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Restaurantes y cafés en la Roma
Las mejores opciones de esta colonia de la CDMX para ir a comer o tomar un café
Esta colonia, vecina de la Condesa, fue elegida el año pasado por los infalibles editores de Time Out como uno de los 50 barrios más cool del mundo. Y no es de extrañarse, ya que entrar en la Roma es como entrar en otro pequeño universo en la alcaldía Cuauhtémoc.
Encontrarás tesoros de todo tipo, desde Antros y bares en la Roma para amantes de la fiesta, el top 10 Restaurantes en la Roma para que pruebes todo tipo de platillos extravagantes y deliciosos postres hasta librerías, museos, cantinas, tiendas de discos, mercados, teatros y cafeterías que entran en la lista de los 15 lugares imprescindibles de la Roma.
Checa la lista y elige tu lugar favorito para pasar una tarde traquila tomando café o devorando un exquisito platillo.
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Lugares para comer en la Roma
Cuina
La expectativa de ir a Cuina era mucha: a tan solo unos meses de haber abierto, sus croissants cubiertos con chocolate y otras de sus piezas de pan ya estaban todo el tiempo en los feeds de Instagram. Y no es para menos, porque los panes, además de enamorar a la vista, están a cargo de los súper reconocidos Xano Saguer, cofundador y excodirector de la famosa escuela culinaria EspaiSucre en Barcelona, y la repostera Fer Prado (Gelatoscopio). Xano Saguer tiene grandes planes para Cuina; aunque actualmente funciona solo como panadería, la idea es que en un futuro el lugar —haciendo uso de un espacio adicional al que actualemente ocupa— sea también restaurante, academia y salón para eventos. Así que llegué al lugar, ubicado en la planta baja de un edificio porfiriano precioso en la Roma. Cuina es como el speakeasy de las panaderías: nada anuncia su existencia; aunque el aroma a pan será tu mejor GPS cuando llegues a la esquina de Tabasco y Morelia. Así me detuve ante un edificio profiriano precioso, donde la vitrina repleta de panes —a la vista deliciosos—terminó por atarme: croissants, palmeras (a.k.a. orejitas), roles de manzana o de nuez y panes de masa madre. Pregunté por varias piezas para decidir mi compra pero, para ser sinceros, la atención fue súper deficiente: no solo no me informaron, sino que me trataron mal. Terminé comprando una tarta que no quería, únicamente porque me dio flojera insistirle —amablemente, siempre— a la vendedora para que accediera a explicarme un
DulceMando
DulceMando guarda toda la esencia de una panadería de barrio: la fachada es pequeña; tanto, que si no pones atención, podrías pasar de largo. Pero lo más seguro es que tu sentido del olfato te haga detenerte en ese localito en la esquina de Querétaro y Frontera. Esta panadería huele a pan del bueno: a masa madre, a chocolate y a almendra. Y al entrar te recibirá la calidez del horno, un mostrador, algunas charolas para pan, y nada más. Pero en este lugarcito se hornea puro amor; desde las piezas más tradicionales como baguettes, bolillos, conchas o rollos de canela hasta los panes de temporada como el croissant de tocino con crema de maple o el de Lucky Charms. Y, por supuesto, también hay opciones keto y veganas, además de las tradicionales. Por la temporada, a nosotros nos tocó la rosca de reyes. Hacen la tradicional y también opciones más innovadoras como la de Nutella, de conejito Turín o de chocolate blanco con galletas Oreo. Además Katia, la panadera encargada de Dulce Mando, decidió que para terminar este 2020 e iniciar con todo el 2021 había que sembrar una intención con las tradiciones, resignificarlas y, de paso, cuidar el medio ambiente, por lo que decidió no ponerles niños a las roscas, sino una amatista, para proteger y motivar a quien la reciba. De DulceMando te recomendamos lo más tradicional, hecho con intención y a la pura manera artesanal: las conchas, los croissants, las baguettes y los chocolatines son garantía. Y, para los antojos más golosos, estate al p
Mielmesabe Bakery
Mielmesabe Bakery es una pastelería y galletería en la Roma. El local es pequeño, como para pasar por una galleta o una rebanada de pastel y un café. Tal vez, si pasas por ahí sin poner atención, podrías pasar de largo. Pero, ahora que ya te pasamos el tip, te vamos a contar por qué debes visitarlos. De un tiempo para acá los postres súper vistosos se pusieron de moda; colores, decoraciones con fondant, glitter y muchas cosas más. Y sí, a lo mejor estos postres están bonitos, pero ¿no te pasa que los pruebas y sientes aunque sea un poquito de decepción? Pues esto no te va a suceder aquí: la decoración de los postres es sencilla, pero cuidada. Menos es más. Las sutiles capas de betún resguardan pasteles esponjocitos, húmedos, frescos y es-pec-ta-cu-la-res. En Mielmesabe Bakery encuentras los clásicos: chocolate, tarta de limón, frutos rojos e higo. Y también hacen especiales de temporada, como el súper rico y picosito pastel de chile en nogada o, para la temporada decembrina, el pastel de ponche. Las galletas igualmente son riquísimas; grandotas, crujientes y con sabor a puros ingredientes naturales y de calidad. Nada de conservadores y saborizantes. Pidas lo que pidas, te aseguramos que te va a encantar y que, como nosotros, vas a querer regresar para probarlo todo. La verdad es que, cualquiera que sea tu elección en Mielmesabe Bakery, te garantizamos que no habrá falla. Pero de todos modos te dejamos un par de recomendaciones porque te queremos mucho y te queremos ver triunf
Frito y Cruel
Además de ser un referente de la música country, Nashville nos ha deleitado desde el siglo pasado —mayor precisión, en la década de los años 30— con la receta de pollo frito. Sin embargo, existe data de que los egipcios y los romanos ya hacían fritura; preparaban un plato de pollo con el nombre de pullum frontonianum, dorando en grasa las piezas del ave. Lo que determina el sabor de esta delicia es el aceite con el que se prepara: de oliva, cacahuate o ajoljolí, que combinado con el tiempo y temperatura adecuados brindan el crunch perfecto, dejando por dentro la suavidad que necesita la proteína en cuestión. Y si a eso le sumas la variedad de especias y salsas que se agregan al empanizado, tendrás esta aportación a la glotonería mundial. Para probar esta maravilla llena de calorías, toma nota de esta propuesta en la Roma que nació en 2020 y cuyo nombre me provoca curiosidad, mientras invita a gozar sin importar el sufrimiento. Tal cual, un gusto culposo. Por no tener mayores pretensiones y por su sencilla decoración, este local me recuerda a la típica pollería de muros con azulejos de lustre blanco, pero Frito y Cruel me recibe con la agradable esencia de un corazón de pechuga empanizado, bien especiado y deliciosamente frito en aceite. A la entrada hay una barra con cocina abierta donde caben aproximadamente unos cuatro comensales que pueden deleitarse con pickles hechos en casa, que por cierto se encuentran a la venta. Por eso de la sana distancia, yo opté por comer en la p
boca llena nasty waffles
¿Hoy te levantaste con ganas de dick? ¿o de pussy? En Boca llena nasty waffles tienen las dos opciones ¡en waffle! Para ambos hay coberturas de chocolate amargo, chocolate blanco y cajeta, y rellenos de mermelada de frutos rojos, blueberry o frutas de temporada; en este mes hay guayaba navideña. Para tomar hay cold brew; puede ser shakeado o con leche. Y también tienen el súper fresco cold brew tonic que va con agua tónica y un twist de limón. Si no te gusta el café, puedes tomarte una chela. Aquí tienen de las artesanales y queretanas Hércules; pueden sugerirte la mejor opción para maridar con el dick o con la pussy que te vas a echar. A nosotros nos gusta la Macanuda con la pussy rellena. Hablando en serio, hay dos cosas que nos encantan de Boca llena nasty waffles; la primera es que, además de que los dicks y las pussys son súper instagrameables, también están de lo más ricos. Es común encontrar productos que son perfectos para la foto pero que al probarlos, nos quedan debiendo. Eso no te pasará acá; disfrutarás cada mordida. También nos gusta que los fundadores de boca llena nasty waffles, Omar y Esteban, se preocuparon por tener un concepto inclusivo; son varios los lugares de waffles que ofrecen dicks, ¡pero ninguno tiene pussys! Además de que ofrecen postres deliciosos, también buscan abrir conversación respecto al sexo. Consideran que hay que normalizarlo y comenzar a llamar a las cosas por su nombre: dick y pussy, o pene y vagina. Y si en el camino de normalizar el s
Pollo Bruto
Pollo Bruto surge como un oasis entre un desierto de propuestas culinarias homologadas y, francamente, ya aburridas. Antes de la pandemia, el espacio que ahora alberga a Pollo Bruto estaba destinado para ser un restaurante de manteles largos. Pero pasó lo que pasó y ahora este lugar, vestido a modo de puesto callejero en una esquina, ha roto los feeds de Instagram y ha llegado a los corazones de quienes lo visitamos. Cuando llegues, verás bancos de plástico y mesas conformadas por un huacal y una tabla de madera: lienzo del hiper festín que está por venir. En la carta hay pollos o quesos panela con distintos adobos (verde, rojo y amarillo), que puedes pedir enteros, por taco, en ensalada o en bowl. También hay (¡bendito Dios!) caldos picositos, reconfortantes, apapachadores y que te curarán de cualquier pecado. Mi consentido, el caldo con pollo, lleva garbanzo, arroz, aguacate, tiritas de tortilla frita y trocitos de pollo (tip: el plato es súper abundante, pídelo dividido para compartir). Elegir guarnición es más difícil que escoger tu starter en Pokémon: el arroz ranchero sabe al abrazo materno; el pico bruto es un alarde de técnica y de la capacidad de innovación de Nano, el chef ejecutivo; los frijoles charros con tortillas de harina harán a nuestros hermanos norteños que habitan en la CDMX sentirse como en casa… total, ve con hambre para que lo pruebes todo. La carta de bebidas es breve: agua mineral, refresco de cola, cerveza Carta Blanca, mezcal y, las estrellas de la
Cumbé
Adictos del café: ¡bienvenidos!, acá encontrarán su néctar. Cumbé es un lugar pequeñito pero reconfortante. Tiene apenas tres mesitas, una barra que destaca por su diseño limpio y, al fondo, Plantavera, un espacio pequeño donde puedes comprar plantas y macetas. El lugar se siente como la casa de la abuela: lleno de verde, apapachador y calientito. Lo mero bueno es el café (¡y qué café!). Ofrecen diferentes métodos de extracción: V60, kalita, prensa francesa, chemex, ¡lo que quieras! Y lo mejor: los baristas te recomiendan el grano que le va mejor al método de extracción que elegiste, no sin antes llevarte a la mesa dos o tres opciones y explicarte sus características aromáticas para que puedas decidir. Así de pro. También hay varias opciones de tés e infusiones. Para acompañar tu bebida tienen algunos panes como croissants, panqués de matcha o, nuestro favorito, bizcocho de piña: un rectángulo pequeño, suave como almohada y relleno de mermelada (tip: échatelo con el flat white…¡delicia!) Si eres un ñoñazo del café, este lugar no te quedará a deber. Al contrario, fomentará tu espíritu curioso. Se vale ir y aprovechar el conocimiento de los baristas, probablemente más ñoños del café que tú. Ellos te explicarán todo lo que quieras saber y te recomendarán la bebida que estás buscando. Además, lo harán con una sonrisa. Te recomendamos: Cafeterías en la CDMX que sirven solamente café mexicano
Puerto Prendes
La experiencia de Puerto Prendes comienza desde que entras al lugar: el diseño interior es espectacular y, a diferencia de muchos otros lugares que siempre se ven más guapos a cierta hora, éste es perfecto para cualquier momento del día. En la tarde, el techo abierto y los colores neutros de la decoración harán que disfrutes muchísimo la luz del día. Y por la noche, la ambientación y la iluminación son perfectas para una cita o una cena de negocios. Lo infalible aquí son los pescados y mariscos; aunque tienen opciones con carne por si no le entras a los frutos de mar. Yo probé unas tostaditas de aguachile de camarón, una joya: aciditas, con el camarón súper fresco y, para rematar, un montaje bien cuidado. Lo único que me faltó fue estar en la playa. De ahí me seguí con unas carnitas de atún, venían con un guacalome y con tortillas hechas a mano. También probé los tacos de arrachera —súper suave— con camarón. Las salsas y las guarniciones siempre estuvieron en su punto. Se agradecen muchísimo las tostadas que te ponen al centro de la mesa al llegar; están hechas con las tortillas a mano, son súper crocantes y están horneadas, para que no te tengas que preocupar (tanto) por las calorías. El esfuerzo que hacen con la coctelería se nota; además los meseros saben recomendarte el trago para ti: que si te gustan dulces y frescos, secos y serios, aciditos y refrescantes, ¡hay opciones para todos los gustos! Y también se arman coctelería clásica; yo me tomé un negroni que estaba perfe
Bravazzo
Llegar al Mercado Roma siempre implica expectativa. Y este lugar, que ha sobrevivido un terremoto y una pandemia, sigue renovándose y siendo sede de grandes opciones culinarias gracias a los locatarios que ahí se alojan. Ejemplo de esta creatividad y espíritu propositivo es Bravazzo, el nuevo lugar de comida peruana tradicional al que sí van los peruanos —y no hay mejor prueba de calidad que esa— en parte seducidos porque ahí encuentran a su querida Inca Cola, sus cervezas Cusqueñas y sus pisco sours, pero también por la comida, lo mero tradicional y casero peruano. Acá hacen la imprescindible causa, que lleva su nombre por las vendedoras callejeras que las ofrecían durante el proceso de independencia peruano: “por la causa”, decían a los transeúntes, refiriéndose a la causa independentista. Ahora la causa es un platillo tradicional; una masa de papa aderezada con limón y que puede tener varios rellenos, generalmente mariscos o pollo. Tradicionalmente este es un plato abundante y que se sirve al centro, pero en Bravazzo decidieron hacer causas chiquitas; seis bolitas deliciosas que te comes en tres mordidas y con toppings de camarón, atún y chicharrón de mariscos. Por supuesto, teníamos que probar el ceviche peruano: pescado fresco curado en limón servido con (¡sorpresa!) una bolita de puré de camote, muy tradicional en este platillo, y también choclo (a.k.a. granitos de maíz). Ligero, fresco, con una acidez riquísima que te va a pedir que te eches otra Cusqueña. Para los que
Concha y Nata
Concha y Nata es un lugar pequeñito, sencillo, con un diseño interior cálido y cuidadoso. Lo mero bueno de este lugar son los panes: las conchas, roles de canela o frutos rojos, los productos de temporada como el pan de muerto y la muerconcha (un súper afortunado híbrido entre pan de muerto y concha de vainilla). Nosotros pedimos un café americano, que está hecho con café Pluma, de Hidalgo. También tienen una carta de tés con propuestas muy cuidadas: si pides un té, te traerán tu teterita llena de flores de manzanilla, lemongrass o cedrón. Además, siempre hay panes de temporada; a nosotros nos tocó la muerconcha y el rol de calabaza. Aunque su verdadera especialidad son las guajolotas, cumbre de la cultura alimentaria de los citadinos. ¡Y qué especialidad! Acá no es una torta rellena de tamal, es un tamal cubierto con masa de bolillo. Luego hornean todo junto; el resultado es una reinterpretación, “homenaje a la guajolota de las calles”, dice Víctor Funes, uno de los socios de este spot. Pero esta no es la única diferencia entre la guajolota que comemos en la esquina y la que encontramos aquí. La de Concha y Nata está hecha con ingredientes más variados, y que cambian cada cierto tiempo: hacen pruebas de algunos rellenos un día y cuando se acaban, se acaban. Nosotros probamos la de champiñones y la de chilorio, ¡y fue una joya! El chilorio era suave, bien sazonado, pero a la vez dejaba sentir el sabor del maíz, la manteca del tamal y las notas a masa madre del pan que, más qu
Stone Rex
Imagínate: un brisket con 16 horas de cocción, un pastrami que fue marinado por seis días, unos pepinillos hechos en casa y tu chelita artesanal. Todo esto mientras disfrutas unos acústicos que se llevarán a cabo con todas las medidas de seguridad e higiene en tu ya conocido y querido Foro Indie Rocks! Así te espera Stone Rex, el nuevo restaurante dentro del Foro. El concepto es un BBQ tradicional; hasta tienen su propio BBQ smoke pit, al puro estilo texano y adaptado en un tanque viejo de gas. Ahí, el chef Paco Pizarro, quien ha sido apasionado del BBQ desde hace años, se ha encargado de crear un concepto totalmente gringo, con las estrellas que no pueden faltar: costillas —tan suaves que se les sale el hueso con solo jalarlo un poquito—, pulled pork y brisket, hechos con un rub de ajo, especias y, para darle ese toque mexa, un poco de Miguelito en polvo. Todo está hecho al carbón y en leña de encino, que aporta a las carnes un sabor ahumado, y cada platillo del menú pasa por cocciones de entre 14 y 16 horas. La propuesta culinaria se completa con el ambiente del lugar: platos desechables —pero ecológicos—, mesas largas de madera que parecen el patio trasero de una casa gringa y que invitan a hacer sobremesa el domingo por la tarde. En Stone Rex le apuestan a las chelas artesanales, principalmente Hércules y Cerveza Charro, aunque tienen muchas otras marcas independientes e industriales. Si lo tuyo son los cocteles, aquí cuentan con una propuesta fresca y cumplidora de trago
Pigeon
Enamorarse a primera vista de un restaurante sí es posible. Pigeon, en la Roma, es ejemplo de eso y se vale solo de un secreto para conseguirlo: un concepto tan bien bajado, que abarca desde sus platillos hasta su diseño interior. El eje temático de este restaurante fue planeado a partir del inmueble donde se aloja, la famosa “casa de las brujas”, y cada detalle gira en torno a esta construcción de estilo inglés. Su nombre, por ejemplo, está inspirado en el ingeniero que construyó el edificio en 1908, R.A. Pigeon, y es la firma de este personaje la que se aprecia en el logo del lugar. Por su parte, la paleta de colores se eligió a partir del mosaico rosa del piso, que es el original, y el diseño interior se pensó en armonía con este elemento. De inmediato te sientes en una película de Wes Anderson, ¡tu Instagram definitivamente necesita estas fotos! Y la fachada, que recordaba a una taberna o bistrot europeo, inspiró la propuesta culinaria de la chef Mercedes Bernal (Meroma): una carta breve, pero todo ejecutado a la perfección. Más de la mitad del menú está conformado por entradas y botanas, entre las que predominan las verduras frescas y los productos de gran calidad. Te recomendamos la tabla de quesos, que viene con unas rodajas de durazno, almendras, un poco de miel y pan; este plato dice, sin hablar, la personalidad del lugar: es juguetón, compartido y cómodo. Igualmente tienes que probar las zanahorias rostizadas con salsa macha, tofu cremoso y hoja de zanahoria o el be
Umai
Los relatos orales dicen que un jardín zen está hecho para su contemplación. Pero en el armonizo Karesansui —como también se les conoce a estos jardines— que te espera en Umai, el nuevo restaurante de Casa Basalta, además de admirarlo vas a comer en una de las mesas que cuidadosamente se colocaron sobre él. Si con la descripción y la foto te enamoras, espera a conocer en persona esta creación de Planta Diseño Botánico; saldrás lleno de paz. Con un esmerado diseño interior a cargo de Alexander Díaz Anderson, la experiencia de Umai inicia al entrar. En la primera parte descubres una barra de sushi, donde los cocineros filetean pescados que vienen desde Japón, España, Nueva Zelanda o Baja California. Después está la terraza; sobria, sencilla y totalmente abierta para que, te sientes donde te sientes, puedas ver la siguiente sección: el jardín zen, nuestro favorito. Así descubres la propuesta culinaria de este restaurante; cocina japonesa tradicional y un ambiente casual. Yo empecé con la ensalada de algas que va aderezada con cítricos y ajonjolí, aparentemente sencilla pero, a la vez, puro alarde en la técnica: las algas, súper verdes, turgentes y cortadas con extremo cuidado, tenían muchísimo sabor. Seguí con sashimis de totoaba y de salmón que vienen con un poquito de wasabi; tenían una textura suave, que casi se deshacía al morderlo. No pueden faltar los nigiris, te recomendamos los de atún, macarela y anguila. Probar uno de estos platillos en Umai es entender el concepto y e
Eva Sandwichería
Son atrevidos los negocios que abren durante una crisis, es un riesgo que pocos desean correr. Deben de tener la certeza que lo que ofrezcan es único y especial, ese es el caso de Eva Sandwichería. Este pequeño local abrió en la Roma para venerar todo lo bueno que conllevan dos rebanadas de pan con un sabroso relleno, y si solo conoces sándwiches de jamón y queso, ¡ve a Eva! Probé el sándwich fernando ($100); de barbacoa con mayonesa de chile cuaresmeño, queso asadero, cebolla, cilantro y salsa borracha, ¡qué delicia! Un mordisco de felicidad pura, que aunque falte un poco de picor en la salsa borracha, es un imperdible. Después un clásico y favorito: diego ($90); sándwich relleno de mayonesa de cilantro, suadero al horno, queso asadero, cebolla y cilantro picado. El suadero al horno es un total acierto que no deja el paladar grasoso, vaya que vale la pena pedirlo. Para comer algo con verduras me fui por el antonia ($85) con bechamel de espinaca, espinacas salteadas y queso mozzarella, deliciosa opción si quieres algo ligero. Para acompañar probé las papas, pero puede ser que como se enfriaron, ya no estaban tan crujientes o no sé si su intención es dejarlas super suaves, que parezcan crudas. Si llevas mucha hambre y eres de buen diente, con un sándwich no te llenarás. Pero para experimentar y compartir una comida diferente, Eva es una excelente opción, de esos lugares bonitos y diferentes que sabe hacer las cosas bien.
Madre Café
Pocas veces ocurre que en una apertura de la Roma se conjunten las tres secciones que edito en Time Out México: restaurantes, cafés y vida nocturna. Con Madre Café sucedió, pero la magia del menú la hizo merecedora de una principal para Comer. Acá la clave: el chef Víctor Zárate (Blanco Colima) retoma este proyecto de cocina alivianada pero lo suficientemente sofisticada y totalmente apapachadora. El recinto como punto clave: la casa porfiriana que albergaba a Casa Quimera sobre Orizaba. El despacho de arquitectos Taller 905 intervino Madre Café, envolviéndolo en blancos, cobres, maderas y mármol, con la iluminada terraza cercada por plantas. La parte de cafés refiere a una bien trabajada barra con granos de la Finca San Martín Cohuapan, Puebla: aterciopelan los lattes y dan espesor a los espressos. De vida nocturna, genialidades de Braulio Hernández (Yellow Bird Bar) dentro de un elegante y pequeño espacio con barra para sentarse y ordenar; mención honorífica a la variedad de carajillos, los hay de mazapán, Nutella y matcha, y la estrella es el bombón: consistencia ligeramente densa y mucha personalidad con whisky honey + brocheta de bombón de topping. En mi caso tocó visitarlos a la hora de la comida, y como todo se antoja del extenso y muy variado menú, aconsejo compartir: las chips de berenjena te atrapan con su crocantez sumado a la parte dulce de la miel de agave con un toque de chile piquín; en la crema de lenteja sobresalen distinguidos trocitos de plátano macho, jug
Mercado el 100
Hablar de ellos es referirse a los pioneros del comercio local en la CDMX. Mercado El 100 beneficia a cerca de 60 productores que se encuentran a no más de 100 millas de la ciudad —de ahí el nombre— que, además de surtirte, ofrecen sus utilidades a diferentes restaurantes como Dulce Patria, Rosetta y Masala y Maíz. El impacto medioambiental es positivo también, en parte, gracias a que evitan distancias largas de transportación. Su fundador, Alan Favero, recalca que “debemos pensar que lo que consumimos es un voto para algo: si compras en tal cadena de supermercado estás votando para que esa empresa siga existiendo, y si votas en Mercado El 100 es lo mismo; se trata de sustentabilidad financiera a largo plazo”. Además cuentan con el Reconocimiento de Sagarpa-Senasica para operar con Sistema de Certificación Orgánica Participativa, así que darás con frutas y verduras, abarrotes (tortilla, huevo, mantequillas de nueces, quinoa y más), carnes y pescados. Encontramos alrededor de 36 puestos, todos iguales, stands negros con lonas del mismo color, pizarras con los productos que ofrecen en gis, gente consumiendo local y muchas opciones de ingredientes. Para comprar tienes que tomar una canasta y elegir los productos que sean de tu agrado, sabiendo que todo es orgánico y de productores locales. Limones, jitomate, tamarindo, perejil, verdolagas, frutas y opciones para comer rico y saludable, como ensaladas armadas según tu gusto, 100gr por $10 pesos, también son económicas. Hay puest
Yoru
La comida japonesa llegó a nuestro país para ocupar un gran espacio en nuestros corazones. Sabemos que en la CDMX abundan las propuestas basadas en la cocina de este país oriental, pero pocos ofrece una experiencia tan personal como lo hace Yoru. El chef Alian Fainsod abrió este espacio en la Roma para transmitir su pasión y admiración por la gastronomía nipona en cada una de sus preparaciones; se siente el respeto que esta cultura tiene por cada uno de los ingredientes. Con únicamente cuatro lugares, su barra de sushi es considerada de las más pequeñas en la ciudad. Serás testigo de cómo se preparan platillos al instante bajo técnicas con la más alta precisión. Sobre la banqueta colocaron tres pequeñas mesas al aire libre, pero la verdadera magia ocurre al interior. De ambiente muy íntimo y antojable para ir en plan romántico, la decoración es sobria y sencilla y la mayoría de los elementos son de madera. Durante la noche, colocan velas en las mesas para que los cuatro elementos de la naturaleza estén presentes: cada componente del menú simbolizan el agua, la tierra se representa con la madera, el aire está en todos lados (evidentemente) y las veladoras significan el fuego; esto es parte de la filosofía del lugar. En la carta encuentras nigiri sushi de salmón, lobina e incluso de anguila o almeja chocolata. Mención especial a que los pescados y erizos son traídos del mercado de Toyosu, el segundo mercado de pescados más grande de Japón acondicionado con tres edificios. Nos g
Himawari Café
Himawari significa girasol en japonés, flor que brilla tanto como esta pequeña nueva adición a las panaderías japonesas en la Ciudad México. La chef Shinobu Akita —quien alguna vez estuvo en la cocina de Mog Bistro— creó un espacio muy hogareño dedicado a su gusto por la repostería y panadería. Blanco, cúbico y minimalista, el interior se siente tan tradicional y tranquilo que provoca llevar la laptop para trabajar. Incluso sin muchos distractores alrededor, mas que las mesas de madera, las botellas como floreros y un refrigerador, hay un elemento distintivo: el mizudashi coffee pot para preparar un aromático y fresco café frío; es el único lugar en la ciudad que lo tiene y el café tarda de ocho a 10 horas de preparación. Entre las especialidades hay un “pastel mágico”, tal como lo llama la chef: es el soufflé cheesecake, también conocido como cheesecake japonés, cuya consistencia suave y esponjosa como nube se debe al queso crema con yemas de huevo y sin harina. Cada bocado es un desafío de la ciencia, donde las sensaciones espumosas son firmes y al mismo tiempo resbalan en la boca. Si quieres algo con más dulce, el taco choco banana luce simpático con el hot cake de chocolate en forma de tortilla de taco, está relleno de ganache con plátano 🍌🍫. Ahora tienen disponibles bento japonés, una "bento box" que se refiere a tupper japonés: comida acomodada para delivery con variedad de platillos. Tienen sándwiches y comidas completas con proteína, arroz y verduras. Todo puede se
Daeng Asian Kitchen
Pongámoslo así: todo amante de la comida asiática debe visitar Daeng Asian Kitchen. El paladar probará sabores de Singapur, Tailandia, Vietnam y China, tiene menos de tres meses que abrió y es el tercer restaurante de la chef Somsri “Ana” Raksamran y su esposo y gerente Eleazar Ángeles —el primero fue Galanga Thai House y el segundo es Kiin—. Daeng está diseñado para dar la ilusión de ser una auténtica casa asiática, en medio hay una gran puerta roja, lo cual hace sentido cuando te enteras que daeng es rojo, color que significa suerte o bienvenido a un lugar. Probé el mee goreng mamak, originario de Malasia: fideos de huevo, camarón, tofu y cacahuates. Me dijeron que el platillo era picante, pero pedí que le rebajaran el picor y a pesar de eso se podía saborear agradablemente. Acompañé con un frappé de maracuyá, jugo de piña y menta para refrescar los bocados. De postre me fui por el apam balik, una crepa rellena de crema de elote con helado de mango, que mezclados hacen la combinación idónea sin empalagar demasiado. Así dejamos que Daeng traiga la más fresca experiencia de la comida asiática bajo una gran curaduría de recetas e ingredientes. ■ Midorys Canales
Yemanyá
A diferencia de su hermano, Agua y Sal, el nombre de este nuevo restaurante del chef Rodrigo Estrada no salta a primer plano como comida de mar, pero vaya que la hay: Yemanyá significa diosa o madre del agua, y aquí mismo se le evoca a través de un menú armado con pescados, mariscos y frutas tropicales. A pesar de que el interior de techos altos se rodea por paredes de concreto y celosía oscura, está muy lejos de sentirse como un espacio apagado, todo lo contrario: tiene elegancia relajada, mucha vida gracias a la vegetación y un área de terraza que te acoge con techo de foquitos colgantes. En el muy extenso menú se ven tanto guiños caribeños como influencias peruanas y brasileñas bajo la tutela de lo mexicano. Hay una santísima trinidad de salsas que quise enfrascar para llevármelas a casa: de chile cuaresmeño con cacao, chile de árbol con mango y habanero con piña; infalible probarlas con las tostadas de maíz azul. De las entradas frías no faltan los ceviches —el mero mero conocimiento del chef—, pero para zafarse de repetir sabores tienen un tiradito de kampachi cuya salsa de calabaza con coco envuelve el paladar en sentidos aterciopelados, cremosos y sumamente tropicales, tan inusual que da sorpresas con cada bocado. Para dar entrada a lo caliente, hay un cumplidor taco al pastor de totoaba en adobo de chile guajillo y bañado en un puré de piña asada cuyas propiedades aciditas dan la magia y rebajan cualquier picor, pero sin quitar el encanto natural de la salsa. Habrá mu