Los mejores cafés en Coyoacán
Foto: Marianela Trueba

Cafés en Coyoacán

En Taxqueña, Miguel Ángel de Quevedo o el centro de Coyoacán, encuentra lattes, espressos o americanos para calentar el alma

Escrito por
Time Out México editores
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Una lista de cafés para tomarse un break cuando estés de paso por el área más popular del sur de la Ciudad de México. Mientras bebes de tu taza, ¿por qué no ideas un plan para comer y echar la fiesta en Coyoacán?

Cafés en Coyoacán

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • La Concepción
  • precio 1 de 4

¿Qué mejor símbolo para el Centro de Coyoacán que una ardilla? El Café Avellaneda se adueña de este ícono y lo refleja en sus paredes azul turquesa, al estilo clásico antiguo de la región. Inspirado en el personaje Laura Avellaneda del libro La tregua, de Mario Benedetti, este pequeño y escondido lugar, definitivamente es un must al visitar la zona. Cinco bancos junto a la barra, dos mesas dobles y una banca a la entrada, ofrecen un espacio cómodo y tranquilo para tomar un café hecho a tu medida en compañía de los baristas y uno que otro cliente frecuente. A diferencia de otros locales, el Café Avellaneda no ofrece un menú; sino una especie de ficha técnica donde podrás consultar la historia del local –directo desde la Feria de la Piñata en Acolman, Estado de México–, las propiedades de un producto de excelencia y los distintos métodos de extracción y producción del café que vas a consumir. Elige, con ayuda del barista, entre el grano traído de Oaxaca, Chiapas o Veracruz y solicita en la “Barra de Métodos” que preparen tu café ya sea con el ripper, aeropress, la prensa francesa, un clásico expreso o la famosaiInfusión en frío, cuya preparación tarda al menos un día completo. Pero eso no es todo, para tener el mejor café hay que tener a los mejores recolectores. El producto que puedes consumir en Café Avellaneda se obtiene por medio de proyectos de sustentabilidad y apoyo económico a los campesinos que lo cosechan.  Café Avellaneda es delicioso, responsable y a tu medida.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Del Carmen
  • precio 2 de 4

Croasan Panadería nos recuerda a algo con lo que todos hemos desayunado más de vez. Este agradable espacio que hace unos ayeres fue una fábrica de tejas, hoy ofrece desayuno, brunch y comida. Aunque también puedes ir para disfrutar su barra de café y echarte buen espresso con la mezcla de granos veracruzanos y oaxaqueñaos, y acompañarlo, ¿por qué no?, con una galleta. Si cuidas las calorías, las opciones son los jugos; tienes que probar el de toronja, jengibre y cúrcuma. O el verde, que se distingue del típico de puesto de la esquina porque aquí le ponen manzana verde, kale, espinaca, perejil, jengibre y jugo de naranja, todo fresco. Para comer, un bowl de frutos rojos con yogurt griego y granola hecha en casa o un toast de aguacate con salmón. Para el antojo, prueba el croque madame que se sirve en pan brioche horneado el mero día, o pídete el omelette de espinaca que se comía Popeye, pero en su versión nice con todo y queso mascarpone. En Croasan Panadería también te espera algo más generoso: los chilaquiles yucatecos con cochinita pibil, ¡joya! Si te vas por lo dulce, el pan francés con hecho con brioche te recordará al que alguna vez pediste en el diner gringo. Aún mejor: acompáñalo con plátano o berries. Sé que suena a gula, pero honestamente la visita a Croasan Panadería no estará completa si te vas sin probar el pan hecho en casa, o al menos pídetelo para el camino. Prueba las barras de pan con mezcla de chiles quebrados, las garras de tigre, el croissant, en chocolatí

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Mercado Roma Coyoacán
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Zona Metropolitana
  • precio 2 de 4

El concepto de Mercado Roma lleva 5 años en Coyoacán con más de 35 locales llenos de buena vibra, buena comida y mucha energía. Algunos restaurantes son los mismos que están en la Roma, pero con un giro en concepto y te puedes encontrar literalmente de todo. Aunque sea la misma onda, el lugar es totalmente diferente, es más espacioso, con más luz y con algo para todos los gustos. Es un mercado que satisface los paladares más exigentes y complace a todo aquel con hambre y antojo. Venir a comer, beber y convivir te genera una experiencia porque se nota que los locatarios se llevan bien entre sí, puedes estar en contacto directo con los chefs y dueños y hacer nuevos amigos. Las mejores ofertas de esta sucursal al sur son: Café y té Rosa Café es un café con métodos de extracción de especialidad y chocolate de Oaxaca, te recomiendo el frappé de chocolate blanco. En Kanayma ellos cultivan sus ensaladas, fabrican jamones y chorizos como el de conejo, y cuidan todo el proceso de los animales en una granja. La Botica del Té, en donde te ofrecen una infusión según tu signo zodiacal o la carta de tarot que saques. Cafexología se trata de coctelería con café y té, surge de un matrimonio y amor por las plantas. Tienen tea tonics, cold brew y su clásico alabado por todos, el carajillo de mazapán que no es para nada dulce, y mi favorito, el terejillo de matcha, querrás más con cada sorbo. También cuentan con galletas de La Galletería y donas con sabores únicos.  Alimentos y bebidas Tetakawi

Hêrmann-Thômas Coffee Masters
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Del Carmen
  • precio 1 de 4

Esta cafetería nacida en Veracruz y con sucursal coyoacanense es, seguramente, una de las más bonitas de la ciudad, con su barra decorada con series de luces, mesas con cubierta de espejo estilo retro y libreros de piso a techo con títulos de distintos temas, para que los leas mientras pruebas sus especialidades. La atmósfera que se crea es encantadora, y detalles como su vajilla de peltre —a la venta ahí mismo y en línea; también venden Keepcups de todos los modelos— la hacen todavía más especial. Los baristas saben lo que hacen, te recomiendan las mezclas del mes, con granos de distintas fincas y tostados artesanales, y manejan todos los métodos de extracción, aunque con el sistema de ordenar primero en caja no te prestan mucha atención cuando ya estás sentado. La comida salada no es su fuerte, aunque el panino de pollo al pesto te saca del apuro, y los postres, que se ven muy apetitosos, desilusionan un poco ya en el plato: la tarta de plátano (banoffee pie) que pedí estaba reseca, la crema agria, a punto de echarse a perder y los plátanos oxidados (vi que después de servirme colocaron nuevas tartas, más frescas, en su aparador), mientras que la tarta de pera y el pay de manzana estaban ricos, pero muy empalagosos. De cualquier manera, es un espacio muy cómodo para platicar o trabajar y su buen café merece más visitas.

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BeaverTails
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Insurgentes Cuicuilco
  • precio 1 de 4

Corría el año de 1978 cuando en Killaloe, provincia de Ontario, en Canadá, Grant Hooker y su esposa Pam iniciaron un negocio familiar con unos bocadillos que dieron a conocer como colas de castor (queues de castor en francés y beaver tails en inglés). Tenían la forma de una cola de castor hecha de masa frita con la receta típica de las ferias y reposterías de Norteamérica, a la que además, le espolvorearon azúcar y canela o le untaron crema de avellanas con chocolate (Nutella). Una receta para el éxito: la forma, el tamaño del antojo y los toppings, los colocaron rápidamente como un postre favorito que se contagiaría hacia Ottawa, luego a otras ciudades de Canadá y Estados Unidos. Ahora nos cayó el maple canadiense con la primera sucursal en México. No te costará trabajo entender este antojo porque en México tenemos los churros fritos y los buñuelos. Ahora, si te vas a engolosinar con las colas de castor hazlo bien, sin rodeos y en tres pasos: el avalanche con cheesecake de caramelo; el triple trip con Nutella, crema de cacahuate y Reese’s Pieces; y por último, el maple, con glaseado a base del dulce néctar canadiense por excelencia. Tampoco te parecerá una mala idea la cola de castor de galletas con glaseado de vainilla o de manzanas con canela, sólo no olvides rematar con un chocolate caliente con bombones.

  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Del Carmen
  • precio 1 de 4

Si pudiese imaginar el lugar donde mejor quedaría una lluvia de café, sería Coyoacán gracias a la sensación folclórica y colorida que evoca; pero mientras este hecho de la naturaleza no suceda, date una vuelta a Que Llueva Café, nuevo espacio cafetero ubicado en esta alcaldía cuyo cometido es servir café en todas sus modalidades. El interior es una suerte de pins de Pinterest cuando buscas decoraciones vintage y campiranas, con detalles en ladrillo, fierro negro, focos colgantes y huacales acomodados como repisa. Un elegante y distinguido sifón para cold brew exhibe lo que se trabaja: diferentes métodos de extracción con sus respectivas máquinas, que van de chemex, prensa francesa, aeropress y sifón japonés. Aunque los artilugios se manifestaron a vista, el día que fui me dijeron que no había otros métodos disponibles y pedí el cold brew con leche light que habría preferido en menor cantidad para no rebajar la acidez del café. El menú es muy amplio, así que es imposible irse con las manos vacías: en especialidades de la casa tienen un aromático chai dragón con shot de espresso y choco menta caliente para evocar sensaciones navideñas. Si quieres monchar algo dulce, las donitas horneadas satisfacen y las hay de diferentes golosos sabores, pero mi consentido fue el suave y esponjocito panqué con cajeta. La finta de cafetería grab-n-go implica que las únicas dos mesas estén afueras, y en una de ellas plasmaron sobre la pared Que Llueva Café como un buen photo opportunity que pued

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Café El Olvidado
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Santa Catarina
  • precio 1 de 4

Vamos al grano: el tesoro de este nuevo café coyoacanense son los scones, los tradicionales panecillos ingleses que se comen a la hora del té con mantequilla o crema espesa (clotted cream) y mermelada. Aunque en México se tiene la idea de que son muy aristocráticos, en realidad son panes sencillos en los que debe prevalecer la frescura, ya que no se valen de betunes y ganaches como lo hacen los cupcakes para impresionar. Aquí se hacen con la receta de la familia Valender –los propietarios– y se sirven el mismo día en que se hornean; son esponjados, apenas con un dejo de dulzura —para eso está la mermelada— y sin barroquismos: simples o con moras azules. Con eso tienen para conquistar. De comida salada hay sándwiches como el de roast beef con gouda y cebolla caramelizada (rico pero algo seco) y ensaladas; para desayunar destacan los huevos benedictinos. El menú dulce también ofrece panqués, trifle (otro clásico británico) y un delicioso apple crumble con compota de manzana natural, cubierta de migas y natilla de vainilla. De tomar hay una interesante carta de tés, infusiones —la de hinojo y bálsamo de limón es un excelente digestivo— y café orgánico chiapaneco. El servicio es atento, ponen buena música y el espacio luminoso, minimalista y sin aglomeraciones invita a pasar un rato tranquilo: esta pequeña cafetería inglesa no se nos va a olvidar.

Cafeleería
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

El nombre explica muy bien el concepto: un lugar para los amantes del café y la lectura. El espacio es muy pequeño pero, al mismo tiempo, esa impresión la da su aparatosa colección de alebrijes, piñatas y papalotes elaborados por los dueños del lugar, que, si no está expuesta en Cafeleería está en algún concurso o exhibición. También puedes encontrar un librero que forma parte de la campaña Lector en Extinción, cuya dinámica es muy sencilla: deja un libro, llévate otro. Lo mejor es que son libros en buen estado y constantemente cambian por completo los títulos del estante. Dicho equilibrio lo guarda un letrero que dice: "Puto el que se robe los libros". Cafeleería entiende que para muchos lectores un libro y un café no están bien acompañados hasta prender un cigarro. En cuanto uno entra al diminuto local de poca ventilación, es recibido más que a café, por un olor a cigarro. Este ambiente, junto con algunos muebles en malas condiciones, hace que quizás no sea el lugar más acogedor. Basta con darle un trago al café para pasar de largo el relleno que sale de los sillones. El menú de comida se reduce a un sólo platillo: el sándwich de pavo. Asímismo tienen a la venta algunos productos como bites de cacao o café tostado. Tanto el cacao como el café son traídos de Chiapas. Puedes comprar el café por kilo, pero debes llamar un día antes, pues no almacenan el café tostado. El viernes los capuchinos son 2x1. Mi recomendación no es ir con un amigo. Cualquiera que ya haya probado el ca

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Marabunta
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4

Además de café, este lugar es un refugio para escritores en Miguel Ángel de Quevedo. Aquí tendrás la posibilidad de escuchar poesía en voz alta o deleitarte con uno de los cientos de libros que contiene su biblioteca. Más que una cafetería, encontrarás un espacio de creación literaria y expresión artística.En la entrada me recibieron con invitaciones a coloquios, discusiones, a un taller para charlar al respecto de la obra de poetisas latinoamericanas y a la presentación de un libro de alguna editorial independiente. Una vez dentro es posible encontrarse con grupos de universitarios en pleno debate sobre la condición del ser en el mundo.  Por otro lado, tanto el café como el chocolate, además de que se obtienen por medio de comercio justo, son bebidas tratadas con sumo cuidado en la barra. Los granos de café que utilizan provienen de San José Tenejapa, una comunidad veracruzana que se dedica a producir una mezcla de altura con notas ligeramente cítricas (que se toma muy bien en un americano caliente). Cuentan con dripper, para un americano más ligero; o con prensa francesa, para una bebida con más cuerpo. En caso de clima frío o lluvioso, hay que pedir un chocolate artesanal. Tiene diversos sabores, como canela, pimienta o un toque de chile, pero todas sus presentaciones son igual de reconfortantes.Acompañé mi café con un brownie, que tiene un ligero sabor a canela y va muy bien con un simple americano sin endulzar. Para antojos algo menos calóricos, vale la pena un dulce de

Persea
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Del Carmen
  • precio 1 de 4

Esta panadería y cafetería de Coyoacán anuncia su existencia desde la calle pues deja escapar un tenue aroma a café. Es un pequeño local blanco y muy limpio, no hay decoración significante más que la vitrina con los panes del día, la barra de café y un par de banquitos; aquí se viene a despertar o a refrescar la tarde. El servicio en la barra es rápido y cuidadoso y anuncian lo que ofrecen a través de un pizarrón. En Persea se antoja pasar rápido a romper el ayuno; aunque a veces hay una que otra sorpresa, la oferta de cajón de panadería es excelente. Hay cuernitos rellenos de pavo con queso, chocolatines, orejitas y baguettes. La mejor opción si prefieres algo azucarado es el chocolatín, pídelo caliente para acompañar un café del día. En cuanto a café –de granos mexicanos– la oferta va del expreso al capuchino, no cuentan con métodos de extracción de especialidad, y tampoco es que se extrañe en una opción tan práctica de cafetería. Si vas por la tarde y en estos días calurosos del verano te recomiendo ir directamente al apartado de bebidas frías, si quieres cafeína pide un capuchino helado o para algo simplemente especiado está chai servido en frío. No gastarás mucho, Persea es baratísimo.

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