15 antros y bares ideales para turistas

Tanto el logo como el nombre de este bar hacen referencia al jigger, la herramienta más usada por los bartenders para medir cerca de los 50 mililitros. Para entrar, tienes que atravesar el cuidado jardín y pasar por la fuente iluminada con antorchas. La mixología es de Mica Rousseau (Nikki Beach Los Cabos y Buddha Bar México) y te seduce con sus cocteles. Del menú de tragos clásicos con una nueva interpretación prueba el inside manhattan, con bourbon, vermouth y Angostura; es una combinación infalible de sabores potentes que se renueva al ser servido en un vaso old fashioned.

Una visita es suficiente para que “la terraza del Dowtown” entre a tu lista de lugares favoritos. Quizás sea la arquitectura moderna casada con los colores y mobiliario retro, o tal vez el contraste que genera ante la imponente vista a la fachada del Casino Español y a la Torre Latinoamericana. Lo que es seguro es que aquí saben aprovechar los espacios para convertir un desayuno en un evento solemne, un estreno cinematográfico en una barra libre interminable, o una noche cálida en un fiesta maniática.

Es elegante y surreal, desde el restaurante que simula un patio con patrones circulares hacia la pared y el techo, hasta la terraza Tigre Rooftop Bar, en donde Ramón Tovar es el mixólogo en jefe. 

Un lugar lo suficientemente versátil para albergar artistas de todo calibre: desde djs reluciendo tornamesas hasta exposiciones de arte y cualquier plataforma multimedia. Es el primero en la Ciudad de México en implementar las potentes fuentes sonorizadas Funktion-One, mismo que aprovecha la excelente acústica de la construcción. Consulta la cartelera ya que aquí se llevan a cabo los mejores eventos de música electrónica en la CDMX. 

Este bar es un categórico speakeasy, se descubre sólo de boca en boca. Todo malabar vale la pena por la experiencia de pasar la noche en un bar cuya dirección no se puede compartir, que pocos saben que existe en algún lugar de la ciudad y de donde al final, sales por el refrigerador que oculta la salida. El menú es de cocteles seleccionados y creados por mixólogos como Ricardo Sandoval (Limantour) y Philippe Zaigue (Artemisia), en exclusiva para este bar. No te pierdas de la comida diseñada por el chef Maycoll Calderón.

Arriba del Hostal Regina encontrarás un área perfectamente adaptada para sustentar el eslogan “Amor por la música electrónica”. En algunas ocasiones es posible que tengas que pagar un cover, eso puedes averiguarlo en sus redes sociales.  Tienen una de las cabinas mejor equipadas de la ciudad, para cualquier necesidad del dj invitado y equipo de sonido Funktion One. 

Está a unos pasos de Mercado Roma, en Querétaro. No verás el nombre del bar por afuera, pero encontrarás una misteriosa entrada en donde algunos invitados esperan que la cadena les dé el acceso; necesitas estar en lista y es muy fácil, solo tienes que buscarlos a través de Facebook y reservar. Los djs manejan beats relajados y la coctelería corre a cargo de Ramón Tovar de Hotel Casa Awolly. 

Nos llegaron buenas noticias de Salón Ríos ahora que se mantienen como uno de los bares más concurridos de la Cuauhtémoc. Además de la comida de cantina de Bernardo Bukantz y Luis Serdio, ahora podrás darle un empujón a la diversión con actividades que te ayudarán a perder la culpa por las calorías ingeridas durante la noche en clases de salsa y bailongo con música en vivo.

Es un bar en la Juárez que por un lado está oculto, y al mismo tiempo forma parte de la metrópoli salvaje; la única referencia para encontrarlo es un letrero discreto que se deja ver al pie de unas escaleras. Escucharás música lounge de fondo y te sentirás envuelto en una iluminación tenue, como la de una cueva espiritista. Tienen una base de ingredientes mexicanos como xoconostle, jarabe de agave, chile manzano o guayaba, también de hoja santa, son tragos extrañamente agradables.

Es cierto que nosotros tenemos el tequila y el mezcal, pero ambos están destinados a la fiesta absoluta o al tratamiento contra el mal de amores. El gin es para otros momentos. Es uno de los destilados favoritos por su frescura, su suavidad y las benévolas bayitas de enebro de las que está hecho y que, desde épocas ancestrales, se consideran medicinales. Así que podemos concluir que el Gin Gin es una suerte de botica disfrazada de bar, cuya carta presume una gran variedad de pócimas curativas en forma de gin tonics.

Hace no mucho, el bar de la Unión de Trabajo Autogestivo era uno de esos espacios “supergóticos” de la ciudad, como otrora fueron el Dada X y el Mercado del Chopo. Hoy es otra cosa, una sopa de tribus urbanas que resulta fascinante. Aún es el espacio perfecto para decir “hola, soy darks”, pero también abundan los punks, los roqueros, los medio hippies, algún godín colado, uno que otro fresa perdido y extranjeros.

Hay un económico cover de 80 pesos. Todo el concepto te envuelve para lo que seguramente será una noche larga y divertidamente tropical, que está en los cocteles y botanas de la casa. Bailarás al son de las trompetas y las maracas y podrías encontrarte con las bandas más famosas de México. 

Hay mariachis para pedir canciones y antojitos mexicanos para picar. Un templo mexicano que, si bien por su historia y su fama tiene precios más altos de lo que debería, también es cierto que hay que ir al menos una vez en la vida.

Pata Negra y Salón Pata Negra pueden ser la respuesta a “vamos al Pata”. La parte inferior es ideal para tomar una copa de vino, un mojito, chelear y disfrutar del grupo de jazz, blues o un son jarocho. En la parte superior la onda es más para bandas de rock, cumbia, soul, latin jazz o djs de electrónica.

La fascinación por la coctelería en México surgió con un nombre: Limantour. Fue uno de los primeros bares en nuestra ciudad que decidió salirse de la vía y ofrecer una experiencia que se aleja de una simple barra con cocteles que no van más allá de los martinis. Aquí, la ciencia de las bebidas llega a niveles insospechados, con combinaciones etílicas que resultan sorpresivas al paladar; sus tragos incorporan ingredientes dulces, amargos, hierbas y bitters, mezcales y gin, en un juego constante.