Los cafés de especialidad no sólo permiten tomar una infusión mejor diseñada, sino que también logran crear un espectáculo para el comensal. Uno de los métodos más nuevos dentro de la preparación de cafés artesanales. Consiste en colocar el grano molido dentro de un cilindro cubierto por un papel de filtro. Luego, hay que agregar agua caliente y dejarlo reposar por 10 o 15 segundos. Acto seguido, se coloca un émbolo que se empuja hacia abajo para filtrar el café. Aprende más de estos métodos con nuestra guía Cafés de especialidad for dummies y visita el Top 5. Cafés de especialidad.

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Aeropress en la CDMX
¿Qué mejor símbolo para el Centro de Coyoacán que una ardilla? El Café Avellaneda se adueña de este ícono y lo refleja en sus paredes azul turquesa, al estilo clásico antiguo de la región.
Inspirado en el personaje Laura Avellaneda del libro La tregua, de Mario Benedetti, este pequeño y escondido lugar, definitivamente es un must al visitar la zona. Cinco bancos junto a la barra, dos mesas dobles y una banca a la entrada, ofrecen un espacio cómodo y tranquilo para tomar un café hecho a tu medida en compañía de los baristas y uno que otro cliente frecuente.
A diferencia de otros locales, el Café Avellaneda no ofrece un menú; sino una especie de ficha técnica donde podrás consultar la historia del local –directo desde la Feria de la Piñata en Acolman, Estado de México–, las propiedades de un producto de excelencia y los distintos métodos de extracción y producción del café que vas a consumir.
Elige, con ayuda del barista, entre el grano traído de Oaxaca, Chiapas o Veracruz y solicita en la “Barra de Métodos” que preparen tu café ya sea con el ripper, aeropress, la prensa francesa, un clásico expreso o la famosaiInfusión en frío, cuya preparación tarda al menos un día completo.
Pero eso no es todo, para tener el mejor café hay que tener a los mejores recolectores. El producto que puedes consumir en Café Avellaneda se obtiene por medio de proyectos de sustentabilidad y apoyo económico a los campesinos que lo cosechan.
Café Avellaneda es delicioso, responsable y a tu medida.
En la calle de Durango existe un concepto que es todo lo que no sabías que necesitabas: un café de especialidad con cervezas artesanales, cocteles, vinos y comida rica. Se trata de Q’Pedro Pablo.
Este café de especialidad en la Roma es un espacio pequeño, con dos mesas afuera y unas cuatro en el interior. El lugar se presta para ir a trabajar con un matcha latte, una golden milk o algunos de los granos experimentales que ofrecen –ahora les contamos-, o para pasar la tarde con tus amigos tomándote una cerveza artesanal.
La decoración vintage industrial le da el toque y la personalidad a Q’Pedro Pablo: un lugar cómodo, en donde puedes ser tú mismo (el nombre del café seguramente ya te hizo pensar que ese es el mood).
La columna vertebral aquí es el café. Cuando fuimos, probamos uno de Pólvora, una fábrica de cafés de especialidad. Nos tocó un lote experimental en el que fermentaron manzana junto con las cerezas, que venían de Veracruz, y que en Aeropress resultaba en una taza aromática, equilibrada, frutal y con una acidez que invitaba a probar un poco más.
Nos contaron que acá hay una muy buena relación con los productores de café, por lo que siempre les tocan los lotes experimentales como este. Así que cuando vayas, seguramente podrás probar un café increíble y, en tu siguiente visita, habrá uno distinto.
En Q’Pedro Pablo piensan que en la CDMX hacía falta un lugar en donde pudieras tomar un gran café, pero que también tuviera cervezas ricas y, sobre todo, una carta de...
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Si pudiese imaginar el lugar donde mejor quedaría una lluvia de café, sería Coyoacán gracias a la sensación folclórica y colorida que evoca; pero mientras este hecho de la naturaleza no suceda, date una vuelta a Que Llueva Café, nuevo espacio cafetero ubicado en esta alcaldía cuyo cometido es servir café en todas sus modalidades.
El interior es una suerte de pins de Pinterest cuando buscas decoraciones vintage y campiranas, con detalles en ladrillo, fierro negro, focos colgantes y huacales acomodados como repisa. Un elegante y distinguido sifón para cold brew exhibe lo que se trabaja: diferentes métodos de extracción con sus respectivas máquinas, que van de chemex, prensa francesa, aeropress y sifón japonés.
Aunque los artilugios se manifestaron a vista, el día que fui me dijeron que no había otros métodos disponibles y pedí el cold brew con leche light que habría preferido en menor cantidad para no rebajar la acidez del café. El menú es muy amplio, así que es imposible irse con las manos vacías: en especialidades de la casa tienen un aromático chai dragón con shot de espresso y choco menta caliente para evocar sensaciones navideñas. Si quieres monchar algo dulce, las donitas horneadas satisfacen y las hay de diferentes golosos sabores, pero mi consentido fue el suave y esponjocito panqué con cajeta.
La finta de cafetería grab-n-go implica que las únicas dos mesas estén afueras, y en una de ellas plasmaron sobre la pared Que Llueva Café como un buen photo opportunity que...
¡No temas! No te queremos llevar a un nido de la brujería oscura. Lo único que este café de especialidad tiene de darks es la poderosa infusión de granos de altura que sale de sus cafeteras. Lleva este nombre gracias a los apodos de sus propietarios, una es "la bruja" y otro es "el dark".
El local tiene la decoración de negros y rojos con algunos cráneos y ondas metaleras; el servicio es cálido desde que te acercas y te invitan a pasar. Sus cafés de especialidad se llaman soul witches: hay prensa francesa, aeropress, sifón japonés y chef, los drip, entre otros seis o siete métodos especializados. El café que probé era de una mezcla de Oaxaca y Chiapas, potente, ácido y aromático, ideal para tomarlo en un latte para acompañar el desayuno, además manejan habilidosamente el arte latte para que tu taza entre también por los ojos.
Las bebidas oscuras las encuentras en el apartado dark drinks del menú. Ahí están los espressos, machiato y capuccino; las infusiones como tés y tisanas búscalas en poison, acompáñalas con algo dulce de los sweet fangs, como una dona casera, una galleta de murciélago o algo más supremo, un affogato.
Para el hambre recia tienen ensaladas y chapatas, mismas que disponen desde temprano en una canasta listas para los que pasan por su rápido desayuno. Tambien ofrecen crepas saladas gratinadas en queso.
Si pensabas que esta era toda la magia de Brujas Dark, te sorprenderá saber que también tienen un taller de tatuajes y perforaciones, para que hagas una...
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Bajo la custodia de lo que podía ser un hipogrifo salido de un bestiario medieval, los tonos tierra y distintas gamas de verde delinean la fachada del café Constela, la nueva cafetería en la Roma - la de los recuerdos de Cuarón-. Sus grandes ventanales lo separan del asfalto donde se encuentran la calle de Jalapa con Colima, y sus brillantes luces contrastan con la fachada Art decó vecina que pone en evidencia la tradición arquitectónica del barrio.
A finales de agosto de 2021, Constela comenzó a abrirse paso entre la fuerte propuesta culinaria de la zona con la promesa de "hacer tu café de especialidad realidad".
Su carta se fragmenta entre cafés, brew bar, panadería, ensaladas, bowls, sándwiches y toasts. Lo primero en llamar mi atención con ingredientes como dátiles, almendras, avellanas y jocoque fueron las ensaladas, la de kale frita con avellanas tostadas, queso parmesano y vinagreta de limón amarillo es una buena referencia del equilibrio entre sus sabores.
A pesar de que una promesa fundamental del café es la especialidad, hay muy poca referencia en torno al origen de su café y solo se menciona el nombre del estado -Veracruz y Oaxaca-, sin profundizar en fincas, productores, procesos y métodos.
Para este estilo de café o lo que denominan brew bar, proponen la infusión en sifón japonés, Chemex, prensa francesa, Drip, V60 y Aeropress, sin embargo, no teniendo contexto de la complejidad del grano y el abanico de sabores puede expresar a partir de cada método, es...
Al entrar te atrapan las palabras. El café está lleno de mercancía del cantautor Edel Juárez; de la taza a la sopa, la marca está registrada en cada rincón del lugar. Puedes encontrar camisetas, sudaderas, cuadernos, bolsas, collares y termos con versos legibles del trovador. La pared es un mosaico de fragmentos tipográficos que le muestran al cliente el potencial del poeta y fundador del local. Hay café de especialidad como para pasar un buen rato leyendo en compañía del iPod, y sin que nadie moleste, Vocablo está hecho para acoger refugiados sin prisas.
La carta de comida es pequeña, pero no te puedes ir sin probar la especialidad de la casa: torta de cochinita pibil con frijoles y cebolla morada. Es una verdadera delicia por la sazón, aunque eché de menos un poco de piña o ensalada para acompañar mi gordura. El resto es lasaña vegetariana o boloñesa y molletes.
La mesera no duda en recomendar entre las opciones que verás en la carta. Realmente lo mejor está en el café y en lo dulce. Hay cold brew, prensa francesa, chemex, aeropress y oferta de bocados poéticos, sí, como lo leíste: cada semana viene un juglar a ofrecer su trabajo en forma de letras, por un módico precio obtendrás las delicias creativas de las que el autor es capaz. Si esto no es suficiente, el amor llegará en forma de brownie o de crepa o macedonia de fresas.
Nada mejor que acompañar la vida con dulce y poemas. El ambiente es acogedor, la única premisa es tener una...
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Son pocos los lugares de la Roma que se interesan más por el fondo que por la forma; el sabor sobre el diseño. Uno de ellos es Memorias de un Barista, un café desfachatado dentro de un estrecho local de cuatro mesitas y paredes color marrón, que poco llama la atención a primera o segunda vista.
Aquí lo importante es el café, el método, el grano. Más allá de ser un lugar para convivir o echarse una tacita de cafeína, este proyecto es una carta de amor al café firmada por Eduardo Juárez, quien hace unos años creó un blog en el que reseñaba cafeterías y compartía artículos relacionados con el café.
En ese momento, las cafeterías de especialidad escaseaban en el país. Con el paso del tiempo y conforme Juárez ahondó sus conocimientos cafeteros con cursos sobre baristas, arte latte y tostado, se decidió a abrir –junto con su novia, Laura Renedo– una cafetería artesanal homónima a su blog.
En Memorias de un Barista (el café) se ofrecen granos nacionales, selectos y de tostado medio para que el café se exprese en sus notas más virtuosas. El rigor para conseguir lo óptimo del grano se manifiesta en la obsesión por el tamaño, la temperatura y el método ideal de cada bebida, al seguir los más altos estándares internacionales.
Para los amantes del americano, aquí hay cinco métodos artesanales de filtración: aeropress, dripper, sifón japonés, prensa francesa chica y grande, y la especialidad de la casa: el chemex, que también puede pedirse en las rocas. El afán por compartir la cultura...
Dicen que las mejores cosas siempre vienen en paquetes pequeños y el Espresso de Media Noche lo cumple. Se trata de un minilocal en Fernando Montes de Oca, en la Condesa, apenas notas la entrada, pero el olor a café no es tan fácil de encubrir. La decoración es sobria y minimalista, no tendrás distracciones para enfocar tus sentidos en el café. Lo primero que te encuentras es una sala con sillón de piel, comodísimo y con una mesita justo enfrente para recargar la taza, también hay tres mesas para dos, por si vas a compartir el momento con alguien o necesitas un rato de la soledad pensativa. Se siente una cafetería muy formal, de volada sabes que aquí las tazas se sirven y se beben en serio, pero te atienden como si fueras un amigo de años.
Hay variedades de café mexicano para cada método de especialidad que ofrecen, no es lo mismo beber una extracción de aromas tenues obtenida en chemex que en aeropress, cuando el último consigue un café muy corpulento. Si eres purista de esta bebida, debes irte directo al expreso, o si prefieres que los sabores y aromas estén más balanceados pide el kalita wave, un método que permite una extracción uniforme del grano molido al filtrarse al recipiente inferior. Otro gran tino de la barra es el té matcha, la infusión queda espesa y perfumada, me faltó valor para pedirlo con leche, ya será para la otra.
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“Café mexicano de especialidad” es lo que dice el letrero en la calle. Adentro, son cuatro mesas y una barra al fondo en un pequeño espacio lo que me hicieron sentir en confianza y seguro de quedarme. Se percibe un minimalismo en la decoración con destellos de artesanía mexicana, como servilleteros bordados y un gran cuadro con la escena de un pueblo mexicano. En la barra llaman la atención las diferentes herramientas para la extracción de café y la vitrina repleta de postres y galletas a simple vista me hizo salivar.
El chiste es seleccionar un método de extracción, hay prensa francesa, kyoto, chemex, aeropress o dripper; después el grano de café, de Veracruz, Oaxaca o Chiapas. Para estas mañanas cálidas la mejor opción es el kyoto, una extracción en frío que toma de cuatro a 12 horas en extraerse en un dispositivo especial de vidrio que permite nivelar el goteo del agua sobre el grano molido. Con granos de Veracruz la infusión fresca conservó los aromas tostados y florales, un sabor potente y reconfortante; mientras lo tomaba éste evolucionaba y aumentaba su fuerza.
Para acompañar, me comentaron que las estrellas del lugar eran cheesecakes de frutos rojos y guayaba. Tienen una consistencia rígida por fuera y muy suave y delicada por dentro; la mermelada de frutos rojos estaba perfecta en dulzor y consistencia. En esta nueva sucursal de Borola garantizan la calidad de la taza, y además, con el orgullo de ser completamente mexicano.
¿Un café de especialidad en Coapa? Leíste bien. Lejos de ser una zona en donde la gente se imagina que “Pa papanamericano” revienta a todo volumen desde autos tuneados con conductores que manejan con el asiento hasta atrás (o donde la mujer es guapa), esta región también alberga Inka Yani, uno de los mejores cafés del sur del DF.
Aquí ofrecen los métodos más básicos con los que cualquier cafetería de especialidad debe abrir –como chemex, dripper, aeropress y prensa francesa— dentro de un lugar con mesas largas de madera, para compartir el gusto de probar tal o cual método o asombrarse de las cualidades del grano (traído de Veracruz, Oaxaca y Guerrero).
La sugerencia, para los principiantes, es el dripper caliente, de intensidad media, hecho con un grano con notas de madera, caramelo y nueces. De rigor, hay que pedirlo para tomarse ahí mismo, pues ofrecen una experiencia que ayuda a ampliar la visión que uno tenía sobre la alquimia detrás de una buena taza.
La barista llega a la mesa con el artilugio predilecto y cronómetro en mano. Destapa un frasco con café molido y lo acerca para que lo olfatees. “Es de Herradura, Veracruz. Se trata de uno de los mejores granos del país y del mundo”. Luego inicia cátedra. Habla con un asombro y entusiasmo contagioso sobre el arte del café y sus cualidades, como la diferencia entre un grado de tueste y el otro, y la cantidad de agua, la importancia del C02 y el molido ideal del grano para cada método.
Me cuenta que entre mayor es la...
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