Karaokes en la Ciudad de México

Su tirada es la exclusividad y su música es variada. Si tu objetivo es cantar la pasarás bien, aunque hay varios detalles que tenemos que pulir. La entrada es difícil, uno esperaría eso en pleno Campos Elíseos; en la cadena hacen muchas preguntas, necesitas reservación para entrar mas no hay cover. Abre bien el ojo porque en una de esas te encuentras a alguna celebridad musical o de la televisión nacional.

En Pink Malaquita lo cantado nadie te lo quita. Es la propuesta de La Teatrería que consiste en un pequeño bar localizado en el segundo piso. La carta cuenta con tragos largos o cocteles clásicos como un gin tonic o varios mojitos, así como una carta de botanas que amenizan la gula durante el show, sí, hay un espectáculo de acuerdo a la noche que vayas. Habrá un cover –de hasta $200– si tienen show de stand up comedy, mientras que las noches electrónicas son de libre acceso. El extra del lugar es que al terminar el show podrás echarte un palomazo en el karaoke para aquellos que sólo al calor de las copas se animan a ser el centro de atención. 

No es una mueblería, mucho menos un restaurante. Su finalidad es ser un espacio público para eventos. Todos los jueves el lugar se convierte en un karaoke,así que piensa bien en las canciones que pedirás porque lo haces al momento en una computadora con YouTube. Aprovecha y tómate una caguama por $60 pesos.

Esta es la manera relajada de pasar la noche en Interlomas. Si el sábado al terminar el día tienes ganas de un desahogo, un levantón emocional o simplemente quieres desfogar esa energía guardada, festeja con canto y tragos. Black Box Live no te desanima pues no hay un mar de gente y el turno de tu canción llega rápido; es un sitio más íntimo y alejado del bullicio.

Este cantabar no posee el nombre en vano, pues prepara snacks, platos fuertes, bebidas y música de todos los géneros para recibir al público deseoso de alargar la noche entre risas, hambre satisfecha y mucho karaoke.  Para este estilo de bar underground con sillones lounge y mesas altas es recomendable anticipar la reservación pues el lugar es pequeño y se llena rápido. 

Sumérgete en el corazón del barrio coreano. Los dueños de este lugar apenas hablan español, así que te puedes dar una escapada nocturna de lo cotidiano. El catálogo de canciones cuenta con temas en español, inglés, japonés y chino. Tienes la opción de rentar dos tipos de salas: la normal, para alrededor de 25 y 30 personas, o la VIP para 50. Estas son cuartos privados con sillones, una pantalla, lucecitas, panderos y un micrófono para echar palomazos sin pudor. 

En el lugar verás imágenes de Belinda por todas partes pues es socia del bar. Selecciona tus canciones desde un iPad a través de una app; tienen todas las clásicas de karaoke, como José José, Fey y Jenny Rivera. Tiene un techo de espejo, mesas bajas con manteles negros y una presentadora voceando los turnos para pasar al escenario. Los cocteles llevan nombres llamativos, como mr. nachini, luis mirrey y la chismosa, con champán. Este es el típico lugar para pedir champaña y luces de bengala. Debes hacer reservación y si eres hombre, pagar cover de $200.