¿Quieres descubrir nuevos lugares para comer? Sabemos que tienes tus favoritos, pero siempre te puedes sorprender por los nuevos proyectos gastronómicos en la ciudad. Encuentra los nuevos restaurantes que visitamos en diferentes zonas de la CDMX.

15 Restaurantes de la CDMX recién reseñados
Conoce los nuevos lugares para comer en la Ciudad de México reseñados por nuestros expertos de forma anónima
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15 Lugares para comer en la Ciudad de México recién reseñados
La competencia de cafeterías es dura en la Condesa. En Borel lo saben y están dispuestos a dar la batalla. Llegamos un poco después de las tres; el sol estaba haciendo de las suyas y por lo mismo pedimos unas velvet sodas para combatir el calor. Tanto la de lychee como la de pepino-limón tenían un sabor sutil y un efecto refrescante.
Ya sin tanto calor, exploramos el menú. La carta es de muy buen tamaño, hay opciones para todos los apetitos y disposiciones. Pedimos la Ensalada Thai que consistía en ejotes y papas cambray bañados en un aderezo de tahini y cacahuate cremoso y un poco picante. Nos sorprendió por la complejidad de su sabor; además, la combinación de texturas de los ejotes crujientes con la suavidad de las papas, completaban una experiencia sensorial plena. También probamos el sándwich de roast beef en baguette, con salami y queso mozzarella acompañado de papitas. No decepcionó ni un poco.
Entonces llegamos a la parte del café. Pedimos un latte y un matcha. Ambas bebidas estaban muy bien, pero cuando las quisimos acompañar con un cruffin frambuesa o un kouign amann, ¡oh decepción! Resulta que se les había acabado el pan dulce. Hubiera sido el broche de oro, y aunque todo estuvo muy rico, sí echamos de menos el pancito. Nos aseguraron que era por ser domingo, que entre semana e incluso en sábado sí hay pan exhibido en la ventana, solo tuvimos mala suerte.
Tip: Es un lugar pet friendly, de hecho hay un perrito del lugar muy agradable.
—Adam Vázquez
Te recomendamo
Un ingrediente que fue muy apreciado por distintas culturas prehispánicas como Olmecas, Mayas y Aztecas. El cacao es lo que le da vida al querido chocolate, pero, por sí mismo, también es un superalimento que queda delicioso en bebidas o productos comestibles. Esto es algo que sabe muy bien Culto, que después de cinco años de ofrecer chocolate en barra con altos porcentajes de cacao criollo, decidió volver al cacao un ingrediente protagonista. Aquí te contamos cómo.
En su primera “cacaotería”, Culto ofrece sus productos ya conocidos, además de una barra de bebidas. Por una parte, tenemos barras de chocolate que van desde el 70 hasta el 90 por ciento de cacao orgánico y combinadas con superfoods. Si buscas cacao molido (o ceremonial como ellos le llaman) aquí puedes conseguirlo. Por cierto, cuentan con una bebida que lleva el mismo nombre que es una de las que debes probar.
Por su parte, el menú incluye bebidas frías, calientes y smoothies. Probamos Horchata, con nuez, almendra, nuez de la india, cacao en polvo, clavo, canela y miel de agave. Una opción refrescante y con buen balance para las temporadas de calor.
En ninguno de sus productos esperes el sabor dulce y con leche al que nos tienen acostumbradas las grandes empresas, su toque dulce es proporcionado por azúcar de coco y, en menor cantidad, miel de abeja. Aunque aquí aplica la del “cliente lo que pida” y si quieres una bebida con más azúcar, sólo debes pedirlo. No hay costo extra.
¿No vas en un mood de cacao? Tamb
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Uno de los favoritos para después de una noche de fiesta, Fisher's, llegó a Galerías Atizapán. Una opción de desayunos y comidas para todos los que viven al norte del Área Metropolitana. Tal vez el sábado es cuando más se te antoje probar sus populares chilaquiles y sus tacos de camarón, pero cualquier día es una excelente opción para ir por mariscos en Fisher's.
No importa cuál sea tu elección de platillo fuerte, al llegar te reciben con un caldo calientito de camarón. Para el desayuno, la barra fría incluye aguachile y tostadas, además de poder elegir burritos, quesadillas, gringas y, por supuesto, chilaquiles que pueden ir acompañados de mariscos.
El menú de la tarde es más amplio, ofreciendo sopas, arroces, pastas, pescados con diferentes estilos, ceviche y cócteles. Después de una comida llena de sabor, no dudes en pedir la carta de postres. Hay helados, fresas con crema, flan con cajeta, pasteles y crepas.
Recién lanzaron cócteles que no puedes dejar pasar, elaborados por la mixóloga Lina Monge. ¿Quieres algo con mezcal, whisky o tequila? Entre estas nuevas propuestas puedes hallar la bebida que quieras. Encuéntralos desde $180. Estos son frescos y con sabores que salen de lo que comúnmente encuentras en Fisher’s, pero no por esto dejes de lado los clásicos que todos conocemos, como el Pepillín (Tanqueray, Limón, Pepino y Sprite) y el Vaso Malibú (Malibu, Vodka, Mandarina, Arandano y Topo Chico Hard Seltzer).
El restaurante de mariscos tiene más de 30 años ofreciendo
El taco al pastor está en el podio de los favoritos gastronómicos de esta ciudad. Su carne colorada y el olor de las especias con sus correspondientes gotas de limón pueden arreglar de inmediato un mal día en la oficina. Si nunca has ido a esta famosa taquería, te contamos cuáles son las presentaciones estrella que la hacen la favorita e los pastor-adictos a la hora de la comida.
Nos detuvimos en La Casa del Pastor en el tercer piso del centro comercial Artz Pedregal. Aunque sobra decir que todas las sucursales son cómodas y limpias (los encuentras en Perisur, Oasis Coyoacán, Masaryk, Downtown Insurgentes, Patio Santa Fe, Galerías Atizapán, Mundo E y Plaza Satélite).
Si vas en grupo, comienza el festín con un guacamole al centro de la mesa, rebosante de aguacate y bastante chicharrón crujiente. Mientras, empezamos con los clásicos tacos. Aquí hay de pastor rojo (de cerdo o de pollo) y negro, preparado con cerdo marinado en una mezcla de especias, vegetales y chiles tatemados. Ojo, no hablamos de tortilla miniatura, aquí los tacos de pastor se sirven en tortilla de maíz (blanco o azul) de de tamaño normal hecha al momento, con su indispensable porción de piña, cebolla y cilantro. También los puedes pedir en tortilla de harina u hoja de lechuga.
De ahí sigue toda la variedad del trompo que te imagines: en pan pita, en omelette, sobre un alambre o un huarache, en una costra de queso o dentro de un queso fundido. Ahora, si quieres llevarlo un paso más allá, tienes que irte por e
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El restaurante de cocina española con presencia en Madrid, Valencia, Los Ángeles y Doha, (entre cuyos socios están Cristiano Ronaldo y Rafael Nadal) acaba de abrir sus puertas en Polanco. Que no te sorprenda si en breve el astro portugués se da una vuelta a la CDMX para darle la bendición a su último bebé.
El lugar es una impresionante casona en Masaryk con múltiples espacios donde cada uno está pensado para vivir una experiencia distinta. Al atravesar el arco de la entrada notarás una hermosa escalera de caracol que lleva al piso superior, pero si sigues derecho te toparás con una de las barras de cócteles más elegantes de la ciudad. Este primer salón juega con las texturas, iluminación y diseño como de una biblioteca de principios del siglo XX.
Aquí será el nuevo hotspot de la gente de negocios de la zona para cerrar el día con coctelería de autor. Si tienes un problema con los negronis (mea culpa), prueba aquí el A True Gent, con gin Las Californias Nativo, vermut casero blanco, espuma de naranja amarga con toques de fresa y pimienta de Sichuan.
Ahora sí, si vas en plan de comilona, reserva tu mesa en el salón de atrás o en la terraza lateral. Aunque el menú está basado en gastronomía española, con énfasis en materia prima de alta calidad, a cada plato le dan un twist internacional. Empecé mi visita con la tortilla trufada, con el centro no muy hecho, pero tampoco líquido, tal como se suele comer en los bares de tapas madrileños. (Si la quieres bien cocida solo es cue
EL chef Abel Hernández (Eloise, Loretta) sigue impregnando el sur de la ciudad con su ánimo desenfadado y comida sabrosa. Tenía la sospecha de que el día que fuera a conocer Fiamma, su última apertura, un restaurante de pizzas artesanales y pastas en San Jerónimo, iba a salir demasiado llena. Vaticinio acertado.
El lugar se divide en el animado salón principal, el área de terraza, donde la atmósfera a media luz se vuelve más romántica y un tercer espacio, más privado, que funcionará como un speakeasy para probar la coctelería de la casa.
Pero lo más importante de Fiamma son las pastas y pizzas. Estas últimas llevan una base delgada, ligera, con el borde súper aireado. El chef Abel cuenta que su receta no es cien por ciento masa madre, pero lleva suficiente tiempo de fermentación para que no caiga pesada. “Al final, como los italianos, lo que importa es que la base sepa increíble, ya con eso.” Nos dice cuando se detiene en nuestra mesa.
Sobre esa buena base vienen los ingredientes: por originalidad y sabor, le doy medalla de oro a la de pimiento del padrón con estofado de rabo de toro. Aunque se sabe que toda buena pizzería comienza por una gran Margarita así que siempre le pongo atención. La de Fiamma se hace con rodajas de jitomate heirloom, mozarella y albahaca genovesa, otro gol del menú.
Nos queda mucho qué probar entre sus trece opciones de pizza. En cuanto a las pastas, la favorita fue la salsa cremosa de los ravioles rellenos de ricotta. En segundo lugar, el lingui
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Usar la bici hoy no es lo mismo que hace diez años, más o menos el tiempo que llevo usándola como medio de transporte. Con la explosión de usuarios de Ecobici, las ciclovías, los cafés ciclistas y el nacimiento de decenas de grupos de rodadas, la comunidad en la CDMX está más viva que nunca. Rutas es un espacio en la Condesa que nos recibe a tod@s alrededor del café de especialidad.
Brenda, Gustavo y Sebastián Miranda (ciclista de ultrafondo profesional) comenzaron esta cafetería con la intención de unir su pasión por la bici y el café. Y ha ido creciendo para dar cabida a proyectos de amigos de la comunidad ciclista: dentro hay un taller donde arreglan todo tipo de bicis, ropa y accesorios para rodar, fotos profesionales de ruta, hidromiel Biking, panquecitos de plátano de Monstruoso vegano y chela artesanal, por mencionar solo algunos.
El local esconde mucho más que las mesitas que ves desde la calle; pasando la pared con los premios que han recibido en competencias, sigue la barra de café mexicano, luego la boutique de ropa, el taller y, hasta el fondo, además de otras mesas para el home office, hay un mural que muestra un mapa con los recorridos de ruta que puedes hacer a puntos cercanos a la ciudad.
Son tan clavados que todos los que integran el equipo (baristas incluidos) pedalean. De hecho, si eres capaz de llegar a las 6:30am, todos los días hacen una rodada tempranera por la ciudad, en la que te regalan un cafecito antes de partir. (Si eres principiante lánzate lo
“Del Mar a tu corazón” se lee en el neón rosa que decora la terraza, en el segundo nivel, del restaurante y es la premisa que se cumple después de un viaje por todas las costas del país a través de su gastronomía.
Con un ambiente bastante familiar, petfriendly y para los amantes del bajón en fin de semana, El Corazón del Mar en la Roma tiene una carta con bastantes opciones que no está guiada por un menú definido por tiempos; son las combinaciones que armes lo divertido.
Igual puedes saltar de la sopa azteca de camarón con toque de picante y bastante aguacate al aguachile Mar Negro con camarones cristal marinados en limón, pepino blanco, cebolla morada, cilantro, aguacate y jugo de salsas negras o una lonja de robalo marinado con salsa zarandeada al grill.
Para empezar nos pedimos un tiradito de atún en salsa de jamaica con chile de árbol y ajonjolí, como somos golosos, después nos aventamos la torre de mariscos tropical, servida con camarones, atún, ceviche, pulpo, camarones empanizados bañados en la salsa de la casa. Ambas en emplatados bastante vistosos y porciones suficientes para dos personas.
Para amenizar hay música en vivo por las tardes —a partir de las 7 pm— y en general los espacios son cómodos, con gabinetes para los románticos o las familias, mesas pequeñas en la terraza de la azotea, o de pisa y corre en el roof al exterior. Ideal para echar el trago y el antojo de mariscos un fin de semana.
El apartado de bebidas va de la cerveza de barril y cocteles básico
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Jesús Elizondo es toda una institución en la panadería mexicana. Ha conseguido posicionar su marca de pan desde 2016 en el norte del país, Pan Benell, con ingredientes naturales, masa madre y procesos de fermentación largos. Luego Chuy retomó la idea de sus inicios en un nuevo proyecto llamado Casa Benell, donde el pan es protagonista de sus platillos salados (y dulces).
La fórmula fue un éxito rotundo en Nuevo León y, después de mucha espera, apenas abrió uno en la CDMX. Lo alberga una casona clásica de la Roma con terraza al exterior. Una vez que cruzas el umbral, verás al panadero realizar las creaciones de Chuy, su vitrina y los estantes con su merch. Siéntate en la barra o en las mesas bajando los escalones.
Chuy busca que sus desayunos sean abundantes para que tengas la energía necesaria para sobrellevar el día. El café es muy básico, pero son aplaudibles las opciones de leches vegetales. Probé el pan de muerto porque para ellos todo el año es temporada. Se nota que lo hacen con naranja y es esponjoso, pero a mi gusto, le faltó un poquito de sabor.
Después pedí el croque norteño que en lugar de jamón, lleva barbacoa de res. Es un plato novedoso, llamativo y delicioso. La barbacoa se lleva bastante bien con la bechamel y el huevo estrellado. Lo acompañé con una Beermosa: jugo de naranja, cerveza Prima Benell y jarabe —la mimosa de los regios—; la cerveza sola se lleva bien con el pan, pero combinada es una locura refrescante.
Para cerrar pedí el frenchy french (pan fr
No es necesario ser otaku para fantasear con parar a cenar en uno de esos locales estrechos que pueblan las calles de Tokio, donde el calor lo proporciona el vapor de una reparadora sopa de fideos. Como salido de una película de Studio Ghibli, Sōōp es el hotspot de la Roma que nos acerca un poco a los noodle bars de la gastronomía nipona, en una barra para un puñado de personas y cuatro mesas sobre la calle de Orizaba.
Su carta es breve: unas cuantas entradas, seguidas de los sandos, las opciones de ramen y un par de postres. Pero, al final de tu visita, no te quedará duda de que cada plato se prepara con bastante cuidado en el sazón y el ingrediente.
Para comenzar, pedimos una cerveza japonesa y el crudo de hamachi, que llevaba, entre cada rebanada de pescado (súper fresco y suave) láminas de mandarina sobre un aceite de hierbas y terminado con limón amarillo. También, para ponernos aventureras, mi acompañante y yo pedimos la seaweed salad, que es una ensaladilla de un alga llamada wakame, ligeramente dulce y con una consistencia algo gelatinosa, parecida a los fideos de arroz. Sólo si le entras a sabores asiáticos, dale una oportunidad, si no, vete por unas más seguras alitas.
Justo cuando llegó lo que más nos emocionaba, el ramen, se soltó la tormenta (habrás visto que Tláloc está muy activo este año), así que nos mudamos de la calle a la barra del interior, de diseño minimalista, aunque no pierde el humor con figurillas de Gokú en los estantes de la pared (perdón si no
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