La cocina como expresión filosófica, la preparación de los alimentos como una metodología de la sutileza, el restaurante como un espacio de introspección y el chef como un creador. Cuando Enrique Olvera abrió Pujol en 2000, la gastronomía mexicana dirigió la mirada hacia sí misma para cuestionar sus procesos tradicionales. Cobró conciencia crítica. El mejor restaurante de México no pasa de moda ni se le incrementa por temporadas. Permanece como un constante testimonio de la nueva cocina mexicana, o la cocina mexicana contemporánea, dos términos que por 18 años han tomado un nuevo significado.