Tour para turistas por los mercados de la CDMX

Estos puestos fijos (no son levantados por la noche aunque exista amenaza de huracán, por lo que no pueden ser considerados ambulantes, sino informales) tienen una enorme variedad. Entre más cerca de la Juárez, más caros y sucios. Frente a la Ciudadela, un par de comerciantes honestos con buenas opciones y mejores precios (excepto cuando de trata de comprar cosas de The Beatles, que siempre son onerosas).

De su sucursal matriz –ubicada en el corazón del mercado de San Juan– conserva la venta de productos a granel, las dos copas de vino tinto de la casa y el postre de cortesía por persona, así como los platos, vasos y cubiertos de plástico (este detalle le da a los platillos una presentación simple y poco agraciada).
La decoración del local es rústica: mesas y sillas de madera, pero no desentona con el ambiente del edificio recién remodelado y repleto de pequeñas boutiques de diseño (está en el Hotel Downtown). La oferta de la carta es sencilla, principalmente hay tapas, baguettes y ensaladas. Sin embargo, de estos tres platillos surgen combinaciones fabulosas y sofisticadas, gracias a que utilizan quesos y embutidos nacionales e importados, todos frescos y deliciosos. 

Desde mediados de los noventa ya se encontraba en decadencia porque se había perdido la esencia del intercambio de discos y se había convertido en un lugar para comprar. Seguía siendo un buen lugar para conseguir discos de rock de bandas mexicanas que era difícil encontrar y era la meca para encontrar cine de culto o videos con buena calidad, ya que eran grabados directamente del dvd al vhs. El trueque quedó relegado a un pequeño espacio en la parte trasera, pero aún está lleno de punks, rastas y darks (goths) nostálgicos. Se instala sólo los sábados. La mejor hora para ir es entre las 12 del día y las tres de la tarde. A esa hora toca una banda y el concierto se transmite por Radio Chopo.

Este mercado tomó su nombre en honor a los portales de la antigua ladrillera de la colonia. Abastece la zona con los clásicos puestos de verduras, carnes, dulces y artículos personales, pero es conocido por sus locales de comida que van de la clásica pancita, barbacoa, mariscos y sushi. Casi enfrente del mercado, en calles como Libertad y Rumania se instala un puesto ambulante con muchas chácharas y discos de vinil.

La parte de la colonia Roma donde se encuentra este lugar es conocida por algunos lugareños como La pequeña Habana. Más que un mercado, es un mosaico de productos de distintas partes de América Latina. Si el antojo es de arepas venezolanas, café colombiano o  ron de Cuba, este lugar lo hace posible.