Panaderías y reposterías en la Roma

Entre las consentidas de la Roma está Rosetta, de Elena Reygadas. Mas allá del pan para consumo cotidiano, como chapatas o pan campesino, es fácil aficionarse por la barra hecha de nueces, pasas y chocolate, el rol de queso ricotta con avellanas o el de almendras. En plan salado, a las crocantes focaccias o al pan de pulque con anís.

En Delisa se sacan un 10 en pastelería. La recomendación es la concha de chocolate. El pan interior es hecho con chocolate importado, y su textura esponjosa es ideal. Hay roles de canela, trenzas de nutella, fondants, scones, cheesecakes y todo lo puedes pedir para algún evento especial.

Especializada en los "sin": sin gluten, sin azúcar refinada, sin productos animales, todos pueden disfrutar las delicias paneras de La Otilia. Desde donas keto a base de harina de almendras con huevo libre de pastoreo y monk fruit hasta pan de masa madre elaborado a base de arroz y almendra. Además los panes de temporada (rosca o de muerto) también los tienen en versión vegana.

Los hornos de La Bohème cuecen diariamente panes artesanales, hechos con técnicas francesas y productos orgánicos. Hay salados, como baguettes y hogazas, y dulces, como chocolatines y madeleines. Su repostería cuenta con más de siete tipos de tartas de fruta, libres de conservadores y con base de mazapán.

El amor por la repostería en Tres Abejas es el distintivo, pero también hay opciones saladas, como el croque monsieur preparado con dos esponjosos waffles, combinación ganadora con el queso gratinado. Tienen un "plato fiesta" que incluye cuatro diferentes rebanadas de pastel y macarrones para probar ahí mismo.

Diariamente hornean baguettes, croissants, chocolatines y alguno que otro pan, y las vitrinas con pasteles y tartas se robarán tu corazón. Es muy probable que llegues convencidísimo de probar una rebanada de pastel de chocolate y terminar mordiendo una de limón, de pan de zanahoria o una esponjosa tarta de pera.

Del postre nace el amor, y este lugar te recibe con una vitrina con postres individuales como tartaletas, mousse, pasteles espejo, pasteles con betún y eclairs. Además ofrecen un menú degustación con versiones mini de sus postres, acompañados de vino para crear el maridaje ideal.

Dominique prepara los mejores croissant y pain au chocolat que hay kilómetros a la redonda, ambos con el hojaldre perfecto, ligerísimamente crujientes y con un regusto a mantequilla que llena la boca. Si buscas algo más dulce, entonces te conviene pasar un rato frente a la vitrina de los pasteles.

Esta pastelería te dejará en claro que el azúcar y los platillos dulces son todo el amor que se necesita. Si no les crees, prueba el amor eterno (brownies de Oreo), amor propio (brownie mega cremoso con doble cobertura de queso crema endulzado, Kinder y Nutella) o los mousse de queso con frutos rojos.

Repostería y panadería tradicional con fusión japonesa y europea. El enfoque se dirige a las charolas de pan: pan de caja (cortes casi del doble de tamaño que las rebanadas que conocemos), ciabatta de cinco cereales, pan de moka con crema de almendra y chocochips. El totoro es el consentido relleno de crema de chocolate, ¡se acaba muy rápido!

Aunque esta cafetería especializada en cold brew toma el control ante desayunos satisfactorios e increíbles tazas de café, hay piezas de pan y rebanadas de pasteles que vuelan la cabeza. Tres palabras: brownie con bombones; también hay panqué de matcha y una imperdible trenza de Nutella.