cariñoso como una visita a casa de los tíos, las sopas son contundentes y reales (ya sabes: la papa, la zanahoria y el jitomate saben a eso que comíamos de niños, no a plastilina). En el menú se asoma la mano de Gerardo Vázquez Lugo, el chef de Nicos que, ahora, le pone el sabor mexi-tradicional a la vibra hip del barrio. Con estos sabores me refiero a la costilla de cerdo con verdolagas; al arroz ranchero (rojo, frito, sabroso); a las tetelas rellenas de frijoles con hoja santa con que te dan la bienvenida, o bien, a la gordita de maíz quebrado rellena de nopal. ¿Ya ves?, es caserito, fácil de entender y rico. Los colores de las paredes y de la vajilla de cerámica en la que comerás, sobre mesas de madera clara, son tonos pastel que van del verde menta, rosita-tipo-mamey-con-crema, hasta un azul pálido que le tira a los grises. En pocas palabras, juega en la discreta simpatía de la sencillez. Como apertura reciente, aún tiene detalles que corregir, pero, para tener una opinión definitiva sobre este lugar tendremos que volver. Sobran los pretextos para desayunar, almorzar y comer: huevos encamisados, chilaquiles, tostadas de ceviche verde y gorditas con tuétano. Por lo pronto, disfrutemos de esta novedad que pinta bien, porque derrocha buena disposición. 
  • Mexicana
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Taquería El Caifán
Taquería El Caifán
Aquí el concepto de taquería se queda corto. El Caifán ofrece a sus comensales una dosis de vitamina T con tacos, tortas y tortillas recién hechas, pero también hay carnitas, huaraches, sopes y quesadillas, platillos que nunca fallan al no-sé-de-qué-tengo-antojo. El local tiene un estilo urbano mexicanizado, pues caifán —por definición de la RAE— significa sujeto de barrio. Paredes negras, ladrillo rojo y azulejo de talavera azul rodean las mesas y la barra con una amplia parrilla que te atrapa desde tu entrada. Seher One es el ilustrador y artista urbano mexicano encargado del grafitti que se encuentra a la derecha del sitio. Las quesadillas se antojan para pedir una de cada una, pero la de flor de calabaza encabeza la lista gracias a la precisa combinación de sabores. Los huaraches son su especialidad, hay de bistec, choriqueso, costilla o milanesa; los de estómago pequeño pueden compartir, pues son de gran tamaño. Pedir tacos al pastor nunca está de más, pero sal un poco de lo cotidiano y prueba los de pechuga adobada con queso, un juego entre el adobo y el queso manchego derretido. Definitivamente las tortillas son ganadoras, pues como rectifica su menú, son hechas en casa, están suaves y no se rompen. Revisa la carta de postres si todavía tienes espacio. La costra de ate con queso es buena opción (si aún no te cansaste del queso), pero el flan de elote es más original. Pregunta por las paletas de palito chueco, hay de oreo, café, pistache o fresa, pero la de elote...
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