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Restaurantes de la CDMX recién reseñados
Conoce los nuevos lugares para comer en la Ciudad de México reseñados por nuestros expertos de forma anónima
¿Quieres descubrir nuevos lugares para comer? Sabemos que tienes tus favoritos, pero siempre te puedes sorprender por los nuevos proyectos gastronómicos en la ciudad. Encuentra los nuevos restaurantes que visitamos en diferentes zonas de la CDMX.
Lugares para comer en la Ciudad de México recién reseñados
Lou's Pizza
La verdad es que hacer una buena pizza es una hazaña. Porque, además, hacerla es manifestar una postura: la pizza sí es sana, sí es rica, sí puede usar ingredientes de calidad y estar bien hecha. No es un producto exclusivo del fast food. En Lou’s Pizza esa postura se deja clara. El concepto es pizza estilo Nueva York; esa de masa fina y súper elástica, de hecho, la prueba de fuego para determinar si una pizza de este tipo rifa o no, es doblarla sin que se rompa. Este tipo de pizza se empezó a hacer, obviamente, en Nueva York, a inicios del siglo XX, y se convirtió en un ícono de la vibrante cuidad, que siempre ha requerido que su street food sea “para ir comiendo”. Les suena, supongo. La pizza estilo Nueva York es de un diámetro amplio, el topping clásico es de jitomate y mozzarella, pero pueden agregarse otros ingredientes, aunque nunca se atascan. Inspirados en esta delicia, que en tiempos prepandémicos hasta movía a las masas que viajaban a Nueva York solo para probar este alimento callejero, se creó Lou’s Pizza, que habita en el corazón de San Ángel. El menú es breve, pero eso significa que cada pizza está bien pensada; hay pepperoni, hawaiana, pepperoni spicy (la insignia de la casa, con unas rodajitas de chile), vegetariana, y hawaiana sin carne, que tiene piña y champiñón. ¿Las pizzas? ¡Uff! Todo lo que uno desearía de una rebanada de este estilo. La masa, que se deja reposar 50 horas, logra sostener a los nada codos toppings que vienen con tu pizza, y la calidad de t
Acre Panadería
Después de muchos años y esfuerzo, parece que los consumidores al fin hemos dejado claro que preferimos los productos hechos despacio, con cuidado, con cariño, con respeto y con insumos de calidad. Afortunadamente, cada vez hay más lugares en donde podemos conseguir productos así para nuestra vida cotidiana y a buen precio. Tal es el caso de Acre, una panadería artesanal, cafetería y tienda de abarrotes en la Juárez. Ahí todo el pan está hecho con masa madre; desde hogazas preciosas y crujientes hechas con maíz rojo, aceitunas y centeno, hasta los riquísimos y extra mantequillosos Kouign Amann, un pan de mantequilla que va con su toquecito de flor de sal; y qué decir de las hiper deliciosas conchas de golden milk, los chocolatines o los croissants. Además hay café que te puedes tomar ahí o llevar en grano a tu hogar. Los granos provienen de Oaxaca y Guerrero. Y entre otros productos que seguramente se te van a pegar cuando vayas, hay una mezcla para preparar tu golden milk en casa, pan molido de masa madre, flor de sal y salsas machas. Además del pan y la barra de cafés en donde encontrarás flat whites, cold brews, un espresso que definitivamente necesitas en tu vida y varias infusiones, también tienen brunch. Este menú incluye lasañas, pastas, sándwiches, bagels o focaccias. Todo delicioso y con ingredientes seleccionados con harto cuidado. Acre se antoja para ir a desayunar o solo por un café y un pan en compañía de tu perro y tu libro, para hacer ahí el home office o para
Amamba Gaspacheros
Para que no los conocen, aquí les va: los gaspachos morelianos (así, con s), son el monchi callejero por excelencia. Se trata de un coctel de frutas que tiene mango, jícama y piña picados súper finitos y que se acompañan con queso Cotija y con chile en polvo. Esta delicia ya tiene su representante en la CDMX, se trata de Amamba Gaspacheros, un localito encantador en la Roma en donde María José —moreliana, obvio—, se arma los gaspachos tradicionales y también sus propias propuestas como el verde, que tiene como base jugo verde o, para los que prefieren algo más dulce, el apapacho, que tiene como base leche de coco. Sobra decir que los gaspachos son una de-li-cia, pero el proyecto se vuelve más conmovedor cuando conoces la historia de los platos de cerámica, que son hechos por Laura González, ceramista y madre de María José, y las kombuchas Neo Río, (la de jamaica con frambuesa es imperdible) hechas por Cristóbal, el hermano de Majo. Este es un proyecto 100% moreliano, familiar e imprescindible. No te pierdas la oportunidad de probar esta delicia: la comida callejera peinada, hecha despacio y con amor. Te recomendamos: Mi Compa Chava
Coma Pizza
Que si con piña, que si con queso, que si con carnes frías o vegetariana… inevitablemente, pedir pizza entre amigos es un verdadero ejercicio de diálogo y aceptación del prójimo. En lo único que hay consenso es en que amamos la pizza. Pues bien: este platillo ya llegó en su versión pacífica y que agilizará ese proceso de elección: Coma Pizza. Aquí se vale pedir la pizza completa, pero también está la aristotélica opción de pedir por rebanada. Así, tu roomie puede pedir una; tu crush otra; tu mamá la de pepperoni que tanto le gusta, y tu suegra la vegetariana de su preferencia. Cada quien pide la que más se le antoja, y santa paz. Lo que merece todo un ensayo son los toppings. Para los conservadores, hay pizza margarita, de pepperoni o con salsa marinara. Mientras que para los aventureros hay opciones súper propositivas como la de salchicha italiana con puré de castilla y champiñones; la de stracciatella con pimientos y jamón ahumado y, redoble de tambores: la de higo con trufa. La masa es todo un mérito técnico del chef y co propietario Efrén “Ziggy” Ríos, que tiene nada más y nada menos que seis victorias en el Campeonato Mexicano de la Pizza, organizado por la Cámara de Comercio Italiana –en 2019 y 2020 fue reconocido como el mejor pizzero del país-. Ziggy se armó una masa híbrida entre la baguette francesa y la pizza romana. Para hacerla usó una masa madre que vino desde Italia hasta el corazón de Polanco. El resultado es una base crujiente por fuera y suave por dentro. ¿
Taco de Ojo
Las tierras yucatecas nos han heredado un sinfín de delicias, y una de ellas es el relleno negro; se trata de una pasta hecha a base de chiles secos y especias que se dejan tatemar hasta que se queman y se hacen cenizas. Tradicionalmente se acompaña con carne de pavo, pero en Taco de Ojo lo usan para el trompo de tacos al pastor… ¡genios! El resultado es una carne que, obviamente, queda negra, y que tiene un sabor muy similar al pastor que estamos acostumbrados a comer pero mucho más ahumado e intenso. Aquí la carne va picada en cubitos; eso, más la cantidad justa de grasa, hace que cada cubo de carne sea súper crujiente por fuera, suave por dentro y —¡qué dicha!— sazonado a la perfección. La carne está tan rica y el adobo es tan interesante que estos tacos se dejan comer solitos, pero, puristas del pastor, no se espanten: sí les ponen piña, limón, salsa y jardín. Estos tacos son aptos para conservadores. Pero además del pastor negro, que sí merece todas las palabras que le dediqué, tienen tacos de picaña. Sí: la picaña migró de las espadas brasileñas a las mexicanas tortillas; aquí va picada muy fina y bien vestida con su generosa porción de grasa. Hay otras opciones como los tacos de suadero, longaniza, cochinita o los tacorelis, una muy afortunada mezcla de arrachera, longaniza y chicharrón. Y por opciones vegetarianas no paran: están las nopalillas en pasilla —unas sincronizadas de nopal en salsa de pasilla— el alambre vegetariano y el 405, una torre de jitomate y nopal
Brasería 28
Hay muchas cosas bellas en este mundo, y una de ellas es la pizza, y más cuando está hecha con amor, con tiempo y con respeto a cada uno de los ingredientes que participan en la fiesta que aloja ese círculo de masa. Brasería 28 me llamó la atención desde su slogan: only craft; solo artesanal. Entré al espacio amplio y abierto en donde ahora se encuentra esta pizzería (y donde antes se albergaba Patio Aurora), y entendí que Brasería 28 es más que una pizzería, es un homenaje a la fermentación. En este lugar encuentras pizzas de las buenas: con ingredientes orgánicos y masa madre de larga fermentación. La masa hace que estas pizzas se sientan ligeras (entre eso, y que sí están deliciosas, yo me eché una casi completa), con todo y que los toppings son abundantes. Y como está hecha con tanto cuidado y los ingredientes son de súper calidad, los agregados son solo los que deben de ser: tres o cuatro en cada pizza, y nada más. Tip: pide una de las pizzas que vienen con miel de los Altos de Chiapas. También hay chelas de las más ricas para acompañar. Pues Brasería 28 es un proyecto que, además, importa cervezas artesanales italianas de las marcas 28 —ojo aquí, celiacos y dietistas keto: estas son gluten free o low carb— y Toccalmatto, una de las cervecerías mejor calificadas de Italia. Aquí las cervezas son de botella y de línea, y también puedes llevarte algunas a casa. Además hay para todos los gustos, desde las súper bebibles Blonde (orgánica y biodinámica o gluten free) o Pale A
La Fiambrería
Las cuatro paredes de La Fiambrería encierran todo un mundo: quesos importados y nacionales, embutidos, vinos —sobre todo españoles—, mieles, una vasta selección de aceitunas, panes, chorizos, aderezos y un muy tupido etcétera. El lugar es una tienda, no un restaurante. Hay una mesita afuera para que, si quieres —y una vez que las restricciones sanitarias lo permitan—, te sientes ahí para echarte un vinito, un panini que también te preparan ahí (pero llega temprano porque cuando se acaban, se acaban) y tu café. Si vives por la zona puedes hacer tu pedido a domicilio pero la intención de La Fiambrería es ser un pick up. Ahora, quizá pensarás: ¿para qué voy a La Fiambrería si puedo comprar todo eso en el súper de la esquina? La realidad es que no, no puedes. Los productos que hay aquí son todos de súper calidad —léase: no venden plastiquesos o “queso tipo”—, de productores pequeños y de marcas que no encontrarás en los canales de comercialización tradicionales. Además la relación calidad-precio es extraordinaria: yo encontré un vino español de una marca que no conocía pero que era una verdadera joya por solo $160 y compré un queso asadero mexicano digno de la reina de Inglaterra, pero a un precio súper accesible. Puntos extra por la atención; puedes ir sin tener la más remota idea de lo que quieres y aun así salir con compras que te harán muy, pero muy feliz, con todo y los tips para preparar algo con los productos que compraste. En estas fechas en donde hay que buscar opciones
Cuina
La expectativa de ir a Cuina era mucha: a tan solo unos meses de haber abierto, sus croissants cubiertos con chocolate y otras de sus piezas de pan ya estaban todo el tiempo en los feeds de Instagram. Y no es para menos, porque los panes, además de enamorar a la vista, están a cargo de los súper reconocidos Xano Saguer, cofundador y excodirector de la famosa escuela culinaria EspaiSucre en Barcelona, y la repostera Fer Prado (Gelatoscopio). Xano Saguer tiene grandes planes para Cuina; aunque actualmente funciona solo como panadería, la idea es que en un futuro el lugar —haciendo uso de un espacio adicional al que actualemente ocupa— sea también restaurante, academia y salón para eventos. Así que llegué al lugar, ubicado en la planta baja de un edificio porfiriano precioso en la Roma. Cuina es como el speakeasy de las panaderías: nada anuncia su existencia; aunque el aroma a pan será tu mejor GPS cuando llegues a la esquina de Tabasco y Morelia. Así me detuve ante un edificio profiriano precioso, donde la vitrina repleta de panes —a la vista deliciosos—terminó por atarme: croissants, palmeras (a.k.a. orejitas), roles de manzana o de nuez y panes de masa madre. Pregunté por varias piezas para decidir mi compra pero, para ser sinceros, la atención fue súper deficiente: no solo no me informaron, sino que me trataron mal. Terminé comprando una tarta que no quería, únicamente porque me dio flojera insistirle —amablemente, siempre— a la vendedora para que accediera a explicarme un
DulceMando
DulceMando guarda toda la esencia de una panadería de barrio: la fachada es pequeña; tanto, que si no pones atención, podrías pasar de largo. Pero lo más seguro es que tu sentido del olfato te haga detenerte en ese localito en la esquina de Querétaro y Frontera. Esta panadería huele a pan del bueno: a masa madre, a chocolate y a almendra. Y al entrar te recibirá la calidez del horno, un mostrador, algunas charolas para pan, y nada más. Pero en este lugarcito se hornea puro amor; desde las piezas más tradicionales como baguettes, bolillos, conchas o rollos de canela hasta los panes de temporada como el croissant de tocino con crema de maple o el de Lucky Charms. Y, por supuesto, también hay opciones keto y veganas, además de las tradicionales. Por la temporada, a nosotros nos tocó la rosca de reyes. Hacen la tradicional y también opciones más innovadoras como la de Nutella, de conejito Turín o de chocolate blanco con galletas Oreo. Además Katia, la panadera encargada de Dulce Mando, decidió que para terminar este 2020 e iniciar con todo el 2021 había que sembrar una intención con las tradiciones, resignificarlas y, de paso, cuidar el medio ambiente, por lo que decidió no ponerles niños a las roscas, sino una amatista, para proteger y motivar a quien la reciba. De DulceMando te recomendamos lo más tradicional, hecho con intención y a la pura manera artesanal: las conchas, los croissants, las baguettes y los chocolatines son garantía. Y, para los antojos más golosos, estate al p
La Tita
Así debió de ser la tortería en donde Carlos se reencontró con su excompañero de la escuela Rosales, en Las batallas en el desierto (de José Emilio Pacheco): pequeña, de barrio, con refrescos en botella de vidrio (lo mero bueno: Chaparritas, Boing, agua Topo Chico y cerveza artesanal Charro) y música del Flaco de Oro sonando de fondo. Estas tortas, súper tradicionales pero con su toquecito de sofisticación, hacen homenaje a las torterías de la ciudad con las que muchos crecimos, y que estaban en la esquina de nuestras calles. Seguro regresarás a tu infancia cuando entres al local: una barra con unos tres bancos, y otra tras la que el tortero hace los suyo. De fondo, anaqueles que exhiben las pocas pero bien seleccionadas bebidas del lugar. Las tortas súper tradicionales como de milanesa, jamón, chile relleno y bacalao o también algunas más nice como la de pulpo. Nosotros nos echamos una de quesos que tenía panela en escabeche (riquísimo), queso doble crema y queso gouda. Obviamente, venía con todo y su generosa porción de aguacate. Y también la de short rib, que venía aderezada con un puré de papa súper cremosito y acompañada de un bowl con jugo de carne para chopear la torta. Si vas, no te pierdas los chiles en escabeche y, sobre todo, los chipotles, que dejan reposar en piloncillo durante largas horas, hasta que adquieren su aroma ahumado y delicioso. Además no pican, así que éntrale con ganas. Ahora cuentan con entregas a domicilio. Pídelas por WhatsApp al 55 60902072 Te r