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Restaurantes de comida japonesa en la CDMX
Hay más opciones además de ramen y sushi: este es el repertorio de los restaurantes japoneses de la Ciudad de México
¿Buscas los mejores lugares para comer ramen en la CDMX? En esta lista no solo los encontrarás, sino que hay más maravillas de recetarios japoneses que tu paladar agradecerá probar.
Desde los lugares para comer sushi y los hechos en México. No te cierres, conoce los mejores restaurantes de Asia, la cocina fusión en la Ciudad de México o encuentra tu comida favorita por continente.
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Dónde comer comida japonesa en la CDMX
11. Ah-Un
Motolinia esconde secretos que algunos transeúntes descubren sólo en su paso agitado entre la corriente tumultuosa de personas del Centro. Al cruzar Francisco I. Madero pon atención hacia el lado derecho de la acera pues a unos pasos –junto a Talismán de Motolinia– está la entrada de este tímido restaurante nipón, casi oculto debajo de un modesto toldo verde. Quizá tu acercamiento sea recibido por un volantero, clásico del Centro; no te engentes más y solicita que te lleven a la barra de sushi, la verás al fondo con los maestros susheros; brillante, limpia, con maderas de tonos claros, una mayor iluminación que resalta lo nuevo, limpio y fresco del concepto: comida japonesa de tradición, aunque en la carta hay una que otra salpicadura thai y vietnamita. El menú es enorme, tómate un rato para hojearlo y encontrar tu propio camino. El papel lo encontré muy descuidado, manchado y arrugado, desentonó por completo con lo que me esperaba en presentación y sabor de la comida. Al personal de servicio le falta empaparse en conocimiento de los productos que ofrecen, aunque impecable en atención, a muchos nos gusta que nos convenzan con seguridad. Comencé con un sashimi combinado de salmón, hamachi y atún, sin fallas pues la frescura del pescado es la clave. Entre las 21 opciones de nigiri, pedí el uni ika de erizo con calamar, envuelto en alga y cebollín por encima; la textura fue sublime. La fritura japonesa es infalible, por ello probé dos kushiage: el ku
12. Masao Sushi
Un clásico de clásicos, en cuanto a comida oriental se refiere. El Masao es bien conocido por los vecinos de la gente de la Nueva Santa María porque, a pesar de que el sitio no demuestra ningún tipo de lujo, su carta de comida sí lo es. El menú es muy amplio y, si no vas en horas pico de comida, las comandas humean sobre las parrillas de metal y salen calientes muy rápido. Tiene ensaladas con fideos chinos, verduras salteadas en wok y calamares; sopa de alga wakame, con tamago, o huevo, y con arroz, pollo y vegetales. Hay un apartado especial con fideos caldosos, yakimeshis, brochetas asadas caramelizadas y más de 10 guisados con arroz: lo mismo con camarones, res y filete de pescado. Ofrecen makis vegetarianos, fritos y empanizados con hueva de pescado o queso crema; sushis con anguila de río, macarela y salmón fresco y, para tomar, cervezas japonesas y nacionales, calpis, sangrías preparadas y copas de vino tinto o blanco. Hablando de porciones, tienes que saber que no son tan generosas como en otros lugares a los que estamos acostumbrados. Pero lo que te llega al plato es suficiente para que comas bien y te vayas sin hambre.
13. Shalala
Esta es una de las referencias cuando quieres comida japonesa desenfadada en la Condesa. Aunque no es muy barato, es un restaurante cómodo y la comida tiene una sazón tropicalizada y las porciones son las adecuadas, de esas que no te dejan con hambre ni mucho menos con la sensación de que pagaste de más. Además el servicio es ágil aún cuando Shalala está lleno. Por las tardes verás a muchas parejas compartiendo un rollo de sushi, y es que el local se presta para ponerte romántico o para llevar a algún amigo con el que tenías una plática pendiente. La decoración colorida te saca completamente del contexto habitual de la Condesa; madera, bambú y hasta una ola del mar que parece sacada de una caricatura japonesa decorando una pared. Del menú de sushi te recomendamos el shalala roll, es de camarón empanizado y queso, con aguacate por fuera. Ya sea en rollo o por pieza, ya que una de las ventajas de este lugar es que puedes comprar por pieza. También están los cónicos sushi temaki, pide un unagi –anguila– con queso, el que te gustará. Otra delicia es el yakimeshi, porque no queda batido y le ponen suficiente ajo, pide uno mixto, para qué le das tantas vueltas. El platillo que nos gustó más fue el ramen; tienen tres estilos, el tonkotsu con cerdo, el shoyu de soya y el miso de sabor medio. Agrega huevo cocido por 10 pesos más. Probamos el tonkotsu y efectivamente el caldo está muy concentrado en sabores de la carne y el lomo estaba suavecito para comerlo en compañía del fideo. La p
14. Wabi Sushi
Bajo una muy buena ejecución en cocina, llega Wabi Sushi, que en japonés significa "la belleza de la impefrección", concepto que acá se trabaja con un toque vanguardista pero conservando los valores y formas tradicionales. Tiene un entorno bastante orgánico y fresco creado por la arquitecta y diseñadora de interiores Alejandra Patrón, para que disfrutes visual y gustativamente de esta experiencia. Con mobiliario de madera e iluminación relajada. El menú se integra por ingredientes nuevos para el paladar mexicano; cortes sutiles, alimentos frescos, y preparaciones muy bien cuidadas como eje de este lugar. Las mentes detrás de la comida son Diego Patrón, un apasionado restaurantero, y el Chef David Portillo, estudioso de la cocina japonesa quien también ha adquirido experiencia en la misma trabajando en Tori Tori, Rokai y Makoto. Hacen una distinguida sintonía en este lugar. Tienen temaris, que a diferencia de los nigiris son redondos— aún así contienen el mismo gramaje de arroz y pescado—, la forma que tienen hace que comerlos sea más placentero. Las láminas de atún envueltas en tempura dan una sensación gustosa al paladar, acompañadas de una hoja de shiso para toques muy sutiles. Si vas acompañado, es buena idea pedir el shabu shabu porque ambos lo preparan desde cero: verduras wakame, hongos shitake y shimeji, hakusai, negi y proteínas como rib eye y chashu (pork belly); eligen las salsas y finalmente entre udon, ramen o arroz. Acompaña tus platillos con algún sak
15. Daikoku Cuauhtémoc
Posiblemente después de las taquerías, pizzerías y hamburgueserías, la siguiente comida genérica más popular en esta ciudad es el sushi, y los restaurantes japoneses son una opción relativamente común de comida, muy por encima en popularidad incluso que comidas como la francesa o la china… sin embargo, esto no siempre fue así: el menú japonés solamente empezó a ser popular hasta finales de los 80 (de ahí, probablemente, que casi todos los restaurantes de este tipo de comida aún ahora abusen de esa estética de videobar ochentero). Pero muchos años antes, desde 1971, ya había Daikoku en la ciudad de México. Más de 40 años de educar el paladar de toda una ciudad merece todo nuestro respeto. El local que ahora nos ocupa, enclavado en la colonia Cuauhtémoc, muestra ya los años que le pesan en su decoración, y sin embargo, esos mismos años le favorecen en la oferta de su menú: posiblemente los mejores nigiris de la ciudad se ofrezcan aquí. Ingredientes frescos y bien seleccionados, sobre camitas de arroz que no se deshace más que en la boca. El menú es vasto y, como suele ocurrir, un tanto indescifrable para quien no esté habituado a las delicias del sol naciente. El mejor consejo lo da el azar: pide sin saber qué pides, en una actitud abierta a internarse en un territorio intrincado, sofisticado y totalmente lejano a la gama de sabores mexicanos (por más que en los sushis cada vez sea más frecuente hallar chilitos toreados). La garantía, como siempre en este tipo de lugares, es ve
16. Barra de Ginza
Se acabaron las pretensiones y los restaurantes exagerados en Lomas de Chapultepec, ahora ya encuentras varias opciones para el antojo y el bolsillo. Barra de Ginza no es un restaurante per se, sino una línea de servicio sobre la banqueta para poco más de 15 personas con comida fusión japonesa y mexicana. El local respeta la elegancia de una barra de sushi, pero la cocina le da vuelo a la hilacha con platillos como el taco de rib eye con erizo o callo con enoki (setas), con base de alga nori, ofrecidos a modo omakase. Lo destacado son los ingredientes frescos desde cangrejo y langosta hasta pulpo, y de ahí se deja llevar el chef Óscar Magaña para idear sashimi, pokebowls, tempura o ensaladas de algas. Para el postre hay helado de té verde acompañado de aglomeraciones godínez, pues se ubican estratégicamente frente a la Torre Virreyes. En Barra de Ginza te sentirás en una especie de taquería pero con aromas orientales.
17. Tori Tori Temístocles
Un restaurante innovador en su arquitectura y diseño, reconocido por su refinada cocina japonesa y su concepto muy nice. Sólo un gallito (el logo del restaurante) te deja saber que esa puerta negra en Temísocles es el destino. Un hombre vestido de traje con un audífono manos libres susurra algo a su pequeño micrófono y te abre la puerta. Al entrar, lo primero que ves es esta impresionante estructura creada por el despacho mexicano Rojkind Arquitectos en conjunto con Esrawe Studio. Atravesar la puerta sientes que entraste al primer mundo. Hay diferentes espacios para sentarte, la terraza es excelente para un día soleado. Si el clima no lo permite –o no hay mesas disponibles– los salones de adentro también son buena opción. Uno de los espacios de la segunda planta está hecho de madera, con un alto jardín vertical y mesas sumergidas en el piso de forma que tienes que bajar un par de escalones para poder sentarte. Después del shock visual, viene el shock al paladar. El tazón de atún es una delicia: cubos de atún fresco marinado con pedazos de aguacate perfecto, sobre una ligera capa de alga y una cama de arroz blanco. Los sushi cakes como segundo plato también son altamente recomendados: pequeños rectángulos de arroz asado, al punto que se vuelven crujientes y sobre ellos camarón marinado, suave y fresco. Por si fuera poco este es uno de los pocos restaurantes en la ciudad que cuentan con hueva de erizo, mejor conocido como uni. De postre, pide helado mochi de frijol rojo, que so
18. Morimoto
Masaharu Morimoto rompió con la alta cocina japonesa al modernizarla. Creó un concepto al tomar la esencia de los platillos tradicionales y combinarlos con ingredientes occidentales. Es uno de los chefs más importantes a nivel mundial, por eso, por ser el mejor en el programa Top Chef America y por haber sido el chef ejecutivo de Nobu. Su restaurante en la Ciudad de México se mantiene al mismo nivel que sus homónimos en Nueva York, Filadelfia y Waikiki. Dentro del menú destacan el Morimito sashimi (una torre de sashimi de toro sellado, salmón, anguila, atún y hamachi acompañada de cinco salsas), el rock shrimp tempura (tempura de camarón con kochujan picante y aioli de wasabi) y el spicy king crab (cangrejo de Alaska, aioli tobanjan, microcilantro y soya dulce). Hay una buena selección de sakes para acompañar la comida y deliciosos postres para terminarla.La simplicidad y elegancia de la decoración va de la mano con la perfección de cada platillo. El estilo es simplemente fuera de lo convencional, pareciera que todo está estrictamente colocado y seleccionado, no hay un solo error en la decoración, los espacios son amplios y dan cierta privacidad a cada una de las mesas. Techos de madera, pisos de mármol, toques sutiles de color y la estudiada entrada de luz son características de un lugar diseñado por Tadao Ando, uno de los arquitectos más reconocidos de Japón, quien forma parte del equipo de expertos del que se ha rodeado Masaharu para la construcción de sus restaurantes.
19. Mikado
Ofrece en su extenso menú todo lo que has escuchado de comida japonesa. Al entrar se siente el calor de las parrillas que se encuentran en la parte superior, lugar donde nosotros nos sentamos a comer. En la parte de abajo hay mesas para grupos mayores. Nos ofrecieron una entrada especial a base de pepino y vinagre la cual acompañamos con té verde de la casa. Pedimos unos nigiris frescos, de excelente calidad. De plato fuerte pedimos el Tempura Udon. Con este tipo de platillos quedas satisfecho sin tener que ordenar algo aparte, en lo personal es el mejor que he probado, el sabor del caldo sin ser salado es excelente, además de la cocción perfecta de sus gruesos Udones. Otra especialidad que probamos fue los teppanyaki, en este caso el de rib-eye. El sabor de la jugosa carne y la guarnición de los vegetales a la plancha combinan perfecto, el ajo asado es muy buena opción para acompañarlo, junto con las salsas de soya o cacahuate. Al final quedamos muy satisfechos con la comida, tanto que nos hizo olvidar el lento servicio y que el personal confunde las órdenes, en algunos casos. No olvides que si te sientas en la parrilla lo más seguro es que salgas oliendo a comida, para considerarlo si es que tienes una junta importante.
20. Kumoto
A diferencia de Tori Tori, de la misma familia, Kumoto es un lugar más exclusivo, íntimo y con comida japonesa llevada al siguiente nivel. Es un restaurante adecuado a Lomas de Chapultepec, su elegancia se viste de muebles de madera y luces suaves; en él se respira un ambiente privado y distintivo. Después las 6pm está el omakase a cargo de un chef invitado que cambia cada tres meses. Aunque la tradición en Japón es que no te enteres de lo que probarás, aquí en la carta te dan una idea. Me dejé sorprender por el chef Yosuke Nishimura quien comenzó por mandar dos pedazos de tofu, uno de ajonjolí y otro de elote (más suave y ligero que el primero), luego cerdo cocido en salsa de soya, sake y jengibre. El segundo flato fue una ensalada de papaya verde, picosa y con su sabor un poco amargo. El tercer platillo fue la pesca del día, el clásico sashimi de atún y almeja acompañado de salsa de soya hecha en casa. Para el cuarto platillo llegó un aguacate caliente con queso manchego envuelto en tocino. El aguacate a esa temperatura logró una textura pomada que se contrastó con el tocino crujiente. Después siguió un pescado blanco en salsa de más pescado, con textura suave y muy jugoso. Le siguió un róbalo asado con rodajas de jitomate y berenjena, con una cocción excelente, aunque si no dominas la técnica de los palillos posiblemente te sea difícil alcanzar la berenjena. Por último, probé el tempura de anguila, crujiente y suave a la vez; también un rollo de atún y fideo de matcha, frí