Nativo Taller Gastronómico, cocina mexicana contemporánea en Planco
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Restaurantes y cafés en Polanco

Las mejores opciones para comer y tomar café en esta zona de la CDMX

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Polanco es una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. Puedes visitar desde tiendas exclusivas, museos en Polanco; el museo Soumaya, uno de los más importantes de la ciudad por su impresionante arquitectura, galerías en Polanco para conocer artistas veteranos y emergentes o dar una vuelta por el parque Lincoln

Las opciones no terminan ahí, si estás en el mood fiestero visita los mejores antros y bares en Polanco o alguno de los 15 lugares imprescindibles de Polanco que seguramente no te decepcionarán. 

Pero lo más importante es la hora de la comida, así que si andas por la zona y te ruge el estómago, no dudes en visitar alguno de los lugares de esta lista. 

Recomendado: Los 50 mejores restaurantes en la CDMX

Dónde salir a comer en Polanco

  • Polanco
  • precio 4 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Quintonil
Quintonil
Cuando un cocinero entremezcla su trayectoria con sus más entrañables recuerdos culinarios, aparecen platillos como el arroz de aguacate con huevo perfecto, de Jorge Vallejo. Su tostada de salpicón de jaiba, nuevo integrante de su carta, nos recuerda que la cocina mexicana es una de frescura, acidez, contrastes y sutilezas. Quizá esta sea una de las mejores mesas de la ciudad, la única manera de saberlo es yendo.
  • Japonesa
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Solo trece lugares conforman esta nueva barra de sushi. Para llegar a este lugarcito recóndito debes entrar por una discreta puerta y bajar a un sótano de paredes oscuras donde la luz apunta a lo importante: el arte de los maestros detrás de la barra. Además del menú a la carta con rollos, sashimi y donburis, hay un menú tipo omakase, que puedes elegir con o sin maridaje.  En mi caso fueron 12 tiempos, en los cuales más del 90 por ciento de la pesca pasó por la cámara de maduración (a la vista de los comensales), un proceso que deshidrata la carne a una temperatura controlada, potencializando sus sabores naturales. La experiencia comenzó con una ensalada Sunomono (pepino agridulce) con mariscos y un toast de salmón, ikura y crema con eneldo sobre pan brioche. Mientras disfrutábamos estas entradas, el chef nos explicaba que según el tipo de pescado es el tiempo que necesita de maduración, las pescas blancas no pasan de tres días en la cámara, mientras que peces azules como atún o salmón pueden mantenerse alrededor de un mes.  También lee: Dónde comer comida thai en CDMX Seguimos nuestro recorrido con un desfile de nigiris que demostraron la calidad de los crudos en Matsuba, tanto nacionales como internacionales. Rocot, kampachi, bacalao negro maridado en miso dulce y terminado al carbón, todo de la mano de un vino mexicano y un muy balanceado sake junmai japonés. El chef también nos aseguró que se preocupan porque el producto provenga de pesca sustentable. De ahí pasamos a...
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  • Italiana
  • Polanco
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Un jardín vertical, una fachada cubierta de hierba. Arquitectura contemporánea en armonía con muebles rústicos y antiguos. La cocina principal, un salón rodeado por vidrios, pone al descubierto el trabajo de los cocineros al preparar los alimentos, las pizzas, o al sacar del horno la variedad de panes italianos. Se puede comer en la cava, para ocho personas, en alguno de los salones del segundo piso o en la fresca terraza en el tercer nivel, que fue donde escogí mesa.De entrada elegí lo que esa temporada dictaba (pues el menú cambia constantemente): la sopa de chícharo con gnoccis –un pequeño tazón con siete gnoccis bañados de caldo de chícharo intenso, delicioso–. La elección de los platillos fuertes fue difícil: ¿guachinango al vapor?, ¿pizza gourmet recién salida del horno? Me incliné por la monumental presentación de la chuleta de ternero que, sin embargo, me resultó escasa en carnes y abundante en nervadura. Pero no se deje guiar el lector por mi experiencia: es la evolución de su menú lo que interesa. Los platillos se van adaptando a los gustos y las temporadas, y lo que permanece es la calidad en la preparación de alimentos. El postre reclamaba algo fresco. Dudé entre la vera panna cota o la selezione di gelati e sorbetti, servidos en copa de cristal alargada con tres bolas: stracciatela, vainilla y licor de crema irlandesa –se recomienda mezclar un sabor con el otro–. Para finalizar está la oferta de Limoncello, y su delicada sugestión de cítricos como digestivo. Y...
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  • Polanco
  • precio 4 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Belfiore
Belfiore
En la Poética, Aristóteles define la catarsis como un recurso para purificar emocionalmente al público de una tragedia. Tras experimentar miedo o tensión ajenos por medio del drama, el desenlace permite al espectador salir relajado de sus problemas. Tengo la teoría de que la gastronomía –el arte de preparar una buena comida–, puede tener el mismo efecto; que existen platillos que, bocado tras bocado, logran sublimar y desvanecer cualquier preocupación… por lo menos hasta que se acabe el postre. Esto, claro, no es nada sencillo. Belfiore, en Polanco, logra esta experiencia. Contrario a otros lugares italianos enfocados en ofrecer cocina casera que haría la nonna, o a los de corte de fusión, Belfiore apunta hacia una carta que ofrecería un restaurante en la botita de Europa. La grandeza de sus platillos radica en la simplicidad de los ingredientes. Destacar uno solo es un reto incumplible. Las protagonistas de la mesa son las pastas: ejemplos de magnificencia culinaria, perfectamente al dente y servidas en abundancia. Tres recomendaciones: el fusilli con berenjena, queso ricotta y jitomate, el risotto con corazones de alcachofa y parmesano, y el penne al horno con alcachofa y aceite de trufa. Otro acierto del restaurante son las pizzas al horno. Nuestra favorita es la de arrabbiata y salchicha italiana, con un toque picante en la salsa, queso mozarella y aceitunas. El lugar rompe –por suerte– con el estilo del área. Sus techos bajos crean una atmósfera íntima, que a su vez...
  • Polanco
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Murakami
Murakami
Uno sale de Polanco y entra a Japón. Así se siente la atmósfera de este restaurante en Torcuato Tasso. A la una de la tarde entre semana, se escucha incluso el sorber de tallarines que hacen algunos japoneses que trabajan por la zona. La carta ofrece opciones para todos los paladares, desde los más exigentes y conocedores hasta para quienes aún se asustan por ver pescado crudo sobre sus platos. Tan relajado y pacífico es el ambiente de este pequeño restaurante con apenas siete mesas en el interior, tres fuera y dos planchas de tepanyaki, que uno puede tomarse el tiempo de revisar a detalle la carta que incluye ramen, arroces, sopas, sashimis, sushis y el tradicional shabu-shabu. Vale la pena dejarse sorprender por un platillo de atún fresco con especias sobre una cama de arroz blanco, se llama Karazumaa y es una explosión de sabor y frescura al primer bocado.
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  • Cafés
  • Polanco
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Suaves o duros? Los hay para todos los gustos: de chocolate, de almendras o de mantequilla. Me refiero a los crujientes biscottis recién hechos en el Caffé Biscottino, la nueva revelación de Polanco. Se esconde en un localito urban chic, como lo define su dueña Maggie Bejar, quien nos contó la historia de cómo nació la idea de este café y lo que lo hace diferente y único entre todos los que hay en la ciudad. Maggie es una fiel creyente de las buenas vibras y la energía, y asegura que no le fallaron al escoger el lugar donde quería que Caffé Biscottino abriera sus puertas. “Un presentimiento me trajo hasta aquí, vi buena energía en el lugar y pedí informes, cuando me di cuenta ya estaba firmando los papeles del contrato. Para mí era muy importante que el lugar tuviera vibra positiva, pues para tomarte un café tranquilamente, solo o acompañado, es necesario estar en un lugar agradable”, cuenta Maggie. “Grupos de amigas y amigos, gente de negocios y personas solas vienen a relajarse y platicar, para tomar un café y acompañarlo con alguno de los panes de hojaldre o muffins hechos en casa”. Todos los detalles están previamente pensados, empezando con la máquina de café italiana, La Marzzoco, fabricada a mano, por lo que hay muy pocas en el mundo. Un conocedor sabe lo que significa que esté hecho con esta máquina. El café que se hace en el Biscottino es nacional, traído de Oaxaca y Veracruz. Se trae verde y se tuesta con la ayuda del experto Salvador Benítez. Él es dueño de El...
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
El nombre de este café de especialidad en Polanco no podía ser más descriptivo. Se trata de un lugar de color blanco con tonos madera y con grandes ventanales que lo separan de la Avenida Isaac Newton, en donde se ubica. La Caja de Cristal es todo lo que a Polanco le hacía falta: un buen café (qué digo bueno, un gran café) en un espacio que se presta para las juntas de trabajo, para instalar el home office, para una tarde de chisme o por la siempre necesaria taza mañanera para llevar. Desde las mesas, y gracias a las grandes ventanas que te permitirán ver toda la calle, la atmósfera que persiste es de paz: luz natural, música suave, los aromas de los granos que pasan por las prensas francesas o los sifones japoneses y a los que acompañan, sutiles, los panes dulces que se hornean para llegar calientitos a tu mesa. En La Caja de Cristal tienen las bebidas que ya conoces y amas como espressos, ristrettos, lattes y flat whites además de métodos de extracción como V60, Chemex, Sifón Japonés, Prensa Francesa y Aeropress. Lo mejor es que los baristas sabrán recomendarte el mejor método para el grano de tu elección, o viceversa. En mi visita me tocó decidir entre café chiapaneco de Finca Hamburgo, una productora de los altos de Chiapas, y los colombianos Finca Nabguana, de la región de Sevilla, y me contaron que dentro de poco tendrían una opción de Finca Garabandal, de Veracruz. Pero lo mejor es que cada cierto tiempo van cambiando de fincas y de regiones, así que seguramente te...
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  • Mediterránea
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Existen tres cosas que más protegemos como foodies certificados: la calidad de los ingredientes, el respeto al tiempo al comer, pero sobre todo, el sabor. Este lugar los reúne de gran manera, además de lograr un lugar donde destaca la luz y la calidez en cada platillo.  La idea nace a partir de un actuario foodie y un chef con cimientos americanos, europeos y mazatlecos, Alejandro del Águila y Jaime Llano, respectivamente. Ambos conceptualizaron un espacio que enaltece la sobremesa (ningún ánimo de correrte) y el compartir alimentos (con porciones grandes).  Tuvimos la oportunidad de platicar con el Chef, el cual propone la parte marina confiando en su producto (Mazatlán), y lo fusiona con sabores europeos y de Medio Oriente.   Del desfile de platillos y cócteles, todo muy rico, los que destacaron fueron:  El tzatziki y pita, preparada a base de yogur griego, pepino, hierbas finas mediterráneas (albahaca, romero, tomillo, orégano, laurel y perejil), acompañado de pan pita hecho en casa. Es una entrada fuera de lo común, que mezcla la acidez y frescura del yogur, con la fruta, además del punch de sabor de las especias, que con el pan, permite que todo se balancee de la mejor manera en cada bocado. Como plato fuerte, la chuleta ahumada de cerdo, acompañada con puré de camote, ensalada del chef, salsa de hongos y panceta al parmesano-tomillo. Este es uno de estos platillos complicados de entender, porque sabemos que el sabor no es para todos, pero si agarras un pedacito, lo...
  • Cafés
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Si soltaste las lágrimas cuando se fue la panadería Boulangerie 41 de la Condesa, te tenemos grandes noticias. Ahora encuentras sus delicias en esta cafetería en Polanco.   Conejo Blanco cree en la magia, como el conejo que sale del sombrero o como la que ocurre cuando un croissant se transforma en el horno hasta que aparecen las deliciosas capas del hojaldre, un truco que aquí ocurre cada mañana. Pero llegar a este nivel no fue arte de magia, los asesoró el chef panadero Peter Yuen, campeón de concursos internacionales de croissant.  ¿Sabes qué sucede cuando se cruzan un croissant y un muffin? obtienes uno de los panes más virales del momento; al que sus creadores, panaderos australianos, bautizaron como “cruffin”. Ellos son las estrellas que harán que te detengas si los ves en la vitrina de Conejo Blanco. Según el botón de crema que los adorna por encima vas a saber el sabor del relleno. Hay de nutella, dulce de leche y (mi nueva obsesión) el de guayaba, más los que se suman cada temporada.  Al pedir recomendaciones para acompañar mi pan, me contaron que el purple latte (con extracto de lavanda hecho desde cero) es una de las bebidas más pedidas, tan popular que no lo encontré disponible, pero lo bueno es que siempre habrá café. En mi visita tenían dos perfiles que consiguen directamente con los productores, sin intermediarios. Uno de Oaxaca y uno de Chiapas. Probé 一porque nunca lo puedo dejar pasar一 un flat white, muy balanceado. Luego, siguiendo sus sugerencias y...
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