Lugares interactivos para ir con niños en CDMX

El pasado 13 de abril abrió sus puertas, oficialmente, el Barco Utopía en Iztapalapa. El nuevo centro cultural al oriente de la CDMX con el Acuario Virtual Interactivo más grande de Latinoamérica, el primer Museo del Cambio Climático y un Simulador de Navegación.

El espacio se encuentra en el lado norte del Parque Lineal, en la U.H. Vicente Guerrero. Un proyecto que, de acuerdo a los representantes de la alcaldía, beneficia a 53 mil habitantes de 13 colonias aledañas.

El Banco de México es uno de los edificios más importantes y hermosos que tenemos en la CDMX. Sin embargo, había permanecido cerrado para el público general por décadas. 

Entre muchas actividades más. El museo te invita a interactuar con sus pantallas, y hacerles preguntas a las guías. Porque si bien no hay aún visitas guiadas oficiales, las guías que resguardan cada sala, están muy abiertas decirte todo lo que saben -que dicho sea de paso- es bastante.

Conocer el espacio exterior es el sueño de chicos y grandes. Visitar el Planetario Luis Enrique Erro es una forma de viajar sin necesidad de un traje de astronauta. Con poco más de 40 años de existencia, es un portal para que los niños, adultos y jóvenes conozcan y hasta resuelvan algunos enigmas del cosmos.

Podrán tomarse fotos en una nave espacial y concoer lo que el universo tiene a través de botones que revelan el conocimiento.

¿Estás conectado con tu cuerpo, el medio ambiente, tu familia, tu hogar y tu ciudad? ¿Cómo puedes lograr que todo esto sea mejor? 

El viaje por el Papaplote Museo del Niño inicia es una experiencia multimedia acerca de la complejidad de la vida y nuestra interconexión. La zona introduce los temas que abarca esta nueva experiencia del Papalote. Mi cuerpo es una navegación por la anatomía humana y su comunidad de microbios, huesos, nervios y músculos que en conjunto trabajan para nuestro bienestar. Además, el Laboratorio de ideas incluye una multitud de materiales y herramientas donde potenciarás tu creatividad para resolver problemas. Dibujar, fabricar e inventar son algunas de las experiencias de esta sección inspirada en el movimiento maker, que fomenta el trabajo colaborativo con un enfoque en las ciencias, tecnología, ingenierías, artes y matemáticas.

Aunque algunas de sus bóvedas siguen en renovación, hay mucho por visitar en este museo. En el corazón de Chapultepec además de ver a las ardillas date una vuelta al Museo de Historia Natural para visitar su pieza más taquillera: una réplica del esqueleto completo de un Diplodocus carnegiei, un dinosaurio que vivió hace 150 millones de años en la zona oeste de los Estados Unidos.

Sumérgete en las profundidades del océano y diviértete con toda tu familia sin salir de la CDMX. El nuevo Acuario Interactivo ubicado dentro Plaza Carso abre sus puertas con una experiencia para que chicos y grandes conozcan, aprendan e interactúen con el mundo acuático, recorriendo cada una de sus siete salas. Al terminar, pueden reforzar su conocimiento con las más de 300 especies en el Acuario Inbursa. 

Desde sus inicios, el Centro Cultural de España se ha distinguido por ser un espacio audaz. Abrió sus puertas en 2002, cuando a nadie se le hubiera ocurrido que el Centro Histórico se pondría tan de moda como opción para disfrutar de la vida nocturna. Ahora es uno de los espacios que de manera frecuente ofrece exposiciones, clases, talleres y conciertos para su público más pequeño.

Un museo que quisieras comerte. Esta casa de 1909 en la Juárez es punto de encuentro para amantes del chocolate, historiadores, artistas, chefs, productores y consumidores del cacao y su famoso derivado.

Además, cuentan con una tienda de chocolate y cursos de cocina. No dejes de pasar por la galería, donde puedes admirar obras de arte inspiradas en o hechas con este versátil ingrediente.

Para los peques, este museo tiene obras de títeres, distintos talleres y experimentos relacionados con el agua y la contaminación.

Más allá de la historia del agua o su composición como sustancia, el museo se centra en que los visitantes entiendan el proceso por el que el líquido tiene que pasar para llegar a sus casas. De esta manera te explican desde su extracción hasta su tratamiento para que pueda ser utilizada de nuevo. A lo largo de todo el recorrido no se deja de recalcar la importancia del agua y la aportación individual para que no dejemos de contar con este recurso.

En este museo de ciencia en el Campus de Ciudad Universitaria, donde también se vale tocar y divertirse. Por supuesto, padece de los mismos males: un buen porcentaje de sus atracciones ya no sirve más, así que la frustración de oprimir el botón rojo y ver que nada sucede puede ser acumulativa.

También tiene amenas exposiciones temporales de todas las ramas de la ciencia, en donde los niños suelen salir fascinados (y esas son las mejores, pues como están recién montadas, todo funciona). Tienen también un pequeño planetario, con una función muy entretenida y un montón de objetos que despiertan tu curiosidad y sacan a jugar al niño que llevas dentro.

La visita al museo se vuelve ágil e interactiva debido a que cada sala está dotada con juegos que brindan información de cómo se conservaba la comida en las diferentes épocas o la importancia de los ingredientes a lo largo de la historia. Estos fueron desarrollados en conjunto con el Papalote Museo del Niño.

Asimismo se ofrecen talleres, tanto de cocina como de historia de los alimentos, para que el público conozca más sobre el origen del mole, los tamales, el pan de muerto o los chiles en nogada. Ofrecen visitas guiadas en las que además de recorrer la galería se realizan desgustaciones de alimentos y se puede conocer la biblioteca.

Constantemente, el museo de arte contemporáneo ofrece visitaes especiales para las infancias. Así es, acerca a los niños al arte através de explicaciones más amigables para ellos. Después del recorrido, también realizan actividades que refuerzen lo que vieron durante la exposición. Esto ocurre lso domingos y la entrada es libre.