¡Ojo! Trabajamos arduamente para ser precisos, pero estamos en tiempos inusuales. Por favor, siempre verifica antes de salir.

Restaurantes y cafés en la Roma
Las mejores opciones de esta colonia de la CDMX para ir a comer o tomar un café
Esta colonia, vecina de la Condesa, fue elegida el año pasado por los infalibles editores de Time Out como uno de los 50 barrios más cool del mundo. Y no es de extrañarse, ya que entrar en la Roma es como entrar en otro pequeño universo en la alcaldía Cuauhtémoc.
Encontrarás tesoros de todo tipo, desde Antros y bares en la Roma para amantes de la fiesta, el top 10 Restaurantes en la Roma para que pruebes todo tipo de platillos extravagantes y deliciosos postres hasta librerías, museos, cantinas, tiendas de discos, mercados, teatros y cafeterías que entran en la lista de los 15 lugares imprescindibles de la Roma.
Checa la lista y elige tu lugar favorito para pasar una tarde traquila tomando café o devorando un exquisito platillo.
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Lugares para comer en la Roma
Cariñito Tacos
Cariñito Tacos es un puesto que tiene toda la esencia de una taquería habitual: es un lugar a donde comes parado, a pie de calle. Es pequeñito; en el mostrador cabrán, tal vez, unas dos personas. Y en el espacio que acondicionaron en la banqueta, con algunas barras altas, pueden acomodarse unos cuantos más —seguro en tiempos post pandémicos todos nos apretaremos en esas barras—. Pero, al mismo tiempo, Cariñito Tacos contagia una sensación de frescura y coolness. Su menú de tacos está conformado por cuatro opciones que puedes acompañar con una chelita, un Boing o un agua mineral. Pero la onda es que los tacos no son los de siempre; aquí acomodan las viandas, que han sido tratadas bajo técnicas de cocción de todo el mundo y mezcladas con especias y aderezos predominantemente asiáticos, en una tortilla de harina o maíz recién hechas. Una opción es el taco Issan: pork belly cocinado por 15 horas en soya aromática; va sobre una tortillita de maíz y sazonado con especias del noreste de Tailandia, polvo de arroz, chicharrón y menta fresca. También tienen el taco Thai: cerdo confitado en tortilla de maíz sazonado con salsa Jin Jaew hecha con tamarindo y albahaca. Acá entre nos, mi favorito de Cariñitos Tacos es el cantonés; pork belly súper crujiente montado en tortilla de harina, con salsa hoisin, siracha hecha en casa y encurtidos. Y si prefieres los vegetales, está el taco de berenjena Laos: berenjena confitada en soya servida con una salsa de tamarindo y con albahaca y chalotes f
Makan
¿Recuerdan cuando se pusieron de moda los speakeasies? Bueno, algo así es Makan, pero sin la exclusividad y el esnobismo de los speakeasies de hace algunos años (ya estamos en 2021, no sean así). Para entrar tienes que tocar el timbre de una casay, al entrar, te encontrarás con un jardín precioso lleno de plantitas y con una fuente al centro. Makan está al fondo; tiene un par de espacios privados por si quieres reservar para seis u ocho personas y algunas mesas para unas tres personas por si vas en un plan más íntimo. Resulta que el nombre del restaurante viene de una palabra makan, que se usa en Singapur para preguntar si ya comiste o para invitarte a comer algo. Y eso ya te da un indicio de lo que estás por probar. Resulta que los fundadores de Makan son Maryann, de Singapur, y Mario, un mexicano que vivió un tiempo en el país asiático. Y su propuesta culinaria tiene un poquito de ambos mundos, más tirándole a la cocina de Singapur pero con algunos guiños a la tradición mexa. Para beber tienen una oferta súper seleccionada y bien hechecita de vinos, casi todos naturales o de baja intervención; hay blanco, rosado, tinto y también naranja. Y el menú de alimentos, que cambia casi todos los días, igual está cuidadosamente seleccionado. De hecho, la carta es breve; eso facilita que cada platillo sea hecho con extremo cuidado. De entrada, las verduras encurtidas con sambal, ajonjolí y cacahuate son imperdibles. Y otra opción ganadora es la lechuga cocida con puré y chips de ajo;
Fiu Fiu Flautería
Los habitantes de la Ciudad de los Palacios nos debemos a las garnachas. Las freímos, las ahogamos, las sofisticamos y luego volvemos al inicio, a lo que nos hace sentir bien: el saborcito del maíz, el toquecito de salsa, la sazón del relleno, la textura crujiente. Ningún capitalino se salva de salivar al pensar en sus tlacoyitos, gorditas o sopecitos (así, en diminutivo porque es con cariño). Y al acervo garnachero de nuestra capital se le acaba de sumar un nuevo bien: Fiu Fiu Flautería, un nuevo lugar de flautas ahogadas en la Roma. La onda de Fiu Fiu Flautería es súper sencilla, y por lo mismo es ganadora. Aquí solo hay flautas: de frijol con chorizo; calabaza con zanahoria; queso; papa; pollo o carne. La orden viene con tres flautas, fritas a la perfección, y, lo mejor: te las sirven en un vaso lleno de guacamole con crema y queso, ¡y qué guacamole!, receta secreta de la madre de uno de los fundadores. El resultado es una mezcla súper sexy: lo crujiente de las flautas, lo cremoso y ligeramente picoso del guacamole —hay otra salsa más picosa, que le puedes poner a discreción— y el generoso relleno. Además, en Fiu Fiu Flautería te obligan a comer rico: hay que hacerlo con las manos, chopear la flauta en el guacamole para obtener la cantidad precisa por mordida y, al final, rascar el fondo del vaso con los pedacitos de tortilla doradita para no desperdiciar nada de nada. Puedes acompañar tus flautas con un refresco, un agua o una caguamita Carta Blanca, sentarte en una de la
Migrante
Hay algo que no me parece correcto, y es comparar a la cocina con arte (haters: déjense caer. Aquí los espero). Pero lo que sí les puedo decir es que Migrante me recordó algo que ya tenía más que olvidado. La cocina no es arte, pero cuando está bien hecha, desde el concepto hasta la ejecución, sí comunica, y puede hacer afirmaciones tan sociales, humanas y conmovedoras como cualquier otra expresión cultural. El concepto de Migrante, concebido por Fernando Martínez Zavala, nació desde los últimos días de Yuban, donde Martínez era también jefe de cocina. Nos cuenta Fernando que en esos momentos se servían menús de degustación en donde había platos con recuerdos de otras latitudes, “eso me gustó”, dice el chef. “Yo acababa de regresar de Japón y también pude estar en Grecia. No puedes viajar, aprender y luego no poner en práctica lo aprendido, sería algo injusto tener herramientas y no usarlas.” explica. En Migrante, Fernando usa técnicas culinarias de todo el mundo. Y basta con echarle un ojo al menú para confirmarlo: baos asiáticos, churros mexicanos, laqueado japonés o confitado y braseado francés. Así comunica su concepto: todas las cocinas han recibido influencias de otras, y han aportado mucho también. No hay una cocina mexicana, hay varias, y todas las culturas alimentarias se deben a otras. Son hermanas y, sobre todo, migrantes (¿será una alusión a las migraciones humanas? eso se los dejo de tarea). A la propuesta culinaria se suma el diseño interior de Alejandra Medina,
Lolo's Croissant Bar
Ningún bar se compara con este: un bar de croissants. Sí, ese pan hecho con masa hojaldre, que es crujiente por fuera, suave por dentro y que se deshace a cada mordida. Pero acá no le llaman croissant, le llaman lolo. La especialidad de la casa son los lolitos, croissants chiquitos que puedes pedir en su presentación natural —que ya en sí mismo es una hazaña técnica— o con diferentes toppings o rellenos: chocolate oscuro, matcha, oreo, chocolate blanco con frutos rojos, pay de limón, nutella y muchos más. Además, Aristóteles estaría orgulloso de los lolitos, porque ellos sí aplican el justo medio a sus vidas: la mitad del lolito está cubierta y la otra mitad no. Cuando visites Lolo’s Croissant Bar, Nuestra recomendación es que primero te eches el clásico, solito, para que te des un quemón con la calidad de la masa y del trabajo de la panadera. Después éntrale a uno (o varios) con topping y relleno, para satisfacer el antojo. Pero si lo tuyo no es lo dulce prueba los lolitos salados, hay de jamón serrano, queso azul, roast beef, pollo o jamón de pavo. Mi favorito, ambrosía del infante y del godín, en desayuno y cena sin falla y sin comparación: el mollete. ¡Sí, lo preparansobre un croissant y es una delicia! Ahora, una cosa sí les voy a decir: hacer un croissant no es, como dicen por ahí, hacer enchiladas (aunque nunca he entendido este dicho, porque las enchiladas tienen su técnica). Esta masa es una de las más difíciles —si no es que la más— de todo el amplio mundo de la p
Amamba Gaspacheros
Para que no los conocen, aquí les va: los gaspachos morelianos (así, con s), son el monchi callejero por excelencia. Se trata de un coctel de frutas que tiene mango, jícama y piña picados súper finitos y que se acompañan con queso Cotija y con chile en polvo. Esta delicia ya tiene su representante en la CDMX, se trata de Amamba Gaspacheros, un localito encantador en la Roma en donde María José —moreliana, obvio—, se arma los gaspachos tradicionales y también sus propias propuestas como el verde, que tiene como base jugo verde o, para los que prefieren algo más dulce, el apapacho, que tiene como base leche de coco. Sobra decir que los gaspachos son una de-li-cia, pero el proyecto se vuelve más conmovedor cuando conoces la historia de los platos de cerámica, que son hechos por Laura González, ceramista y madre de María José, y las kombuchas Neo Río, (la de jamaica con frambuesa es imperdible) hechas por Cristóbal, el hermano de Majo. Este es un proyecto 100% moreliano, familiar e imprescindible. No te pierdas la oportunidad de probar esta delicia: la comida callejera peinada, hecha despacio y con amor. Te recomendamos: Mi Compa Chava
Brasería 28
Hay muchas cosas bellas en este mundo, y una de ellas es la pizza, y más cuando está hecha con amor, con tiempo y con respeto a cada uno de los ingredientes que participan en la fiesta que aloja ese círculo de masa. Brasería 28 me llamó la atención desde su slogan: only craft; solo artesanal. Entré al espacio amplio y abierto en donde ahora se encuentra esta pizzería (y donde antes se albergaba Patio Aurora), y entendí que Brasería 28 es más que una pizzería, es un homenaje a la fermentación. En este lugar encuentras pizzas de las buenas: con ingredientes orgánicos y masa madre de larga fermentación. La masa hace que estas pizzas se sientan ligeras (entre eso, y que sí están deliciosas, yo me eché una casi completa), con todo y que los toppings son abundantes. Y como está hecha con tanto cuidado y los ingredientes son de súper calidad, los agregados son solo los que deben de ser: tres o cuatro en cada pizza, y nada más. Tip: pide una de las pizzas que vienen con miel de los Altos de Chiapas. También hay chelas de las más ricas para acompañar. Pues Brasería 28 es un proyecto que, además, importa cervezas artesanales italianas de las marcas 28 —ojo aquí, celiacos y dietistas keto: estas son gluten free o low carb— y Toccalmatto, una de las cervecerías mejor calificadas de Italia. Aquí las cervezas son de botella y de línea, y también puedes llevarte algunas a casa. Además hay para todos los gustos, desde las súper bebibles Blonde (orgánica y biodinámica o gluten free) o Pale A
Cuina
La expectativa de ir a Cuina era mucha: a tan solo unos meses de haber abierto, sus croissants cubiertos con chocolate y otras de sus piezas de pan ya estaban todo el tiempo en los feeds de Instagram. Y no es para menos, porque los panes, además de enamorar a la vista, están a cargo de los súper reconocidos Xano Saguer, cofundador y excodirector de la famosa escuela culinaria EspaiSucre en Barcelona, y la repostera Fer Prado (Gelatoscopio). Xano Saguer tiene grandes planes para Cuina; aunque actualmente funciona solo como panadería, la idea es que en un futuro el lugar —haciendo uso de un espacio adicional al que actualemente ocupa— sea también restaurante, academia y salón para eventos. Así que llegué al lugar, ubicado en la planta baja de un edificio porfiriano precioso en la Roma. Cuina es como el speakeasy de las panaderías: nada anuncia su existencia; aunque el aroma a pan será tu mejor GPS cuando llegues a la esquina de Tabasco y Morelia. Así me detuve ante un edificio profiriano precioso, donde la vitrina repleta de panes —a la vista deliciosos—terminó por atarme: croissants, palmeras (a.k.a. orejitas), roles de manzana o de nuez y panes de masa madre. Pregunté por varias piezas para decidir mi compra pero, para ser sinceros, la atención fue súper deficiente: no solo no me informaron, sino que me trataron mal. Terminé comprando una tarta que no quería, únicamente porque me dio flojera insistirle —amablemente, siempre— a la vendedora para que accediera a explicarme un
DulceMando
DulceMando guarda toda la esencia de una panadería de barrio: la fachada es pequeña; tanto, que si no pones atención, podrías pasar de largo. Pero lo más seguro es que tu sentido del olfato te haga detenerte en ese localito en la esquina de Querétaro y Frontera. Esta panadería huele a pan del bueno: a masa madre, a chocolate y a almendra. Y al entrar te recibirá la calidez del horno, un mostrador, algunas charolas para pan, y nada más. Pero en este lugarcito se hornea puro amor; desde las piezas más tradicionales como baguettes, bolillos, conchas o rollos de canela hasta los panes de temporada como el croissant de tocino con crema de maple o el de Lucky Charms. Y, por supuesto, también hay opciones keto y veganas, además de las tradicionales. Por la temporada, a nosotros nos tocó la rosca de reyes. Hacen la tradicional y también opciones más innovadoras como la de Nutella, de conejito Turín o de chocolate blanco con galletas Oreo. Además Katia, la panadera encargada de Dulce Mando, decidió que para terminar este 2020 e iniciar con todo el 2021 había que sembrar una intención con las tradiciones, resignificarlas y, de paso, cuidar el medio ambiente, por lo que decidió no ponerles niños a las roscas, sino una amatista, para proteger y motivar a quien la reciba. De DulceMando te recomendamos lo más tradicional, hecho con intención y a la pura manera artesanal: las conchas, los croissants, las baguettes y los chocolatines son garantía. Y, para los antojos más golosos, estate al p
Mielmesabe Bakery
Mielmesabe Bakery es una pastelería y galletería en la Roma. El local es pequeño, como para pasar por una galleta o una rebanada de pastel y un café. Tal vez, si pasas por ahí sin poner atención, podrías pasar de largo. Pero, ahora que ya te pasamos el tip, te vamos a contar por qué debes visitarlos. De un tiempo para acá los postres súper vistosos se pusieron de moda; colores, decoraciones con fondant, glitter y muchas cosas más. Y sí, a lo mejor estos postres están bonitos, pero ¿no te pasa que los pruebas y sientes aunque sea un poquito de decepción? Pues esto no te va a suceder aquí: la decoración de los postres es sencilla, pero cuidada. Menos es más. Las sutiles capas de betún resguardan pasteles esponjocitos, húmedos, frescos y es-pec-ta-cu-la-res. En Mielmesabe Bakery encuentras los clásicos: chocolate, tarta de limón, frutos rojos e higo. Y también hacen especiales de temporada, como el súper rico y picosito pastel de chile en nogada o, para la temporada decembrina, el pastel de ponche. Las galletas igualmente son riquísimas; grandotas, crujientes y con sabor a puros ingredientes naturales y de calidad. Nada de conservadores y saborizantes. Pidas lo que pidas, te aseguramos que te va a encantar y que, como nosotros, vas a querer regresar para probarlo todo. La verdad es que, cualquiera que sea tu elección en Mielmesabe Bakery, te garantizamos que no habrá falla. Pero de todos modos te dejamos un par de recomendaciones porque te queremos mucho y te queremos ver triunf
Frito y Cruel
Además de ser un referente de la música country, Nashville nos ha deleitado desde el siglo pasado —mayor precisión, en la década de los años 30— con la receta de pollo frito. Sin embargo, existe data de que los egipcios y los romanos ya hacían fritura; preparaban un plato de pollo con el nombre de pullum frontonianum, dorando en grasa las piezas del ave. Lo que determina el sabor de esta delicia es el aceite con el que se prepara: de oliva, cacahuate o ajoljolí, que combinado con el tiempo y temperatura adecuados brindan el crunch perfecto, dejando por dentro la suavidad que necesita la proteína en cuestión. Y si a eso le sumas la variedad de especias y salsas que se agregan al empanizado, tendrás esta aportación a la glotonería mundial. Para probar esta maravilla llena de calorías, toma nota de esta propuesta en la Roma que nació en 2020 y cuyo nombre me provoca curiosidad, mientras invita a gozar sin importar el sufrimiento. Tal cual, un gusto culposo. Por no tener mayores pretensiones y por su sencilla decoración, este local me recuerda a la típica pollería de muros con azulejos de lustre blanco, pero Frito y Cruel me recibe con la agradable esencia de un corazón de pechuga empanizado, bien especiado y deliciosamente frito en aceite. A la entrada hay una barra con cocina abierta donde caben aproximadamente unos cuatro comensales que pueden deleitarse con pickles hechos en casa, que por cierto se encuentran a la venta. Por eso de la sana distancia, yo opté por comer en la p
boca llena nasty waffles
¿Hoy te levantaste con ganas de dick? ¿o de pussy? En Boca llena nasty waffles tienen las dos opciones ¡en waffle! Para ambos hay coberturas de chocolate amargo, chocolate blanco y cajeta, y rellenos de mermelada de frutos rojos, blueberry o frutas de temporada; en este mes hay guayaba navideña. Para tomar hay cold brew; puede ser shakeado o con leche. Y también tienen el súper fresco cold brew tonic que va con agua tónica y un twist de limón. Si no te gusta el café, puedes tomarte una chela. Aquí tienen de las artesanales y queretanas Hércules; pueden sugerirte la mejor opción para maridar con el dick o con la pussy que te vas a echar. A nosotros nos gusta la Macanuda con la pussy rellena. Hablando en serio, hay dos cosas que nos encantan de Boca llena nasty waffles; la primera es que, además de que los dicks y las pussys son súper instagrameables, también están de lo más ricos. Es común encontrar productos que son perfectos para la foto pero que al probarlos, nos quedan debiendo. Eso no te pasará acá; disfrutarás cada mordida. También nos gusta que los fundadores de boca llena nasty waffles, Omar y Esteban, se preocuparon por tener un concepto inclusivo; son varios los lugares de waffles que ofrecen dicks, ¡pero ninguno tiene pussys! Además de que ofrecen postres deliciosos, también buscan abrir conversación respecto al sexo. Consideran que hay que normalizarlo y comenzar a llamar a las cosas por su nombre: dick y pussy, o pene y vagina. Y si en el camino de normalizar el s
Pollo Bruto
Pollo Bruto surge como un oasis entre un desierto de propuestas culinarias homologadas y, francamente, ya aburridas. Antes de la pandemia, el espacio que ahora alberga a Pollo Bruto estaba destinado para ser un restaurante de manteles largos. Pero pasó lo que pasó y ahora este lugar, vestido a modo de puesto callejero en una esquina, ha roto los feeds de Instagram y ha llegado a los corazones de quienes lo visitamos. Cuando llegues, verás bancos de plástico y mesas conformadas por un huacal y una tabla de madera: lienzo del hiper festín que está por venir. En la carta hay pollos o quesos panela con distintos adobos (verde, rojo y amarillo), que puedes pedir enteros, por taco, en ensalada o en bowl. También hay (¡bendito Dios!) caldos picositos, reconfortantes, apapachadores y que te curarán de cualquier pecado. Mi consentido, el caldo con pollo, lleva garbanzo, arroz, aguacate, tiritas de tortilla frita y trocitos de pollo (tip: el plato es súper abundante, pídelo dividido para compartir). Elegir guarnición es más difícil que escoger tu starter en Pokémon: el arroz ranchero sabe al abrazo materno; el pico bruto es un alarde de técnica y de la capacidad de innovación de Nano, el chef ejecutivo; los frijoles charros con tortillas de harina harán a nuestros hermanos norteños que habitan en la CDMX sentirse como en casa… total, ve con hambre para que lo pruebes todo. La carta de bebidas es breve: agua mineral, refresco de cola, cerveza Carta Blanca, mezcal y, las estrellas de la
Cumbé
Adictos del café: ¡bienvenidos!, acá encontrarán su néctar. Cumbé es un lugar pequeñito pero reconfortante. Tiene apenas tres mesitas, una barra que destaca por su diseño limpio y, al fondo, Plantavera, un espacio pequeño donde puedes comprar plantas y macetas. El lugar se siente como la casa de la abuela: lleno de verde, apapachador y calientito. Lo mero bueno es el café (¡y qué café!). Ofrecen diferentes métodos de extracción: V60, kalita, prensa francesa, chemex, ¡lo que quieras! Y lo mejor: los baristas te recomiendan el grano que le va mejor al método de extracción que elegiste, no sin antes llevarte a la mesa dos o tres opciones y explicarte sus características aromáticas para que puedas decidir. Así de pro. También hay varias opciones de tés e infusiones. Para acompañar tu bebida tienen algunos panes como croissants, panqués de matcha o, nuestro favorito, bizcocho de piña: un rectángulo pequeño, suave como almohada y relleno de mermelada (tip: échatelo con el flat white…¡delicia!) Si eres un ñoñazo del café, este lugar no te quedará a deber. Al contrario, fomentará tu espíritu curioso. Se vale ir y aprovechar el conocimiento de los baristas, probablemente más ñoños del café que tú. Ellos te explicarán todo lo que quieras saber y te recomendarán la bebida que estás buscando. Además, lo harán con una sonrisa. Te recomendamos: Cafeterías en la CDMX que sirven solamente café mexicano
Puerto Prendes
La experiencia de Puerto Prendes comienza desde que entras al lugar: el diseño interior es espectacular y, a diferencia de muchos otros lugares que siempre se ven más guapos a cierta hora, éste es perfecto para cualquier momento del día. En la tarde, el techo abierto y los colores neutros de la decoración harán que disfrutes muchísimo la luz del día. Y por la noche, la ambientación y la iluminación son perfectas para una cita o una cena de negocios. Lo infalible aquí son los pescados y mariscos; aunque tienen opciones con carne por si no le entras a los frutos de mar. Yo probé unas tostaditas de aguachile de camarón, una joya: aciditas, con el camarón súper fresco y, para rematar, un montaje bien cuidado. Lo único que me faltó fue estar en la playa. De ahí me seguí con unas carnitas de atún, venían con un guacalome y con tortillas hechas a mano. También probé los tacos de arrachera —súper suave— con camarón. Las salsas y las guarniciones siempre estuvieron en su punto. Se agradecen muchísimo las tostadas que te ponen al centro de la mesa al llegar; están hechas con las tortillas a mano, son súper crocantes y están horneadas, para que no te tengas que preocupar (tanto) por las calorías. El esfuerzo que hacen con la coctelería se nota; además los meseros saben recomendarte el trago para ti: que si te gustan dulces y frescos, secos y serios, aciditos y refrescantes, ¡hay opciones para todos los gustos! Y también se arman coctelería clásica; yo me tomé un negroni que estaba perfe
Bravazzo
Llegar al Mercado Roma siempre implica expectativa. Y este lugar, que ha sobrevivido un terremoto y una pandemia, sigue renovándose y siendo sede de grandes opciones culinarias gracias a los locatarios que ahí se alojan. Ejemplo de esta creatividad y espíritu propositivo es Bravazzo, el nuevo lugar de comida peruana tradicional al que sí van los peruanos —y no hay mejor prueba de calidad que esa— en parte seducidos porque ahí encuentran a su querida Inca Cola, sus cervezas Cusqueñas y sus pisco sours, pero también por la comida, lo mero tradicional y casero peruano. Acá hacen la imprescindible causa, que lleva su nombre por las vendedoras callejeras que las ofrecían durante el proceso de independencia peruano: “por la causa”, decían a los transeúntes, refiriéndose a la causa independentista. Ahora la causa es un platillo tradicional; una masa de papa aderezada con limón y que puede tener varios rellenos, generalmente mariscos o pollo. Tradicionalmente este es un plato abundante y que se sirve al centro, pero en Bravazzo decidieron hacer causas chiquitas; seis bolitas deliciosas que te comes en tres mordidas y con toppings de camarón, atún y chicharrón de mariscos. Por supuesto, teníamos que probar el ceviche peruano: pescado fresco curado en limón servido con (¡sorpresa!) una bolita de puré de camote, muy tradicional en este platillo, y también choclo (a.k.a. granitos de maíz). Ligero, fresco, con una acidez riquísima que te va a pedir que te eches otra Cusqueña. Para los que
Concha y Nata
Concha y Nata es un lugar pequeñito, sencillo, con un diseño interior cálido y cuidadoso. Lo mero bueno de este lugar son los panes: las conchas, roles de canela o frutos rojos, los productos de temporada como el pan de muerto y la muerconcha (un súper afortunado híbrido entre pan de muerto y concha de vainilla). Nosotros pedimos un café americano, que está hecho con café Pluma, de Hidalgo. También tienen una carta de tés con propuestas muy cuidadas: si pides un té, te traerán tu teterita llena de flores de manzanilla, lemongrass o cedrón. Además, siempre hay panes de temporada; a nosotros nos tocó la muerconcha y el rol de calabaza. Aunque su verdadera especialidad son las guajolotas, cumbre de la cultura alimentaria de los citadinos. ¡Y qué especialidad! Acá no es una torta rellena de tamal, es un tamal cubierto con masa de bolillo. Luego hornean todo junto; el resultado es una reinterpretación, “homenaje a la guajolota de las calles”, dice Víctor Funes, uno de los socios de este spot. Pero esta no es la única diferencia entre la guajolota que comemos en la esquina y la que encontramos aquí. La de Concha y Nata está hecha con ingredientes más variados, y que cambian cada cierto tiempo: hacen pruebas de algunos rellenos un día y cuando se acaban, se acaban. Nosotros probamos la de champiñones y la de chilorio, ¡y fue una joya! El chilorio era suave, bien sazonado, pero a la vez dejaba sentir el sabor del maíz, la manteca del tamal y las notas a masa madre del pan que, más qu
Stone Rex
Imagínate: un brisket con 16 horas de cocción, un pastrami que fue marinado por seis días, unos pepinillos hechos en casa y tu chelita artesanal. Todo esto mientras disfrutas unos acústicos que se llevarán a cabo con todas las medidas de seguridad e higiene en tu ya conocido y querido Foro Indie Rocks! Así te espera Stone Rex, el nuevo restaurante dentro del Foro. El concepto es un BBQ tradicional; hasta tienen su propio BBQ smoke pit, al puro estilo texano y adaptado en un tanque viejo de gas. Ahí, el chef Paco Pizarro, quien ha sido apasionado del BBQ desde hace años, se ha encargado de crear un concepto totalmente gringo, con las estrellas que no pueden faltar: costillas —tan suaves que se les sale el hueso con solo jalarlo un poquito—, pulled pork y brisket, hechos con un rub de ajo, especias y, para darle ese toque mexa, un poco de Miguelito en polvo. Todo está hecho al carbón y en leña de encino, que aporta a las carnes un sabor ahumado, y cada platillo del menú pasa por cocciones de entre 14 y 16 horas. La propuesta culinaria se completa con el ambiente del lugar: platos desechables —pero ecológicos—, mesas largas de madera que parecen el patio trasero de una casa gringa y que invitan a hacer sobremesa el domingo por la tarde. En Stone Rex le apuestan a las chelas artesanales, principalmente Hércules y Cerveza Charro, aunque tienen muchas otras marcas independientes e industriales. Si lo tuyo son los cocteles, aquí cuentan con una propuesta fresca y cumplidora de trago
Umai
Los relatos orales dicen que un jardín zen está hecho para su contemplación. Pero en el armonizo Karesansui —como también se les conoce a estos jardines— que te espera en Umai, el nuevo restaurante de Casa Basalta, además de admirarlo vas a comer en una de las mesas que cuidadosamente se colocaron sobre él. Si con la descripción y la foto te enamoras, espera a conocer en persona esta creación de Planta Diseño Botánico; saldrás lleno de paz. Con un esmerado diseño interior a cargo de Alexander Díaz Anderson, la experiencia de Umai inicia al entrar. En la primera parte descubres una barra de sushi, donde los cocineros filetean pescados que vienen desde Japón, España, Nueva Zelanda o Baja California. Después está la terraza; sobria, sencilla y totalmente abierta para que, te sientes donde te sientes, puedas ver la siguiente sección: el jardín zen, nuestro favorito. Así descubres la propuesta culinaria de este restaurante; cocina japonesa tradicional y un ambiente casual. Yo empecé con la ensalada de algas que va aderezada con cítricos y ajonjolí, aparentemente sencilla pero, a la vez, puro alarde en la técnica: las algas, súper verdes, turgentes y cortadas con extremo cuidado, tenían muchísimo sabor. Seguí con sashimis de totoaba y de salmón que vienen con un poquito de wasabi; tenían una textura suave, que casi se deshacía al morderlo. No pueden faltar los nigiris, te recomendamos los de atún, macarela y anguila. Probar uno de estos platillos en Umai es entender el concepto y e
Pigeon
Enamorarse a primera vista de un restaurante sí es posible. Pigeon, en la Roma, es ejemplo de eso y se vale solo de un secreto para conseguirlo: un concepto tan bien bajado, que abarca desde sus platillos hasta su diseño interior. El eje temático de este restaurante fue planeado a partir del inmueble donde se aloja, la famosa “casa de las brujas”, y cada detalle gira en torno a esta construcción de estilo inglés. Su nombre, por ejemplo, está inspirado en el ingeniero que construyó el edificio en 1908, R.A. Pigeon, y es la firma de este personaje la que se aprecia en el logo del lugar. Por su parte, la paleta de colores se eligió a partir del mosaico rosa del piso, que es el original, y el diseño interior se pensó en armonía con este elemento. De inmediato te sientes en una película de Wes Anderson, ¡tu Instagram definitivamente necesita estas fotos! Y la fachada, que recordaba a una taberna o bistrot europeo, inspiró la propuesta culinaria de la chef Mercedes Bernal (Meroma): una carta breve, pero todo ejecutado a la perfección. Más de la mitad del menú está conformado por entradas y botanas, entre las que predominan las verduras frescas y los productos de gran calidad. Te recomendamos la tabla de quesos, que viene con unas rodajas de durazno, almendras, un poco de miel y pan; este plato dice, sin hablar, la personalidad del lugar: es juguetón, compartido y cómodo. Igualmente tienes que probar las zanahorias rostizadas con salsa macha, tofu cremoso y hoja de zanahoria o el be