¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en Tulum? La playa, el azul turquesa del mar, la selva, lo espiritual, la conexión con la naturaleza. Efectivamente, Tulum es todo eso.
Tuve la oportunidad de hospedarme en uno de los complejos de Los Amigos Tulum —porque tienen varios— y la experiencia, cambió por completo mi forma de entender lo sustentable. Tengo que confesar que antes del viaje yo pensaba, torpemente, que todo lo ecológico era inaccesible, poco práctico o incómodo. Afortunadamente nadie me dio una tediosa plática para convencerme de lo contrario. Yo lo viví.
Cuando entré por primera vez a Central Park Lagunas quedé sorprendido al ver que entre cientos de plantas que destacan por su color verde vivo, se impone una enorme flor con paneles solares que giran conforme pegan los rayos de luz. Para completar la labor de abastecer de energía limpia a todo el condominio, los techos también están atiborrados de paneles solares. Intenté contarlos pero cuando pasé de 50 me perdí. Es una locura. Además de esta infraestructura hay una enorme torre que se mueve con el viento para generar energía.
Pero lo que más me sorprendió, fue el enorme puerto aéreo a la entrada del condominio. A simple vista parece diseñado para helicópteros y con esa idea me quedé hasta que vi un dron —como sacado de película de ciencia ficción— estacionado. Hasta ahí parecía una locura pero lo que vino después no podía creerlo. Me enteré que el vehículo tiene capacidad para dos pasajeros, es eléctrico y se conduce solo. ¡Sí! No necesita piloto. Alemania ya tiene unos cuantos de estos operando como taxis aéreos y Los Amigos Tulum son los primeros en traer esta tecnología a Latinoamérica. Solo faltan un par de certificaciones —que ya están en trámite— para que el vehículo pueda sobrevolar las calles de Tulum, alcanzando velocidades de hasta 130 km/h.
Después de conocer estos detalles, me imagino que aunque sea tienes curiosidad de quedarte una noche ahí para ver cómo funciona, pero lo que va a terminar de amarrar tus planes vacacionales son las amenidades en las instalaciones. ¡Un auténtico detox en la selva! Mis favoritas fueron la alberca con agua tibia, el sauna, el spa, el gimnasio con muro de escalar y la barra de jugos.
La sustentabilidad no está peleada con el lujo y el confort. Eso lo aprendí de Nico Wilmes, CEO de Los Amigos Tulum, con quien compartí un par de días en el paradisiaco Caribe Mexicano. No me quedé con las ganas de preguntarle qué otros proyectos tiene en puerta y para responderme, manejó casi hasta la playa. Nos bajamos, literalmente, entre ramas, porque en medio de cientos de hectáreas de selva está construyendo “101 Park”, el que será su desarrollo más grande y exclusivo.
Después de leer esto seguro te estás preguntando: ¿No que muy verdes? Yo pensé lo mismo hasta que Nico me llevó a una zona enorme donde tienen resguardada toda la flora que quitaron para después volverla a plantar. Cuando vi que cada una de las especies estaba clasificada y etiquetada entendí todo. Es evidente que el equipo de Los Amigos Tulum no solo vende una idea de desarrollo sustentable, ellos están convencidos y lo hacen parte de su día a día. No me imagino la cantidad de tiempo y esfuerzo que se requirió para hacer ese trabajo pero estoy seguro, solo podrían lograrlo personas que aman a la naturaleza.
Preservación versus desarrollo, esa es la eterna discusión y Los Amigos Tulum, finalmente, equilibraron la balanza. Si no me crees, te invito a que lo veas con tus propios ojos. Las habitaciones se pueden reservar desde cualquier app de alojamientos como Airbnb, Expedia, Hoteles.com y Booking.
